A 11 días de haber anticipado las subas derivadas de la quita de subsidios, el Gobierno reglamentó la aplicación de los ajustes para el gas y el agua con una marcada sorpresa. La reducción de las compensaciones tarifarias vino acompañada de significativos aumentos en el precio del gas y en el componente que utiliza la estatal AySA para valorizar sus servicios.

Tras un primer análisis de las 9 normas vinculadas con las modificaciones tarifarias que se publicaron ayer en el Boletín Oficial, los técnicos de las gasíferas y analistas energéticos estimaron que– por la combinación de menos subsidios y tarifas más altas –, los aumentos en juego hasta agosto para los usuarios residenciales podrían rozar el 500%, casi el doble de lo que habían anunciado los ministros de Economía, Axel Kicillof y de Planificación, Julio De Vido.

Por el lado de AySA, las subas finales estarían más en línea los porcentajes del 170% al 406% que habían informado los funcionarios. No obstante, no se descarta que el impacto real del alza del 37% aplicada al coeficiente tarifario clave de AySA y la quita escalonada de subsidios termine generando más aumentos de los previstos.

Junto con los incrementos tarifarios, la administración kirchnerista también oficializó el nuevo “esquema de uso racional del gas” que le permitirá a los usuarios hogareños esquivar o atemperar los ajustes. Para evitar los aumentos, tendrán que registrar una baja en el consumo superior al 20% con respecto al mismo bimestre de 2013. En tanto, aquellos que logren “ahorrar” entre un 5% y 20% afrontarán sólo la mitad de las subas programadas hasta agosto.

Por medio del decreto 445, ratificó el “acuerdo transitorio de precios y tarifas” que tenía pendiente desde 2009 con Metrogas y que ahora le permitirá aplicar un “régimen tarifario de transición” similar al aprobado para el resto de las gasíferas.

Con la resolución 226 de la Secretaría de Energía, los funcionarios sentarán las bases del “esquema de uso racional” y fijaron los precios del gas según las cuencas de origen que regirán para los hogares en abril, junio y agosto.

Y con otras 8 resoluciones del Enargas, el Gobierno aprobó los cuadros tarifarios para los usuarios residenciales que incluyen los nuevos precios del combustible según los niveles de consumo y una actualización de los ingresos que irá a parar a las distribuidoras y transportadoras.

Los puntos más destacados de ese cúmulo de reglamentaciones son los siguientes: --El precio del gas para el 27% de los hogares de la región metropolitana que integran la categoría más baja (R1) saltará de $ 0,166 por metro cúbico a $ 0,298 en agosto si bajan el consumo entre 5% y 20%. Si no “ahorran”, el valor del gas será de $ 0,429.

--Para los R2-3 (entre 801 y 1000 metros cúbicos anuales), el gas pasará de $ 0,193 a $ 0,377 si logran consumir entre 5% y 20% menos y a $ 0,561 si siguen demandado lo mismo que el año pasado.

--Y en la categoría más alta (R 3-4), el aumento del gas será del 247% si consiguen achicar el consumo entre un 5% y 20% y del 494% si no llegan a “ahorrar” un mínimo del 5%.

--Los cargos fijos y las facturas mínimas aumentarán hasta un 37% entre abril y agosto.

--Los incrementos en el precio del gas no regirán en las provincias patagónicas.

Por último, la subas del gas a nivel nacional y de los servicios metropolitanos de AySA también correrán para todos los usuarios residenciales que ya perdieron o renunciaron a los subsidios estatales.

"Esto no tiene nada que ver con un tarifazo", sostuvo c on su habitual vehemencia la Presidenta en la tarde del 27 de marzo, en un acto en Olivos. Se refería al plan para eliminar subsidios al agua y al gas que los ministros Julio De Vido (Planificación) y Axel Kicillof (Economía) habían dado a conocer esa mañana. Once días después, una batería de documentos redactados en un lenguaje de difícil comprensión incluso para los especialistas en energía parece haber dado por tierra con aquella afirmación de Cristina Kirchner.

Mediante resoluciones de la Secretaría de Energía y del Enargas (el ente regulador del sector), y un decreto que allana el camino para una recomposición de los ingresos de Metrogas, en manos de YPF, el Gobierno puso en marcha la mayor recomposición integral de tarifas de la última década, que incluye ajustes en las facturas por encima de 500%. El anuncio original de los ministros hablaba de alzas de hasta 284%.

Los aumentos alcanzarán a clientes de Gas Natural Fenosa (presta servicio en el Gran Buenos Aires), Distribuidora Gas del Centro (Córdoba, Catamarca y La Rioja), Camuzzi Gas Pampeana (parte de Buenos Aires y La Pampa), Gasnor (Tucumán, Salta, Jujuy y Santiago del Estero) y Distribuidora de Gas Cuyana (Mendoza, San Juan y San Luis).

Fuentes oficiales confirmaron ayer a LA NACION que en los próximos días se publicarán las resoluciones que autorizan los ajustes para el resto de las empresas, entre ellas Metrogas, que atiende a los clientes de la ciudad de Buenos Aires. Al final del camino, en agosto, unos 8 millones de clientes habrán sufrido modificaciones en sus tarifas. Sólo quedarán excluidos los que viven en la Patagonia.

En el contexto del plan de ahorro de gas que promueve el Gobierno, podrán esquivar esos fuertes aumentos los que reduzcan más de 20% su consumo a partir de este mes. Y los que lo bajen entre 5 y 20% tendrán una factura con subas, aunque no tan altas.

Desde hace días, Kicillof y De Vido insisten en que se trata de una reasignación de subsidios que nada tiene que ver con un ajuste tarifario. El anexo de la resolución 2849, sin embargo, los contradice.

Con el título "Tarifas de distribución", muestra los nuevos cuadros tarifarios que Gas Natural Fenosa debe dar a conocer. Muestran, por caso, que un cliente denominado R3-4 (los de mayor consumo), que hasta ahora pagaba $ 0,307 por metro cúbico, deberá pagar desde agosto $ 1,824, 494% más. También le aumentará el denominado cargo fijo (80%, hasta $ 18,15), así como el costo de la factura mínima (38%, hasta 23,57).

Quienes menos consumen también deberán pagar más. El precio del metro cúbico pasará a $ 0,429, un 158% más. Y un usuario intermedio pagará 272% más.

En algunas provincias, el golpe será mayor. En algunas regiones de Córdoba y La Rioja el aumento para los clientes de mayor consumo superará el 650%, según la información que se difundió ayer.

También aumentará el GNC, que utilizan principalmente taxis y remises. El valor mayorista pasará de $ 0,5983 por metro cúbico a $ 0,7324, 23% más. Ese ítem se lleva más del 90% del costo final del insumo para las estaciones de servicio. En la Capital Federal se vende a razón de $ 2,5 por metro cúbico.

Las subas de gas también impactarán en comercios, pero no en las industrias, según informaron De Vido y Kicillof a fines del mes pasado.

Los aumentos se aplicarán de manera escalonada en tres tramos, este mes, en junio y en agosto.

SUBSIDIOS Y TARIFAS

Fuentes oficiales confirmaron que los nuevos precios del gas están directamente relacionados con el programa para reducir subsidios, que el año pasado superaron los $ 130.000 millones y constituyen un lastre cada vez más pesado para las cuentas públicas. Sin embargo, en ninguna parte de los documentos que se dieron a conocer ayer aparece una mención explícita sobre cómo el Gobierno aplicará el recorte.

En el sector privado señalaron que podría hacerlo a través de los nuevos valores que estableció para la producción de gas desde el yacimiento.

Hasta marzo, por ejemplo, el valor del metro cúbico para la producción gasífera de la Cuenca Neuquina destinada a un cliente R3-4 era de $ 0,15. Desde abril pasará a $ 0,49 y llegará en agosto a $ 1,50, con una suba total de 900 por ciento.

Aunque en las empresas aún no terminaban de deducirlo, de esos números se puede inferir que las compañías distribuidoras, que tienen desde hace años ingresos congelados pero costos en aumento (lo que viene deteriorando fuertemente sus resultados), también tendrán un incremento en su tarifa. Según números estimados, en el caso del Gran Buenos Aires el incremento para un cliente R3-4 superaría el 100 por ciento.

La resolución 2843 del Enargas evidencia esa intención por parte del Gobierno. "Se entiende razonable y procedente autorizar nuevos cargos fijos y cargos por m3 a percibir de los usuarios (...) a los efectos de que la distribuidora pueda cubrir durante el período tarifario de transición sus costos operativos y el mantenimiento de la cadena de pagos, incluyendo el pago de gas a los productores y el transporte a las empresas que brindan dicho servicio."

En las empresas, sin embargo, consideraron insuficiente el aumento que se desprende de las resoluciones dadas a conocer ayer.

FUERA DEL LIMBO

La recomposición del precio del gas por cuenca suma a los gobernadores de las provincias petroleras a la discusión. Sucede que los estados productores cobran, en su mayoría, un 12% de regalías sobre el precio de venta del hidrocarburo. Como aumentó ese número, reclamarán un ajuste también en sus ingresos. Así lo reconoció a LA NACION, con pedido de reserva de su nombre, un gobernador la semana pasada.

Por último, la batería de resoluciones que se difundieron ayer en el Boletín Oficial liberaron el camino para que Metrogas, la mayor distribuidora de gas del país, salga del limbo tarifario en el que se encontraba hasta ahora. Sucede que BG, su anterior dueña, le inició un juicio a la Argentina ante el Ciadi, por lo que el Gobierno no quiso avanzar en la renegociación de su contrato. Desde mediados del año pasado, la empresa pasó a manos de la estatizada YPF.

Los usuarios de Metrogas podrían ver aumentar sus boletas por partida doble. A la quita de subsidios anunciada el 27 de marzo y oficializada hoy se suma una renegociación del contrato con la compañía por el cual cambian las tarifas desde el 1 de abril. O sea: no sólo se irán quitando progresivamente los subsidios sino que además aumentarían las tarifas.

El acuerdo de renegociación publicado hoy en el Boletín Oficial fue firmado el 26 de marzo.

El convenio que firmaron la empresa y los ministerios de Economía y Planificación implica una nueva tarifa desde el 1 de abril. El nuevo cuadro tarifario no fue oficializado, aunque del propio acuerdo surge que debería implicar un aumento, ya que especifica que uno de los objetivos es que la distribuidora obtenga "recursos adicionales".

Desde la empresa aclararon a Cronista.com que todavía no conocen el nuevo cuadro ni les informaron cómo será. También apuntaron que el acuerdo es similar a los que ya habían firmado otras distribuidoras de gas y que viene a reemplazar y completar otro acuerdo del 2009 que implicaba un aumento de tarifas que nunca se llegó a aplicar.

El acuerdo formalizado hoy implica, además del nuevo cuadro tarifario vigentes desde hace una semana, un mecanismo de revisión semestral si los costos aumentan más del 5%. Pero también tiene una cláusula gatillo que permite revisar las tarifas en un lapso menor si el “mecanismo de monitoreo de costos (MMC)”, atado a la inflación y el precio del dólar, da más del 10% con respecto a la última actualización.

Ese MMC surge de una fórmula que tiene en cuenta los costos de explotación e inversiones, básicamente a partir de los índices de Precios Minoristas (IPC), Mayoristas (IPIM), de la Construcción (ICC) y de Salarios (ICS) relevados por el INDEC y las variaciones en el Tipo de Cambio de Referencia (TCR) relevado por el Banco Central.

El Acuerdo Transitorio obliga también a Metrogas a “seguir prestando el servicio en las condiciones de calidad” que surgen del contrato de licencia y las normas de Metrogas y establece que para el 31 de diciembre del 2015 la empresa y el Gobierno deberán haber suscripto la definitiva Acta Acuerdo de Renegociación Contractual Integral.

El Gobierno difundió ayer el acta de renegociación de tarifas suscripto con Metrogas y homologado por el Decreto 445 del 26 de marzo. El convenio es casi igual al firmado con otras distribuidoras en años anteriores y que siguen pendientes de ser aplicados. La diferencia es que en este caso en el ajuste semestral que puede realizarse por mayores costos también se incluye la evolución del tipo de cambio. La única distribuidora de gas que logró la aplicación del acta transitoria hasta ahora es Gas Natural BAN en 2005, pero sólo se le reconoció un ajuste en 2007. La firma del convenio con Metrogas había quedado pendiente debido a los desencuentros entre el Gobierno y BP, la principal accionista, que en 2013 vendió su participación a YPF.

Debido al retraso en los márgenes, en la actualidad la mayoría de las distribuidoras adeuda el gas que distribuye, por lo cual el Estado es el que termina pagando el producto a las petroleras. En los cuadros tarifarios conocidos ayer no queda claro si dentro del cargo variable por metro cúbico consumido se calcula una recomposición de los ingresos de las distribuidoras.

El Gobierno publicó ayer en el Boletín Oficial parte de las resoluciones que reducen los subsidios en las facturas de gas de usuarios residenciales y comercios, las que, según los anuncios oficiales, suscitarán subas del 100% al 284% al término de tres etapas bimestrales, y que cálculos privados indican que podrían ser incluso mayores . El primer ajuste rige desde el 1 de este mes. El impacto real recién podrá precisarse cuando se reciban las primeras facturas, pero será muy significativo porque se trata de recortar subsidios al gas, manteniendo invariable la situación de casi el 50% de la demanda que representan las industrias y la región patagónica del país.

Las resoluciones publicadas generaron dudas entre las empresas distribuidoras que deben facturar los nuevos cuadros tarifarios y las primeras estimaciones indican que las variaciones en las facturas de los usuarios pueden ser muy variadas. Esto es así en primer lugar porque para aquellos que consuman un 20% menos que en igual bimestre del año anterior, no habrá cambios, y los que consuman entre el 5% y el 10% menos tendrán una afectación del 50% del ajuste.

Pero además, según la resolución 226 de la Secretaría de Energía, liderada por Daniel Cameron, no tendrían ajuste (igual que los que ahorren el 20%) los alcanzados por la nota N°10 de 2009 del Ministerio de Planificación, que establece valores tarifarios diferentes para el período mayo-setiembre, según el nivel de consumo. Lo curioso es que si este punto se confirmara, en realidad los aumentos empezarían a regir a partir de octubre para la mayoría de los usuarios, lo que no explicaría el costo político de anunciarlo ahora.

Otro dato llamativo es que tampoco tendrían subas, según la misma resolución, los que renunciaron en forma voluntaria a los subsidios a partir de noviembre de 2011, aunque en cambio estarían incluidos en los incrementos los que perdieron el subsidio a partir del 1 de enero de 2012, como los residenciales que viven en countries, barrios cerrados y zonas consideradas de alto poder adquisitivo.

La resolución de Energía actualiza los valores del gas en boca de pozo que perciben las petroleras y que en la actualidad es afrontada en su mayor parte por el Estado. Las productoras de gas reciben u$s 2,60 por el gas de yacimientos en producción ya en 2012 y u$s 7,50 por el que surge de explotaciones nuevas. Ese valor significa que cada metro cúbico nuevo le cuesta al Estado u$s 0,27 o $ 2,21. A partir de agosto los hogares de mayor consumo estarán pagando alrededor de $ 1,50 el metro cúbico.

Este ajuste no incluye, por lo menos por el momento, el costo del gas importado, aunque resulta llamativo que la norma contermpla la vigencia del Decreto 2067/08. Esto no excluye que todavía haya otra norma con este rubro. Pero algunos voceros oficiales aseguraron que como el gas local también está pagado en gran parte por el Estado, es lo mismo subir el precio del gas local que rebajar el costo del importado, para el fin de bajar el gasto estatal. Puede ser también que esto convenza más a algunas petroleras que prefieren que el valor a percibir provenga del público y no del subsidio estatal.

Por resoluciones del Enargas quedaron aprobados además los nuevos cuadros tarifarios para Gas Natural BAN, Gasnor, Cuyana, Camuzzi Pampeana, Gasnea y Centro. Las normas consideran una recomposición de los ingresos de esas empresas, pero no queda claro si eso provendrá de fondos que les redireccionará el Estado (según dijo en su momento el ministro Kicillof), o hay un reacomodamiento que también afrontarán en parte los consumidores.