La decisión del INDEC de ubicar ayer la cifra oficial de crecimiento de la economía argentina por debajo de la que se esperaba permitirá al Gobierno contar con u$s 2.800 millones de las reservas del Central para gastar en inversiones de capital.
Esto porque el Presupuesto nacional de 2014, votado el año pasado, incluyó la posibilidad de invertir cualquier excedente que surgiera del Fondo de Desendeudamiento creado para cancelar los vencimientos de capital e intereses que tiene el Estado con tenedores privados (en monedas local y extranjera), y que se fijó en los u$s 9.855 millones.
El pago del cupón PBI estaba previsto y calculado en unos u$s 3.500 millones, para el caso de que la economía creciera durante 2013 por encima del 3,25 por ciento. Pero el dato informado por el INDEC, ayer, resultó inferior a esa cifra y dio espacio al Gobierno para disponer de este monto "excepcional" (similar al que obtuvo, por la misma razón, el año pasado).
El Presupuesto nacional establece que "los recursos que conformen el fondo del desendeudamiento argentino (es decir, las reservas) se destinarán, en la medida en que ello disminuya el costo financiero por ahorro en el pago de intereses, a la cancelación de servicios de la deuda pública con tenedores privados correspondientes al ejercicio fiscal 2014 y, en caso de resultar un excedente y siempre que tengan efecto monetario neutro, a financiar gastos de capital".
La deuda que se terminará de pagar este año al sector privado suma, entre vencimientos de capital e intereses, u$s 7.023 millones según las últimas cifras publicadas por la Secretaría de Finanzas en la página web del Ministerio de Economía (u$s 4.099 millones en capital y u$s 2.924 millones en intereses). Esto indica que habría un excedente de más de u$s 2.800 millones que el Estado podrá destinar a gastos de capital como, por ejemplo, inversiones de la petrolera YPF.
El Presupuesto indica que el monto de reservas sobrestimado para pago de deuda puede ser destinado a gastos de capital siempre que éstos tengan un "efecto monetario neutro". Esto prohíbe, en rigor, que sean desembolsados en pesos en el mercado interno y puedan afectar de este modo la oferta de dinero y las tasas de interés.
Si bien la ley da margen al Gobierno para usar casi discrecionalmente estos dólares del Central (siempre que sea con este destino), el mayor limitante para hacerlo podría estar dado este año por la dirección que tomó la política económica, que hoy da prioridad a los esfuerzos que se dirijan a mantener estable el nivel de reservas del organismo y, en cambio, posterga aquellos que buscan apuntalar la inversión y la actividad.