El mayor impacto será para los usuarios de mayor envergadura; se hará en tres etapas y el impacto en las boletas será de entre $20 y $850; afectará a los hogares y a los comercios, pero no a las industrias; habrá incentivos para reducir el consumo
VEA EN ENERCLUB: MENOS SUBSIDIOS EN SERVICIOS PUBLICOS ARGENTINOS. LA PRESENTACIÓN COMPLETA
El ministro de Economía, Axel Kicillof, y el de Planificación, Julio de Vido, anunciaron ayer la quita de los subsidios al gas y al agua. Evitando hablar de “aumento” y presentando el anuncio como un “programa de reasignación de subsidios”, los funcionarios dieron a conocer el esquema que implicará una suba en la tarifa del gas de entre el 100% y 284%. En el caso del agua, los aumentos van del 170% al 406%. Por esta vía, según Kicillof, el Estado ahorraría entre $ 5 mil millones y $ 13 mil millones.
Pese al notable golpe al bolsillo de los consumidores que implicará la medida, el ministro de Economía se negó a reconocer y hablar del aumento de la tarifa. “Les pido encarecidamente que no se basen en títulos amarillistas que hablen de ajustes y tarifazos, porque perjudican a los usuarios si no les informan de las excepciones”, dijo a periodistas durante la conferencia de prensa. Las excepciones son, entre otras, las viviendas sociales, los usuarios con enfermedades crónicas o capacidades especiales, trabajadores que con sueldos menores a $ 5.200, desempleados, entre otros.
El resto de los consumidores tendrá aumentos de entre $ 20 y $ 850 en el servicio del gas, dependiendo del nivel de consumo. Será a nivel nacional y en tres tramos, en abril, junio y agosto. Y el mes que viene (o sea a partir del martes) el servicio se encarece entre 40% y 113%.
Asimismo, los ministros aclararon que q uien reduzca su consumo en un 20% respecto del año pasado y tenga un “consumo responsable”, podrá conservar el subsidio.
O tendrá una reducción de la mitad del subsidio si registra un consumo bimestral del 5% al 19,9% menor al de igual bimestre de 2013. Algo que no aplica para las facturas de agua. Allí las subas son por zona residencial, se aplicará sólo a la región metropolitana, y serán de entre $18 y $130, también en tres tramos, empezando el primer incremento en abril. Desde abril las facturas de agua ya tendrán subas de entre el 66% y el 162%.
Los funcionarios evitaron hablar de aumentos y siempre se refirieron a la medida como “reasignación” de subsidios. “Lo llamamos así porque las tarifas desde 2003 están subsidiadas.
Se trató de una política deliberada y durante estos años fueron un elemento dinamizador de la economía ”, justificó Kicillof. El argumento del ministro para defender la quita fue el crecimiento de los salarios: “En 2003 los subsidios representaban un 5% del salario mínimo vital y móvil y hoy apenas un 0,5%”.
Pero la pregunta que los economistas se hacen por estas horas es cuánto dinero se ahorrará el Estado tras la medida. Según palabras del propio ministro de Economía: “Las posibilidades que hay de ahorro que son decisiones individuales sobre el consumo, representan una verdadera incógnita respecto al volumen de recursos que se va a producir. Una estimación razonable estará entre 5 mil y 13 mil millones de pesos”. No obstante, precisó que ese dinero se destinará a la Asignación Universal por Hijo. Horas después Kicillof anunció que con la nueva medición del INDEC la economía creció en 2013 un 3% y no 4,9% como se había informado. Esto implica que el país evitará pagar el cupón del bono atado al PBI.
La Nación. Por Pablo Fernández Blanco
La medida, que está entre las más antipáticas dentro del manual del kirchnerismo y se tomó luego de varias marchas y contramarchas, provocará aumentos de hasta 406% en las boletas de agua de la región metropolitana y de hasta 284% en el caso del gas en el nivel nacional, según la información que se difundió ayer de manera oficial.
Los ajustes afectarán a más de ocho millones de clientes de gas y a poco menos de dos millones de conexiones en el caso del agua.
Los ministros de Economía, Axel Kicillof , y de Planificación, Julio De Vido , encabezaron el anuncio, que se hizo en el microcine del Palacio de Hacienda. Durante dos horas, explicaron las bondades de la política de subsidios, que el kirchnerismo mantiene desde 2003 y ahora parece dispuesto a revisar; repitieron que no se trataba de un ajuste y hasta consideraron que el eventual aumento en las facturas tendrá un efecto positivo sobre la inflación.
Ambos, también, hicieron especial esfuerzo en no expresar los futuros aumentos bajo la forma de porcentajes, se enojaron con los cronistas de distintos medios ante las preguntas sobre ese punto y prefirieron hablar de números absolutos.
De acuerdo con la presentación de De Vido, un usuario de gas que hoy paga $ 20 (un 27% de los usuarios) por bimestre sufrirá una reducción de subsidios de $ 8 a partir del consumo de abril, de $ 6 en junio y de otros $ 6 a partir de agosto. En total, sufrirá un recorte en los aportes del Estado a su consumo de 17%, que equivalen a $ 20. Así, deberá pagar $ 40 al final del período; es decir, un 100% más que en su última factura.
Para un usuario que gasta $ 44 por bimestre, la quita de subsidios será de $ 76 (un 23%), por lo que deberá desembolsar 172% más que ahora.
Mientras tanto, quienes pagan $ 325 por bimestre, conocidos en la jerga del sector como clientes R3-4 (los de mayor consumo), tendrán una reducción de 80% en los subsidios, que equivale a $ 825. Pagarán para el consumo de agosto $ 1175; es decir, 261% más. Esa categoría incluye a clientes de gas con consumos superiores al ejemplo. Por eso, aunque los ministros no lo especificaron, las subas podrían ser mayores para ellos.
La quita de subsidios al gas tendrá un fuerte efecto en el GNC, el combustible que utilizan principalmente taxis y remises. El valor del insumo en boca de pozo (mayorista) pasará de $ 0,5983 el metro cúbico (m3) a $ 0,7324, con una suba de casi 23%. Ese ítem explica más de un 90% del costo final del insumo para las estaciones de servicio, que en la Capital Federal lo venden a razón de $ 2,5. Las estaciones suelen poner los precios que creen convenientes, con mucha variación según las zonas, por lo que se estima que pasarán los mayores costos al valor final de venta.
Mientras tanto, un usuario barrial de Aysa (de las zonas menos acomodadas) que paga una factura bimestral de $ 27 afrontará una quita escalonada de 30% en los subsidios a partir de agosto, por lo que pagará $ 73, un 170% más. En la otra punta, un usuario enmarcado en la zona denominada "Alta", como Recoleta, Belgrano, Palermo u Olivos, sufrirá una quita de 80% y pagará una factura de $ 162, un 406% más que ahora.
POR EL AHORRO
La reducción de subsidios fue presentada como la "consolidación del uso racional y eficiente del gas natural y el agua". Esa premisa se basa en un premio que puso el Gobierno para quienes menos consuman.
Kicillof informó que "no habrá quita ni reducción alguna para quienes consigan reducir el consumo de gas un 20% en la comparación bimestral interanual, y también será gradualmente menor para los ahorros de consumo que oscilen entre 5 y 20%, lo que claramente representa un premio para el consumo responsable".
En el caso del agua, sin embargo, el incremento resultará inevitable.
Los recortes en los subsidios alcanzarían los $ 15.000 millones anuales, casi 12% de los 134.114 millones en subvenciones que el Estado transfirió en 2013. Pero De Vido y Kicillof ensayaron distintos argumentos para justificar que el recorte de subsidios a la energía no es un ajuste. El ministro de Economía sostuvo: "Es central explicar por qué hablamos de quita, pero con redistribución: lo que se genere de facturación adicional por la quita de subsidios se va a destinar íntegramente a cubrir los gastos de las distribuidoras y transportadores [para obras], pero lo que quede por encima de eso se destinará a la Asignación Universal por Hijo y al [plan] Progresar, por eso hablo de redireccionamiento".
En todos los casos se trata de iniciativas y programas que ya tienen asignadas partidas presupuestarias, por lo que es esperable una menor erogación del Tesoro. Además, como la mayor parte se destina a cubrir importaciones que se encarecieron tras la devaluación, es posible que el ajuste sirva sólo para compensar los mayores gastos del Estado.
El Gobierno elaboró una larga lista de usuarios exceptuados que no sufrirá quitas. Entre ellos, los beneficiarios de la AUH y los jubilados que perciban el haber mínimo. Tampoco los "pensionados ni quienes reciban asignaciones familiares con ingresos inferiores a 5200 pesos, pensiones no contributivas, subsidio por desempleo y quienes acrediten certificado de discapacidad", informó la Anses.
CÓMO LO VIERON EN LA CALLE
LA NACION relevó testimonios de vecinos de Buenos Aires
Claudio - Abogado, Recoleta
"Ya me quitaron el subsidio a la luz y ahora pago cuatro veces más. Esta vez voy a regular el consumo"
Vanesa - Docente, Belgrano
"En mi profesión el sueldo no es alto y un aumento en las tarifas va a afectar mi ingreso y vida cotidiana"
Daniel - Electricista, belgrano
"Ahorro y gasto lo justo. La medida me parece bien, sobre todo porque se diferencia por la ubicación"
Natalia - Comerciante, Belgrano
"No me parece mal la medida, pero sí creo que el Estado debería destinar lo que cobra a la salud y educación"
María Florencia - estudiante, Caballito
"Me complicará llegar a fin de mes. Es un gasto que se suma para mis padres, que pagan mis estudios"
Viviana - Belgrano, quiosquera
"Me cobran gas importado y no pago menos de 180 pesos. Este aumento va a ser un golpe al bolsillo"
Ayelén - Vendedora, Almagro
"Me parece una medida excesiva. El Estado subsidia otros servicios que aumentaron y no mejoraron"
Marcelo - Vendedor, Vicente López.
Ámbito Financiero
El Gobierno anunció ayer la puesta en marcha de un programa de reasignación de subsidios en las facturas de gas natural y de AySA, que prevé una reducción de estos beneficios de hasta el 80% que se aplicará en tres etapas, y que contempla un esquema de premios para el consumo responsable y excepciones para jubilados e integrantes de planes sociales.
La decisión fue comunicada por los ministros Axel Kicillof y Julio De Vido, en una conferencia de prensa brindada al mediodía, en la que enfatizaron que la reasignación de subsidios estará destinada a beneficiar a los sectores más vulnerables y apuntalar la política de distribución de los planes sociales vigentes.
Ambos ministros subrayaron que quedan exceptuados de la medida todos los usuarios industriales, los residentes de provincias patagónicas que se encuentran por debajo de la línea del Río Colorado y a las personas que cobran la jubilación mínima y a quienes reciben planes sociales distribuidos por el Gobierno nacional, entre otros. "Este Gobierno está comprometido con la política de subsidios y los va a sostener porque estamos convencidos que forma parte de una gestión exitosa y permitieron un crecimiento formidable de la economía a partir del 2003", dijo Kicillof.
En tal sentido, añadió que "no habrá quita ni reducción alguna para quienes (hogares o comercios) consigan reducir el consumo de gas un 20% en la comparación bimestral interanual, y también será gradualmente menor para los ahorros de consumo que oscilen entre el 5% y el 20%, lo que claramente representa un premio para el consumo responsable". El titular del Palacio de Hacienda calculó que por la medida se recaudarían entre $ 5.000 y $ 13.000 millones, según el ahorro que realice el público.
Por la tarde, Cristina de Kirchner insistió con el punto. Dijo que el Gobierno prefiere "ahorrar el 1% de energía, que cobrar un 1% más (en tarifa) de energía". Explicó que "un 1% más de facturación, son $ 86 millones, pero "un 1% menos de consumo, son u$s 86 millones".
Kicillof sostuvo que "lo que se genere de facturación adicional se destinará, íntegramente, a cubrir gastos de transportadoras y distribuidoras, así como también habrá reasignaciones para profundizar los planes de Asignación Universal por Hijo y Progresar". En cuanto a las industrias, el ministro dijo que se mantendrán en las mismas condiciones, aunque aclaró que se pondrá en marcha un "monitoreo" ante eventuales situaciones de especulación (aumento de precios o desabastecimiento) que, de comprobarse, "perderán el subsidio pleno".
La Presidente también se refirió a este aspecto de la decisión oficial y dijo que "la industria consume tanto o más que los hogares", pero que se les mantendrán los subsidios "para que sigan siendo competitivos para el mercado interno y para que exporten". "Por eso quiero un ida y vuelta de los industriales"; la continuidad de los subsidios "es para todos: los pequeños, medianos, grandes y hasta para los monopólicos también", dijo Cristina al aludir a la magnitud de producción de la firma del Grupo Techint, firma que realizó ayer una inauguración de Siderar en Ramallo en la que participó la jefa de Estado por videoconferencia. También exhortó a los industriales "para que nadie se olvide del esfuerzo que hacen las finanzas del Estado, que, en definitiva, se sostienen por todos los argentinos".
De Vido, por su parte, repasó las obras realizadas por este Gobierno en materia energética y resaltó la importancia de proteger las "tarifas del sector industrial, que no es otro cosa que proteger a los seis millones de puestos de trabajo que hemos generado". Agregó que "la Argentina tiene las tarifas más competitivas de la región, tanto en gas como en agua, y es importante recordar que en 2003 no existía ninguna obra energética en licitación, ni siquiera en etapa de proyecto. Es más, dos obras estratégicas como Yacyretá y Atucha II, estaban paralizadas hacía una década". También dijo que en los últimos diez años se "invirtieron 92.500 millones de pesos en obras, de los cuales el 78% fueron aportados por el Estado nacional, incorporando gasoductos troncales y plantas compresoras".
La reducción del 20 por ciento en los subsidios al gas y agua se hará en abril, junio y agosto, no obstante los usuarios que alcancen una reducción del consumo del 20% no serán alcanzados por esta medida.
"Aquel usuario domiciliario o comercial que consiga reducir 20% su consumo de gas y/o agua, comparando bimestre contra bimestre, no tendrá quita de subsidios", aseguró el ministro de Economía.
Los usuarios industriales estan excluidos de esta quita para continuar con el beneficio de la competitividad necesario para el crecimiento de la economía, lo que en en ultima instancia mejora la calidad de vida de las personas, según se destacó.
"Si la reducción de consumo está entre 5 y el 20 por ciento, la quita del subsidio será del orden de 50 por ciento. Si no hay ninguna mejora, se le quita el subsidio. Queremos que sea un incentivo para usar responsablemente un insumo que es escaso", dijo Kicillof.
No obstante, explicó que "hay excepciones", entre las que figuran los usuarios que cobran la Asignación Universal por Hijo, el Plan Progresar, estan exentos del pago de ABL, o tienen certificado de discapacidad, entre otros.
Explicó que "se trata de una quita con redistribución. Esto es central: lo que se genere de facturación adicional por la quita de subsidios se va a destinar a cubrir gastos de las distribuidoras, el Programa Progresar y la Asignacion Universal por Hijo", con el fin de "generar dinamismo en el mercado interno".
Kicillof reivindicó la política de subsidios implementada por Néstor Kirchner y continuada por Cristina Fernández de Kirchner, que "permitió reactivar la economía y mejorar la calidad de vida de la gente".
En rueda de prensa en el microcine del Palacio de Hacienda, dijo: "Quiero hacer una reivindicacion de la política de subsidios en el terreno de los servicios públicos que lleva y seguirá llevando adelante este Gobierno después de este anuncio", enfatizó.
"Lo llamamos reasignación de subsidios, porque tener las tarifas de gas, agua y luz subsidiadas desde 2003, eso no ha sido un error sino una política deliberada de subsidiar estos servicios", afirmó Kicillof.
Agreró al respecto que la decisión "de Néstor y Cristina han mostrado que este era un programa de crecimiento con inclusión social, y que tiene muchas políticas que lo sostienen".
Por su parte,el ministro De Vido enumeró las obras energéticas realizadas desde 2003 a la fecha, que sumaron 92.500 millones de pesos, en su mayoría realizadas con "aportes del Estado Nacional", y que permitieron incorporar a más de "2 millones de hogares a la red de gas natural".
En su presentación remarcó que "cuando protegemos las tarifas del sector industrial, estamos protegiendo los seis millones de puestos de trabajo creados.
La Nación
El Gobierno anunció hoy que a partir del 1 de abril reducirá entre 17 y 80 % los subsidios que aplicaba a las tarifas de gas y de agua para los consumidores residenciales y los comercios.
El ministro de Economía Axel Kicillof anunció esta mañana un "programa de reasignación de subsidios y consumo responsable" para el gas y el agua, que implicará una reducción global de un 20% en los subsidios, con una quita que podrá llegar hasta el 80% para los usuarios de mayor envergadura.
La reducción en los subsidios a los servicios básicos se hará en etapas (en abril, junio y agosto) y habrá incentivos para quienes logren reducir su consumo.
"Vamos a aplicar una reducción parcial de subsidios, en aproximadamente un 20 por ciento en el caso de gas y agua", dijo, en una conferencia de prensa desde el Ministerio de Economía , acompañado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido .
El recorte en las subvenciones al gas y el agua derivará en aumentos de las facturas de consumidores residenciales y comerciantes, pero en principio no afectará a las industrias .
El impacto acumulativo de la medida implicará para el gas un aumento de las tarifas de entre 20 y 850 pesos, dependiendo el nivel de consumo, en tanto que las boletas de agua pasarán de 30 a 90 pesos bimestrales para la clase media; de 27 a 46 pesos en barrios de menores recursos y de 52 a 130 pesos para el sector de mayores ingresos.
"No hemos cambiado de idea. Seguimos sosteniendo una política de subsidios", aseguró Kicillof.
INCENTIVO AL USO RESPONSABLE
Según consignó la agencia Télam, se implementará un sistema de incentivos para el uso responsable de los servicios. Según el mecanismo anunciado, los usuarios que alcancen una reducción del consumo del 20%, no serán alcanzados por la medida.
En tanto, "aquel usuario domiciliario o comercial que consiga reducir 20% su consumo de gas y/o agua, comparando bimestre contra bimestre, no tendrá quita de subsidios" aseguró el ministro de Economía.
"Si la reducción de consumo está entre 5 y el 20%, la quita del subsidio será del orden de 50%", dijo Kicillof. Y consideró: "Queremos que sea un incentivo para usar responsablemente un insumo que es escaso".
"EXCEPCIONES"
El ministro De Vido detalló cómo será el recorte de los subsidios de gas . Explicó que se hará en tres etapas acumulativas, en abril, junio y agosto, y que estarán exentos los beneficiarios de viviendas sociales, los jubilados que cobren la mínima y quienes cobren ayuda por desempleo.
Tampoco se les quitará el subsidio a los domicilios y comercios de las ciudades patagónicas -por debajo del Río Colorado- porque son considerados dependientes del gas por las bajas temperaturas.
Los usuarios industriales, en tanto, están excluidos de la quita. "Va a afectar a particulares y comercios pero no a los sectores industriales, para seguir sosteniendo la política de subsidios como resorte a la productividad. Vamos a monitorear de cerca que ellos también cumplan los compromisos con la sociedad, no sea cosa que haya aumentos de precios, (sino) perderán el subsidio", señaló el ministro de Economía.
"REDISTRIBUCIÓN"
"Es central explicar por qué hablamos de quita pero con redistribución: lo que se genere de facturación adicional por la quita de subsidios se va a destinar íntegramente a cubrir los gastos de las distribuidoras y transportadores, pero lo que quede por encima de eso se destinará a la AUH y al Progresar, por eso hablo de redireccionamiento", planteó Kicillof, en referencia a la Asignación Universal por Hijo (AUH) y al Plan Progresar.
El titular del Palacio de Hacienda indicó que el consumo de gas domiciliario creció 39,6% en los últimos diez años. "Ha habido un aumento formidable de la demanda domiciliaria de gas por mejor poder adquisitivo de los salarios y por la ampliación de la red de gas en domicilio, que ha llegado a regiones donde antes no estaba", dijo.
Anticipo. El anuncio había sido anticipado por LA NACION . Después de múltiples idas y venidas, después del reconocimiento por parte de Kicillof y del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich , de la intención del Gobierno de achicar los subsidios a los servicios públicos, finalmente la noticia se dio a conocer hoy
El ministro de Planificación, Julio de Vido, anunció que habrá una serie de personas que no sufrirán la quita de subsidios. Entre ellos, aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad social, como lo son los jubilados que cobran la mínima y los beneficiarios de planes, viviendas sociales y construcción desfavorable.
El beneficio se mantendrá para quienes reciben la Asignación Universal por Hijo; los que sufren enfermedades crónicas o que tienen capacidades diferentes; trabajadores queperciben alguna asignación familiar porque su sueldo es menor a $5200; familias con multiplicidad de hogar en una misma vivienda; los exentos del pago de ABL; casos deautopostulación que demuestren insuficiencia de recursos; servicios asistenciales como asilos, hogares sustitutos, geriátricos públicos, centros contra adicciones, orfanatos y comedores (para esos últimos casos mencionados ya se encuentra abierto el registro de exceptuados).
Universidades, asociaciones de consumidores, entes reguladores, el ministerio de Asuntos Sociales, gobernadores e intendentes tampoco serán alcanzados por esta resolución del Gobierno.
Asimismo estarán exceptuados de la reducción los 564 mil usuarios que están bajo la línea del Río Colorado, es decir desde Carmen de Patagones hasta Tierra del Fuego; todas poblaciones que son gas-dependientes.
La medida tampoco afectará a aquellos usuarios que, por las condiciones climáticas del lugar en el que residen, tienen que utilizar la calefacción como una necesidad central de su forma de vida; por ejemplo quienes habitan en la Patagonia.
Los usuarios industriales también mantendrán los subsidios, con el objetivo de "sostener la política nacional como un resorte a la competitividad y a la producción", explicóAxel Kicillof. "Eso sí, vamos a monitorear de cerca que ellos cumplan los compromisos con el Gobierno: si realizan aumentos de precios desmedidos, perderán el subsidio. Lo mismo sucederá si utilizan tácticas de desabastecimiento", advirtió el ministro de Economía.
Tampoco van a formar parte de este programa de redistribución de subsidios los usuarios de garrafa, porque no tienen servicio de gas natural; entre ellos se señaló a los habitantes de Formosa, Chaco, Misiones, el norte de Entre Ríos y el norte de Santa Fe, y una parte de Santiago del Estero.
El Gobierno anunció una quita parcial del 20% en los subsidios al gas y el agua potable para usuarios residenciales y comerciales, pero esto no afectará a determinados grupos de personas.
"Va a afectar a particulares y comercio pero no a los sectores industriales, y esto es un factor central ya que no se aplicará con el propósito de seguir sosteniendo la política de subsidios", indicó.
Además, seguirán recibiendo el subsidio las personas que vivan bajo la línea del Río Colorado, y todas poblaciones que dependen del gas para su vida diaria.
Tampoco se les reducirán los subsidios a los usuarios de garrafa y a las provincias donde no tienen servicio de gas natural; entre los que se encuentran Formosa, Chaco, Misiones, el norte de Entre Ríos y el norte de Santa Fe, y una parte de Santiago del Estero.
Por último seguirán teniendo los mismos beneficios en politica de subsidios quienes reciban la Asignación Universal por Hijo; los que sufren enfermedades crónicas; discapacitados; trabajadores que perciben alguna asignación familiar; los exentos del pago de ABL; orfanatos y comedores.
Los ministros de Economía, Axel Kicillof, y Planificiación, Julio de Vido, anunciaron hoy un recorte del 20% en los subsidios que el Estado destina a las tarifas de gas y agua de usuarios residenciales y comerciales. Sin embargo, el aumento que verán plasmado los consumidores en las boletas será de por lo menos el 100 por ciento cuando en agosto se complete el cronograma de quitas si el usuario no disminuye por lo menos un 5% el consumo.
Es que el recorte del 20% que Kicillof anunció no es en los subsidios de cada boleta sino lo que el Gobierno estima que se ahorrará en la masa total de subsidios a partir de las medidas anunciadas. Además, por la proporción de la tarifa que cubren hoy los subsidios, el impacto en la boleta es muy superior al porcentaje en el que se recorten esos subsidios.
En el caso del agua, los usuarios verán encarecerse las boletas según la zona en la que residan. Como ejemplos y en líneas generales, De Vido puntualizó que cuando esté completada la quita de subsidios, los usuarios de AySA de barrios de bajos recursos pasarán de una factura bimestral (promedio) de $ 27 a una de $ 73; los de barrios de clase media, de $ 30 a $ 120; y los de clase alta, de $ 32 bimestrales a $ 162. Esto implica aumentos que van desde 140% al 400%, aunque implican montos relativamente bajos.
Para el caso del gas, el recorte dependerá de cuánto consiga ahorrar el usuario en un bimestre con respecto al “consumo bimestral anualizado”:
- Si el consumo es un 20% menor, no sufrirá ningún recorte.
- Si el consumo es entre un 5% y un 20% más bajo, le recortarán hasta el 40% del subsidio.
- Y si el consumo es igual, superior o apenas menor al “consumo bimestral anualizado”, le recortarán hasta el 80% el subsidio.
La quita “parcial” del subsidio implicará un aumento que tendrá como piso el 100%, según muestra una de las filminas con las que De Vido apoyó hoy su presentación en Hacienda.
Según esos datos, un usuario R1 que hoy paga $ 20 por bimestre verá aumentar su factura en $ 8 a partir de abril, en $ 6 en junio y en otros $ 6 en agosto. Al final, pasará a pagar unos $ 40 por bimestre, y aunque la reducción de los subsidios es del 17%, el impacto en la boleta será del 100%.
Para cuando esté completado el recorte de subsidios, la boleta promedio de un usuario R2-1 pasará de $ 30 a $ 65; la de un R2-2, de $ 35 a $ 85, y la de un R2-3, de $ 44 a $ 120. Un usuario R3-1 pasará de pagar en promedio $ 77 a $ 222; un R3-2, de $ 119 a $ 369; un R3-3, de $ 183 a $ 703 y un R3-4, de $ 325 a $ 1.175, según indica la información de Planificación.
En esos casos, los recortes de los subsidios a las tarifas van del 17% al 80%, pero el aumento que los usuarios verían reflejado en la boleta, en promedio, arranca en el 117% para el usuario R2-1 y llega al 284% para el usuario R3-3.