La unidad indonesia de Freeport opera la quinta mayor mina de cobre del mundo en la remota región de Papúa y una interrupción prolongada en la producción fortalecería a los precios globales del metal básico, a la vez que incrementaría el riesgo de despidos en una región volátil con un movimiento separatista activo.

   Freeport y su connacional Newmont Mining Corp se han negado a pagar un impuesto de exportación escalonado introducido el 12 de enero como parte de un paquete de nuevas reglas mineras que buscan obligar a las compañías mineras a construir fundiciones y procesar materias primas en Indonesia.

   "Si bien Freeport Indonesia ha recortado la producción en alrededor de un 60 por ciento, la gerencia de Freeport no ha anunciado despidos hasta ahora", dijo Virgo Solossa, un sindicalista radicado en Papúa, a Reuters por teléfono.

   "Siguen esperando una decisión del gobierno sobre una relajación del impuesto a la exportación", dijo Solossa, y agregó que las instalaciones de procesamiento de concentrado de cobre operaban actualmente a un tercio de su capacidad.

   No estaba claro cuánto tiempo se mantendría el recorte de 60 por ciento en la producción. Freeport, que dijo a fines del mes pasado que podría tener que declarar fuerza mayor sobre sus ventas de concentrado de cobre de la mina Grasberg, no hizo comentarios inmediatos el martes.