La petrolera Shell expande sus intereses en Vaca Muerta tras los alentadores resultados exploratorios. A través de su filial, O&G Developments adquirió porcentajes de dos bloques.

La Provincia aprobó la transferencia a Shell del 42,5% de La Escalonada y Rincón La Ceniza. La empresa que dirige José Aranguren compró esas participaciones a la francesa Total, que seguirá siendo la operadora, con un 42,5% de las áreas, y el 15% restante seguirá en manos de la provincial Gas y Petróleo del Neuquén (GyP).

Los bloques, de alto riesgo exploratorio, fueron adjudicados a Total en 2010, y formaron parte de la primera ronda licitatoria que lanzó GyP.

La Escalonada y Rincón La Ceniza son dos bloques sin actividad convencional que hoy cobran importancia al estar ubicados en la zona de gas rico de Vaca Muerta, y son linderos a San Roque, área que opera Total.

Gana terreno
Shell busca de esta forma posicionarse en sectores estratégicos del prometedor shale neuquino. Es que ya perforó cinco pozos exploratorios exitosos en Sierras Blancas, Águila Mora y Cruz de Lorena.
Para este año la empresa angloholandesa anunció que compañía aumentará su inversión en proyectos no convencionales, que rondarán los 500 millones de dólares.

De esta manera, triplicará los desembolsos en Vaca Muerta, que en 2013 ascendieron a 170 millones de dólares.

La decisión, según explicó el presidente de la firma, Juan José Aranguren, se tomó con la expectativa de que el “viento de cambio en el gobierno argentino alcance a la política energética para impulsar el desarrollo del shale oil y shale gas como vehículo para reducir las importaciones de combustibles”.
La compañía, que lleva un centenar de años en la Argentina, mantiene una tirante relación con el gobierno nacional, pero tiene buena relación con las autoridades neuquinas.

Shell retornó al mercado de la exploración y producción en el país, atraída por Vaca Muerta, luego de una década en la que se dedicó exclusivamente a los combustibles (refino y expendedoras).