Las delegaciones no acompañaron el lunes pasado la intención de Paraguay de aprobar una propuesta de declaración del Parlamento del Mercosur en rechazo de la instalación de una central nuclear y una planta procesadora de uranio en la provincia argentina de Formosa.
La iniciativa fue formulada por Alfonso González Núñez, presidente de la delegación paraguaya en el Parlamento del Mercosur, juntamente con Antonio Attis, durante la 29ª sesión ordinaria del organismo, bajo el argumento de que ambas obras constituyen un serio riesgo para el medioambiente y la salud pública, que afectarían también a nuestro país, considerando que Formosa es colindante con el Departamento del Ñeembucú, del que se halla separada por el río Paraguay.
El parlasuriano argentino José Mayans, de la Provincia de Formosa, manifestó ante la plenaria que la planta Dioxitec, que es una empresa estatal procesadora de uranio situada en Córdoba, no constituye un peligro para la población. Muy por el contrario, argumentó que será una fuente de energía que beneficiará no solo a la Argentina, si no también a Paraguay.
El proyecto de declaración para el cual la delegación nacional solicitó el apoyo de los parlamentarios de las otras naciones también planteaba proponer a los poderes ejecutivos de los países miembros del Mercosur crear un organismo regional que se encargue de intervenir en los futuros proyectos de obtención de energía que afecten a los países limítrofes. Particularmente, para garantizar que no causarán daños irreversibles al medioambiente ni a la salud pública. La moción paraguaya no obtuvo los votos siquiera para ser incluida en el orden del día.
Una delegación paraguaya, constituida por representantes de la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores, del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), realizará una visita a la provincia de Formosa, Argentina, a fin de constatar la situación de la planta química que se piensa instalar.
El diputado David Britos, titular de la Comisión de Minas e Hidrocarburos de la Cámara Baja, indicó que el embajador paraguayo en Argentina, Nicanor Duarte Frutos, es el encargado de las gestiones para que la delegación viaje.
El legislador manifestó que las iniciativas iniciaron desde hace 15 días atrás y que los trámites llevarán su tiempo. “Tenemos hasta ahora solo informaciones extraoficiales, de manera que es importante constituirnos en el lugar para determinar la veracidad de todo”, apuntó.
“Nos decían que una planta con estas características, con una buena medida de seguridad y de prevención ambiental, no tiene grandes consecuencias en otros país”, agregó el parlamentario.
Por su parte, el canciller nacional, Eladio Loizaga, manifestó que la Argentina remitió un informe sobre la posibilidad de la instalación de la planta de uranio. No obstante, indicó que esperan un informe más completo y detallado del mismo.
Según datos preliminares del proyecto, la planta de uranio, perteneciente a la empresa estatal Dioxitek SA, estará ubicada a 16 kilómetros de Formosa, ciudad cercana al departamento de Ñeembucú. La empresa y su predecesora, el Complejo Fabril Córdoba, ocasionaron un grave impacto ambiental en el barrio Alta Córdoba de la capital provincial, denunciaron pobladores de aquellas zonas, por lo que buscó otro sitio donde ubicarse y apunta a hacerlo en Formosa.
Dioxitek fue rechazada en todas las localidades donde pretendió radicarse por su alto grado de contaminación ambiental: Despeñaderos, San Rafael, La Rioja, Río Tercero y San José de la Quintana.