El préstamo otorgado por una agencia australiana será destinado para la nueva planta concentradora.
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Una novedosa forma de financiamiento acaba de cerrar Escondida. Esto luego que las dos principales multinacionales socias de este proyecto minero, BHP Billiton y Rio Tinto, con un 57,5% y 30 % de la propiedad, respectivamente, alcanzaran recientemente un préstamo por US$ 100 millones con la agencia de crédito a la exportación de Australia, llamada Export Finance and Insurance Corporation (EFIC).
Si bien el monto del préstamo es menor comparado con los US$ 4.521 millones del proyecto total de expansión de Escondida, hay que considerar que éste tiene diversas fases.
Justamente, estos US$ 100 millones se destinarán a financiar la parte del proyecto OGP1, que se tiene que iniciar con más premura y que consiste en instalar la nueva planta concentradora (con capacidad de 152 mil toneladas de mineral diarias) que reemplazará a la existente en Los Colorados, y que necesitará una inversión de US$ 3.800 millones para estar operativa en el primer semestre de 2015, de acuerdo a los planes de la compañía.
Con todo, la meta de Escondida es tener una producción de 1,3 millón de toneladas de cobre en 2015.
Financiamiento ECA
El financiamiento recién obtenido por Escondida es de tipo ECA (Export Credit Agencies por sus siglas en Inglés). Esta fórmula que aún es poco conocida en Chile, es un préstamo con garantía estatal del país de origen de las importaciones, lo que convierte esto en una herramienta atractiva que otorga un financiamiento internacional eficiente y estable.
Cada vez con más frecuencia, las grandes inversiones en bienes de capital se financian en el mundo a través de este tipo de créditos, pues al operar sobre el riesgo soberano del país del exportador, en lugar del riesgo de la empresa que contrata el crédito, se consiguen financiamientos de largo plazo en muy buenas condiciones.
Hace una semana la forestal chilena CMPC informó que obtuvo un financiamiento ECA de instituciones nórdicas por
US$ 340 millones para invertirlo en su nueva planta de celulosa en Brasil llamada Guaíba II, que requiere en total una inversión de US$ 2.100 millones.