“Son ustedes los que me han traído de nuevo a La Moneda”, le dijo la jefa de Estado a los miles de adherentes que la escucharon en la Plaza de la Ciudadanía, tras la ceremonia de cambio de mando en Valparaíso.
Por A. Chávez y V. Fuentes
En su primer discurso al país, la presidenta Michelle Bachelet confirmó los principales compromisos programáticos que asumió durante su campaña, marcó diferencias con su antecesor al dar cuenta que muchas de las preocupaciones que tiene la gente las conoce de “primera mano” y enfatizó el carácter ciudadano que tendrá su administración, al afirmar que “son ustedes los que me han traído de nuevo a La Moneda”.
Luego de un breve recorrido por la Alameda, la mandataria ingresó a las dependencias de palacio junto a su gabinete para subir a uno de los balcones desde donde le habló a una multitud de adherentes que a esa hora la esperaban en la Plaza de la Ciudadanía.
Ahí la jefa de Estado partió agradeciendo a la gente el apoyo brindado, recordando que “hace cuatro años atravesé esta puerta por la que he vuelvo a entrar. Ustedes me acompañaron en esa despedida y hoy vuelven a estar conmigo, en esta, la casa de los presidentes y las presidentas de Chile”, dijo, destacando el “apoyo constante y sobre todo la confianza que han depositado en mí”.
En ese sentido, enfatizó que la ciudadanía ha sido protagonista en la construcción de varios de los procesos de cambio que enfrenta el país y que, por lo mismo, “es tiempo de iniciar el camino que hemos comprometido en el programa de gobierno. Es hora de iniciar ese camino hacia la nación desarrollada y justa, moderna y tolerante, próspera e inclusiva que todos nos merecemos”.
Además, reconoció que espera que “el día que vuelva a dejar esta casa” (La Moneda), la gente sienta que “su vida ha cambiado para mejor, que Chile no sólo es un listado de indicadores y estadísticas, sino una mejor patria para vivir”, dijo, marcando así la primera diferencia con quien su antecesor, el ex presidente Sebastián Piñera.
Los otros contrastes los recalcó al repasar de su historia de vida y empatizar con las demandas de la gente. “Sé de primera mano lo que la educación pública puede ofrecer a una persona. Yo soy hija de la educación pública y mi compromiso es que en Chile todos tengamos esas mismas oportunidades”, dijo.
Añadió que “sé de primera mano lo que es luchar por una patria libre, sin enclaves autoritarios donde la mayoría no sea vetada por una minoría. Y mi compromiso es que esta plaza sea la plaza de una Constitución nacida en democracia. Sé de primera mano lo que la salud pública hace con las personas. Soy médico y fui ministra de Salud y mi compromiso es que nadie quede sin remedio, o sin atención profesional”.
Y precisó que “sé de primera mano cuáles son las preocupaciones de una jefa de hogar. Sé las necesidades que cada mujer tiene, de trabajar mientras sus hijos e hijas reciben estímulos y educación de calidad. Estos compromisos requieren un país dinámico, que crea empleos de calidad, que capacita, emprende e innova”.
Diálogo para cumplir
Junto con calificar su programa de gobierno como “un contrato solemne” entre la ciudadanía y ella, la mandataria destacó que dicho compromiso se llevará adelante “en un marco de diálogo con todas las fuerzas políticas y sociales, pero un diálogo que tenga un objetivo claro, que es avanzar en el cumplimiento del programa”.
Sobre esto último, reafirmó la promesa de la reforma educacional que asegure “calidad e inclusión”; la implementación de “una gran reforma tributaria que consagrará el principio de que quienes tienen más contribuyen con más al bienestar de todos”.
Además, dijo que se trata de un programa que “se compromete con el trabajo decente, con los derechos laborales, con la capacidad de negociación justa con los empleadores. Un programa que se compromete con el medio ambiente, con la ciudad y barrios amables. Un programa que se compromete a atacar el delito, pero también a prevenirlo y acompañar y defender a las víctimas”.
A su vez la mandataria aseguró que será “la presidenta de todos los chilenos”, de quienes la apoyaron, quienes no e incluso de quienes no fueron a votar, y que su proyecto de país “incluye todas las miradas sin excluir a nadie”.
En ese sentido, interpeló a la misma ciudadanía, subrayando que “solo juntos podemos reconstruir la confianza en la participación e instituciones, podemos dar poder a lo local, voz a las diferentes necesidades de la gente, dignificar el trabajo y la democracia. Chile tiene solo un gran adversario y ese se llama desigualdad y solo juntos podemos enfrentarla”.