Sin prisa pero sin pausa. Esa ha sido la tónica del trabajo que el ministro de Energía, Máximo Pacheco, está desarrollando para dar forma a lo que será la esperada agenda energética, instrumento que forma parte de las 50 medidas comprometidas para los primeros cien días del gobierno, pero que la administración pretende presentar el próximo 21 de mayo.
Conocedores de la dinámica que el ex ejecutivo de International Paper ha desplegado en la cartera destacan la capacidad que ha tenido para impregnar en su equipo de colaboradores el sello de una personalidad estimulante y las características de un método de trabajo que desarrolló a partir de su experiencia en el extranjero.
“Es exigente e impone un ritmo que a veces puede ser difícil de seguir, pero lo hace con una forma simpática y divertida, como podrías ver a alguien en una actividad social”, dice un colaborador.
La mezcla de ambos factores -dicen al interior de su equipo- les ha permitido afrontar el doble desafío del proceso de instalación y la definición de la hoja de ruta que el país debería aplicar para tratar de superar la crisis energética.
Las mismas fuentes comentan que el mandato de la Presidenta Michelle Bachelet fue claro: la propuesta que reciba no puede ser “más de lo mismo”, lo que significa que debe salir del terreno de los diagnósticos y plantear acciones concretas.
“El ministro quiere armar una agenda concreta y específica con acciones que se resuelvan en el corto, mediano y largo plazo y en la cual lo técnico sea un elemento más dentro del juicio”, dice un colaborador de Pacheco.
Para obtener los resultados que espera, el secretario de Estado entregó a los encargados de las nueve divisiones que conforman el ministerio una serie de directrices basadas en la instrucción que recibió de la mandataria y lo que él espera de cada una de ellas.
Una de las certezas que tiene el equipo es que la agenda no incluiría en ningún caso acciones que vayan asociadas a modificaciones normativas de fondo, como podría, ser por ejemplo una Ley Corta III.
Esto comentan en el sector supondría un cambio respecto de lo que se hizo en el primer período de Bachelet, donde el ministerio de Energía impulsó, aunque sin éxito, una reforma estructural a la normativa del sector con el rótulo de Ley Corta III (apuntaba a reordenar el área de distribución, luego que las versiones I y II, respectivamente, reformularon las áreas de transmisión y generación.
Perfil amplio e inclusivo
La idea de Pacheco es que cada una de estas áreas -entre las que figuran prospectiva y política energética; mercado eléctrico, hidrocarburos, energías renovables, eficiencia energética, desarrollo sustentable, acceso y equidad energética- realice sus propios análisis y proponga medidas específicas, a partir de las cuales finalmente Pacheco decidirá.
Claro que a la hora de las definiciones de la agenda, donde las medidas específicas se ordenarán bajo el paraguas de los lineamientos que fijó para su gestión, Pacheco también considerará los aportes que ha recibido en los distintos encuentros que ha sostenido y que seguirá teniendo con diversos actores de la sociedad, no sólo las empresas y las comunidades, sino que también la academia y otros grupos que pueden aportar en materia energética.
Es, precisamente, en este último punto donde un área específica del ministerio gana relevancia. Se trata de la unidad de participación y diálogo, que encabeza Javier Zulueta (ex director ejecutivo de Un Techo para Chile), y que fue creada por Pacheco.
Aunque esta unidad formalmente no tiene el estatus de división, dicen al interior del ministerio, que tiene la misma relevancia que cualquiera de estos grupos. La intención es que en paralelo a la recepción del feedback para establecer la agenda, este especialista en el diseño e implementación de programas de relaciones comunitarias y desarrollo sostenible, vaya anticipando los conflictos en torno a los proyectos energéticos en las zonas donde se emplazan.
Al interior del ministerio comentan que el viaje del ministro Pacheco a Magallanes el fin de semana marcó el puntapié inicial del modelo de trabajo de Zulueta, quien encabezó casi todas las reuniones y organizó grupos de trabajo que le entregaron ideas para el sector energético. En estos encuentros el ministro habría asumido un rol más pasivo, siguiendo eso de que “vine a escuchar”.
Afinan para los próximos días primera reunión del Comité de Ministros para la Energía
La sesión de ayer del grupo de operaciones de emergencia de la Onemi, que en La Moneda abordó la situación sísmica de la zona norte, obligó a posponer la primera reunión del Comité de Ministros para la Energía.
De esta forma, la instancia que está integrada por las carteras de Hacienda, Economía, Energía, Minería, Bienes Nacionales, Obras Públicas y Vivienda, afina su debut para los próximos días.
Conocedores del trabajo que desarrollará esta instancia, que la semana pasada fue anunciada por el titular de Hacienda, Alberto Arenas, será la definición del ordenamiento territorial.
Además, busca subsanar una falencia que venía de la administración anterior: la falta de coordinación.
"La intención es que en materias como el ordenamiento territorial, por ejemplo, todas las actividades económicas puedan tener su espacio y respeten a las comunidades y sus derechos ¿Cómo se iba a avanzar en eso con los ministros disgregados y sin conversar?", comentan.
Otro de los objetivos de este nuevo comité del gobierno es poder definir con mejor sintonía las urgencias y la escala de las medidas a aplicar en el corto, mediano y largo plazo. "Que las acciones no lleguen predefinidas desde cada ministerio sin la posibilidad de conversarlas desde el origen. Esto es algo que viene desde la presidenta, que ella pidió directamente", puntualizan.