La Resolución 733/2009 estableció pautas específicas para el abastecimiento del mercado de combustibles en el marco del Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentable de Biocombustibles. Dispuso, entre otras cuestiones inherentes a la actividad, cuotificar los volúmenes de Bioetanol tendientes a aumentar el porcentaje de participación de dicho producto en su mezcla con las naftas.

El objetivo de máxima era alcanzar un corte del 10 por ciento. Para llegar a esa marca el incremento del porcentaje de mezcla fue llevado a cabo en forma progresiva y a medida de que las empresas elaboradoras fueron poniendo dicho producto a disposición del mercado.

El presente encuentra a la industria en un buen momento. Días atrás la Unidad Ejecutiva de Monitoreo ajustó su precio, llevando el litro de 6,621 pesos en febrero a 7,162 en marzo; que en relación al mismo mes pero de 2013 el incremento representa una suba del 41 por ciento. Esta decisión traccionó algunas inversiones que se encontraban en stand by.

Según revelan referentes del sector, en abril entra en operaciones la destilería de ACA BIO en Villa María y poco después la de Diaser en San Luis. Sumadas a las plantas ya existentes y en funcionamiento, todo indica que el contexto resulta muy propicio para garantizar el corte obligatorio al máximo permitido por la normativa nacional.

La mayoría de las compañías petroleras ya distribuyen el E10 en sus estaciones de servicio. No sólo la súper, también la de máxima calidad, denominada Premium, contiene su cuota de Bioetanol. La mezcla incluso, comprende a las importadas.

Con el reemplazo, Argentina ahorraría este año la considerable cifra de 850 millones de litros de naftas. La medida no solamente permitirá aliviar el déficit energético que generan las compras en el exterior, sino que además potenciará la actividad y el empleo de mano de obra nacional.