El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó con los dirigentes de Crimea y Sebastopol el acuerdo de anexión a la Federación Rusa, que debe ser ratificado por el Parlamento.
Putin aseguró que Rusia no quiere una división de Ucrania y manifestó su deseo de mantener una relación amistosa con el país vecino.
"No queremos una división de Ucrania, no necesitamos eso", dijo Putin en un discurso a la nación pronunciado en el Kremlin.
Sin embargo, Crimea fue siempre parte de Rusia, señaló el mandatario, para quien la península tiene una enorme importancia estratégica para la región, que necesita estabilidad de inmediato. "Esa estabilidad sólo puede ser una estabilidad rusa", agregó.
Rusia quiere además mantener una relación amistosa con Ucrania, debido a los lazos históricos entre ambos países, afirmó el presidente ruso. "Kiev es nuestro origen común, no podemos estar los unos sin los otros", afirmó.
El mandatario agregó que "los occidentales cruzaron la línea roja y se compotaron de forma irresponsable" en la crisis ucraniana y denunció el "cinismo" de actuar según "la ley del más fuerte" e"ignorar el derecho internacional".
Putin además aseguró en el Kremlin que Moscú no podía dejar sin respuesta la petición de Crimea de incorporarse a Rusia porque "habría sido una traición".
"No pudimos dejar sin respuesta la petición de Crimea y de su pueblo. No ayudar a Crimea hubiera sido una traición", dijo el mandatario ruso ante el pleno del Parlamento ruso.