El cobre se recuperó luego de caer a su nivel más bajo en más de una semana, con los inversores esperando señales de una flexibilización de la política monetaria en China, el mayor consumidor mundial del metal.
La divisa estadounidense caía frente a una canasta de monedas, lo que también ayudó a impulsar el avance de los metales.
Las preocupaciones sobre el crecimiento de la demanda en China han disminuido en los últimos días ante las perspectivas de nuevos estímulos monetarios, que darían apoyo al cobre. Sin embargo, los precios aún corren el riesgo de caer debido a un empeoramiento de la confianza en la economía.
El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres cerró en US$ 6,675 por tonelada, un alza de 0.9%. El metal cotizó más temprano en US$ 6,585 por tonelada, su nivel más débil desde el 28 de marzo.
El cobre se ha estabilizado desde que cayó en marzo a mínimos en tres años y medio tras un default en bonos de una compañía china que desencadenó temores sobre problemas crediticios en el país. No obstante, los inversores mantienen la cautela sobre una desaceleración del ritmo del crecimiento en China.
En los próximos meses, China probablemente tendrá que aliviar su política monetaria por primera vez en dos años para evitar que la economía pierda demasiada fuerza, según economistas que dudan que el “mini estímulo” anunciado hace poco sea suficiente.
El estímulo aceleró el gasto en ferrocarriles y otros proyectos en las regiones más pobres del país y también recortó impuestos para empresas pequeñas, aunque los economistas estiman que Pekín también actuará para reducir los ratios de reserva de los bancos por primera vez desde mayo de 2012.
Los mercados en China, que representa alrededor de un 40% de la demanda de cobre, permanecieron cerrados el lunes debido a un feriado.
La producción mundial de cobre seguiría aumentando a tasas importantes para el 2014 y 2014, debido -principalmente- al aporte de nuevas minas en el Perú, Chile, Congo y China, luego de que en el 2013 registrara un avance de 7%, tasa superior al promedio de los últimos cinco años (2%), afirmó el banco Scotiabank en su Reporte Semanal.
“Los fundamentos de los metales industriales están cambiando. El mercado del cobre está pasando de una situación de déficit a exceso de oferta, mientras que el zinc y el plomo pasan de tener mercados con exceso de oferta a estar en déficit. Aunque la magnitud de estos déficits y superávits para el 2014 no es concluyente, el cambio está en proceso, influyendo en la dirección de los precios de los metales”, indicó Erika Manchego, analista de la entidad financiera.
Por el lado de la demanda de cobre, la especialista aseguró que existe un cambio estructural en los pedidos de China. “Durante los últimos años, parte de la demanda de cobre de China era utilizada para garantizar operaciones financieras. (Pero ahora) reformas en el sistema financiero chino implementadas por el gobierno desincentivarían esta fuente de demanda”, manifestó.
Afirmó que estos cambios son negativos para el precio del cobre, el cual cayó 8% en el 2013 y “podría seguir cayendo este año y el próximo”. “Sin embargo, el margen es reducido. Una caída pronunciada y prolongada del precio conllevaría al cierre de algunas minas que dejarían de ser rentables regresando al precio a niveles de equilibrio”, advirtió.
En el caso de los precios del zinc y el plomo, afirmó que estos tienen mejores fundamentos, aunque -señaló- el cierre de algunas minas de zinc –que también producen plomo- por agotamiento del mineral ha ajustado el balance entre oferta y demanda en estos mercados.
“Entre el 2015 y 2016, la mina Century de la compañía china MMG ubicada en Australia –una de las minas de zinc más grandes a nivel mundial- cerraría sus operaciones por el agotamiento de sus reservas. Algunos nuevos proyectos empezarían a operar durante los próximos años. Sin embargo, no lograrían compensar la producción de las minas que están cerrando”, refirió.
Recordó que China representa 44% y 45% de la demanda mundial de zinc y plomo, respectivamente. Por ello, dijo que la fortaleza de la demanda de China que continuaría creciendo a tasas por encima del 7% le otorga soporte a la demanda de metales industriales. “Estos factores contribuirán a ampliar la brecha entre oferta y demanda de zinc y plomo durante los próximos años, ejerciendo presión al alza sobre los precios”, anotó.
Metales Preciosos
En tanto, afirmó que los fundamentos en el mercado físico del oro continúan siendo positivos. “La demanda de China se incrementó 90% durante el 2013, convirtiéndose en el principal demandante de oro en el mundo, superando a la India por primera vez. La producción mundial de oro crece a tasas mínimas y no es suficiente para satisfacer la demanda”, dijo.
Agregó que durante el 2013 surgieron fuentes no tradicionales de oferta, entre las que figuran la venta de oro de ETFs (Exchange-Traded Fund) y salidas de inventarios mantenidas en bolsas. Aún así, señaló, esta oferta es insuficiente para satisfacer la demanda y aunque se desconoce quien está vendiendo tanto oro, esta fuente de oferta tendría un límite.
“Es difícil prever hasta cuándo van a continuar estas ventas -que reflejan un desahorro en alguna parte del mundo- sobre todo porque su procedencia es desconocida. La caída del precio en 28% durante el 2013 es reflejo de este comportamiento y -de continuar- podría seguir ejerciendo presiones a la baja en el precio. Dada la inusual dinámica en el mercado del oro observada en el 2013 es poco probable que esta se repita en el 2014, al menos no en la misma magnitud”, apuntó.
Aseguró que bajo estas condiciones, las proyecciones del banco para los precios del oro son conservadoras. “Es probable que el precio mínimo alcanzado (US$ 1,180 por onza) en el 2013 actúe como un fuerte nivel de soporte, evitando precios por debajo de este nivel. A medida que se agoten las fuentes de oferta no tradicionales, el precio del oro debería volver a su tendencia alcista de largo plazo”, refirió.
Adicionalmente, señaló, el exceso de liquidez en los mercados distorsiona y magnifica los movimientos en los precios de los metales –sobretodo los más expuestos a los mercados financieros- otorgándoles mayor volatilidad. Este factor seguirá estando presente en los próximos años debido a los programas de estímulo monetario aplicados en varios países desarrollados.