El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) informa que ayer viernes 28 de marzo por la tarde (5:30 pm) la empresa Minera Chinalco S.A. cumplió con acatar la medida preventiva que había sido ordenada por dicha entidad de fiscalización ambiental ese mismo día en horas de la mañana, lo que significa que la mencionada empresa ha detenido la descarga de efluentes provenientes de la unidad minera Toromocho que se estaban vertiendo en las lagunas Huacrococha y Huascacocha, ubicadas en el distrito de Morococha de la provincia de Yauli del departamento de Junín.
El OEFA informa que continuará vigilante del cumplimiento de la medida dictada con el fin de proteger el ambiente.
Chinalco acató una orden del regulador ambiental de Perú y suspendió temporalmente las operaciones en su mina de cobre Toromocho, que según las autoridades estaban contaminando dos lagunas en los Andes, dijo el sábado una fuente de la compañía.
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) había pedido detener la actividad de Toromocho tras detectar que dos depósitos de desmonte de la mina, una de las más grandes del país, vertían "efluentes ácidos" en las vecinas lagunas Huacrococha y Huascacocha del distrito de Morococha.
"Hemos acatado la orden ayer viernes mismo cuando nos fue comunicada. Las operaciones están suspendidas", dijo a Reuters una fuente de Chinalco en Perú que pidió no ser identificada.
En un posterior comunicado, la OEFA dijo que, tras verificar que se acató la orden, Chinalco "ha detenido la descarga de efluentes provenientes de su unidad minera".
Toromocho, una mina a cielo abierto, inició operaciones en diciembre tras una inversión de 4.820 millones de dólares, uno de los proyectos mineros más grandes del país andino.
Se espera que la mina produzca 300.000 toneladas de cobre anuales cuando opere a plena capacidad.
La fuente de Chinalco dijo que realizan "averiguaciones para determinar lo sucedido y que en los próximos días tomarán acciones en función de los resultados de las investigaciones".
La mina, ubicada a 150 kilómetros al este de Lima y a unos 4.500 metros sobre el nivel del mar, elevará en un 25 por ciento la producción anual de cobre de Perú -el segundo productor mundial del metal básico-, a unos 1,6 millones de toneladas.
Imágenes divulgadas por la OEFA en su página web muestran aguas turbias deslizándose por la pendiente de una montaña hacia una de las lagunas vecinas a las operaciones de Toromocho.
"Las medidas preventivas se dictan cuando se evidencia un alto grado de riesgo de producirse un daño grave al ambiente o a la salud de las personas, así como para mitigar las causas que generan la degradación o el daño ambiental", dijo la OEFA.
La entidad precisó que los vertimientos contaminantes de Toromocho fueron detectados durante acciones de supervisión realizadas por el organismo entre el 16 y 20 de marzo.
El inicio de operaciones en Toromocho en diciembre fue una buena señal para el Gobierno del presidente Ollanta Humala, quien ha afrontado el retraso de grandes proyectos mineros en medio de conflictos sociales y trabas burocráticas.
La minería es una de las actividades económicas claves en Perú. Sus exportaciones representan el 60 por ciento del total de los ingresos por ventas del país sudamericano.