Mientras el Congreso debate el pago a Repsol, en las provincias petroleras hay ebullición por cómo deberán enfrentar su parte. Existe un dato que las estremecería: la posibilidad de que Chevron abandone el proyecto en el famoso yacimiento.
El Estado nacional deberá pagarle a Repsol US$5.000 millones por la expropiación del 51% de las acciones que la petrolera española tenía en YPF. Los términos del acuerdo (pagos en bonos hasta 2033) están siendo debatidos en el Congreso (ya hay dictamen en el Senado).
El costo será compartido con las provincias petroleras a las que les corresponden acciones de la empresa reestatizada. Así lo reveló el secretario Legal y Técnico de la Nación, Carlos Zannini, a la hora de defender el proyecto ante el plenario de comisiones en el Senado.
Zannini, en la picota por estas horas al quedar involucrado en un escándalo político-judicial, le recomendó a los estados provinciales que, para pagar su parte correspondiente de la empresa, imiten el sistema de endeudamiento que utilizará Nación para hacer frente al compromiso asumido con Repsol.
Esto fue rechazado de plano por el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, quien aseguró que la provincia no emitirá deuda ni pagará en efectivo. Sapag anticipó que intentará reunirse con Axel Kicillof, figura clave del acuerdo, para plantear que "se use la creatividad y el ingenio" a la hora de reclamarle a las provincias por el pago de su participación en YPF.
La posición neuquina fue ratificada este jueves por el ministro de Energía neuquino, Guillermo Coco, quien aseveró que el Estado provincial "no pondrá un solo peso" para financiar el costo de la expropiación.
La misma sería -según Sapag- la posición de las otras provincias que integran la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi), grupo al que la ley le adjudicó el 49% de las acciones que quedaron en mano del Estado.
La posición de Neuquén es significativa por 2 motivos: el 1ro, es la provincia a la que mayor proporción de acciones le corresponde del ese 49% (41,5%) y, 2do, porque en su territorio está la parte más atractiva de la formación 'Vaca Muerta', uno de los motivos que inspiraron la expropiación.
Allí se desarrollan las actividades de otro polémico acuerdo: la comunión de YPF y la estadounidense Chevron. Si bien hubo una reivindicación del convenio tanto del Gobierno como de parte de YPF (Miguel Galuccio, CEO de la petrolera, la reiteró en el Senado), resta saber si para la compañía con base en Montain View, California, el yacimiento sobre el que se posa la 'esperanza negra' argentina es tan promisorio como se lo vendieron.
A partir de este jueves, Chevron tiene 60 días para definir si continúa en el proyecto las áreas Loma La Lata y Loma Campana, en Neuquén, que ejecuta en sociedad con YPF. Según trascendió, a principios de marzo finalizó la perforación de los 120 pozos proyectados en la prueba piloto para la que la estadounidense desembolsó US$1.240 millones pactados en el acuerdo firmado entre las partes.
Galuccio y Ali Moshiri, hombre fuerte de Chevron en la región, conversaron sobre los resultados de la exploración en su fase inicial. De continuar en el proyecto, Chevron avanzaría, junto a YPF, en una 2da etapa que incluye la perforación de más de 1.500 pozos adicionales para alcanzar en 2017 una producción de 50 mil barriles de petróleo y 3 millones de m3 de gas natural asociado por día.
Esa es una de las posibilidades. “El contrato que firmamos incluye una cláusula gatillo favorable a YPF. Chevron tiene entre 30 y 60 días para ratificar su compromiso de inversión o salir de la iniciativa. No puedo dilatar su decisión más allá de ese plazo”, dijo una fuente al tanto del convenio, una información que publicó este jueves el portal El Inversor Energético y Minero.
¿Qué pasaría si Chevron decide no continuar? Es probable que el interés inversor en 'Vaca Muerta' comience a menguar ante la sospecha de que no se trata de una parada rentable o atractiva. Una mala noticia para Cristina Fernández que acaba de interesar en París a la francesa Total. También habría que estar atentos a la reacción de otras petroleras que ya tienen acuerdos de exploración con YPF en la zona.
Por otro lado, no habría que descartar, producto de una eventual desilusión con 'Vaca Muerta, la desvalorización de las acciones de YPF en el mercado, lo que podría convertir en muy caro el precio convenido por la expropiación de las acciones de Repsol.
Durante los primeros días de marzo finalizó la perforación de los 120 pozos contemplados en el proyecto piloto encarado por YPF y Chevron en una fracción de las áreas Loma Campana y Loma La Lata, en función del acuerdo firmado a mediados del año pasado.
La petrolera bajo control estatal es la operadora del proyecto y la encargada de perforar los reservorios no convencionales en la formación Vaca Muerta de la cuenca Neuquina.
En una primera etapa, que finalizó este mes, Chevron invirtió 1240 millones de dólares para adquirir parte del área donde se está trabajando y para financiar el 50% de los trabajos realizados en el play. Ahora, en base a los resultados obtenidos, deberá decidir si sigue adelante con el proyecto, que implica un salto de calidad dado que las inversiones previstas para la segunda etapa -la del desarrollo masivo de shale oil- demandará inversiones por más de US$ 15.000 millones en los próximos 10 años.
Fuentes involucradas de manera directa en la emprendimiento informaron que la petrolera norteamericana no tiene demasiado tiempo para tomar su decisión. “El contrato que firmamos incluye una cláusula gatillo favorable a YPF. Chevron tiene entre 30 y 60 días para ratificar su compromiso de inversión o salir de la iniciativa. No puedo dilatar su decisión más allá de ese plazo”, detallaron.
El proyecto piloto se realizó en el área General Enrique Mosconi, de una superficie de 20 Km2. En la siguiente etapa, el objetivo es desarrollar por completo Loma La Lata Norte-Loma Campana, con un superficie total de 395 Km2. La iniciativa a gran escala requerirá la perforación de más de 1.500 pozos adicionales para alcanzar, en 2017, una producción de 50.000 barriles de petróleo y 3 millones de metros cúbicos de gas natural asociado por día.
Si bien aún no hubo comunicación oficial al respecto de Chevron, sí hay indicios que permiten inferir una respuesta positiva. Ayer, durante la visita a Vaca Muerta de inversores, banqueros y analistas liderada por Miguel Galuccio, CEO de YPF, se destacó la presencia del presidente para África y América Latina de Chevron, Ali Moshiri, uno de los principales impulsores del acuerdo con la petrolera estatal.
Chevron tiene un plazo de 60 días a partir de este jueves para definir si se continúa en el proyecto de shale oil que encaró junto a YPF en el yacimiento Loma Campana, de la provincia de Neuquén, y que requiere de una inversión millonaria, informaron fuentes del sector hidrocarburífero.
En la fase piloto la firma norteamericana aportó 1240 millones de dólares para la perforación de 120 pozos en una zona que abarca 20 km2 del área petrolera. En una segunda etapa, el desarrollo total requerirá la perforación de más de 1500 pozos adicionales para alcanzar en 2017 una producción de 50 mil barriles de petróleo y 3 millones de metros cúbicos de gas natural asociado por día (ver aparte).
El CEO de la petrolera estatal, Miguel Galuccio, y la máxima figura de Chevron en América Latina, Ali Moshiri, evaluaron el martes pasado los resultados del proyecto piloto, que se inició el año pasado, luego de participar con otros empresarios de una recorrida por las operaciones que YPF mantiene sobre Vaca Muerta en la provincia (ver aparte).
El desembarco de la petrolera norteamericana en Loma Campana fue polémico y rechazado por varias agrupaciones sociales, políticas, gremiales y ambientales. La provincia le tuvo que extender a YPF por 22 años la concesión del área para la explotación en sociedad con Chevron. Este acuerdo entre Neuquén y la firma estatal argentina fue avalado por la Legislatura el 28 de agosto pasado (ver aparte), en una sesión recordada por la batalla campal (ver aparte) que se originó entre manifestantes y policías afuera del edficio de la calle Leloir. Este enfrentamiento terminó con un docente herido de bala (ver aparte), varios lesionados y cuantiosos destrozos.