Posicionada en el número 58 del ranking mundial, Iris Fontbona es la viuda de Andrónico Luksic Abaroa, y como tal la cabeza del grupo que maneja empresas como Banco de Chile-Edwards, CCU -y todos su negocio de bebestibles y alimentos-, Madeco y Nexans, en la provisión del cables; Compañía Sudamericana de Valores (CSAV) y Saam, en el ámbito naviero; Antofagasta Minerals, en la gran minería del cobre, y Enex, que maneja la marca de estaciones de servicio Shell.

A diferencia de otros chilenos, en Forbes contabilizan todo el patrimonio del grupo Luksic al alero de Fontbona, pues “no sabemos exactamente cómo se divide la fortuna”, explica desde San Francisco, California, Kerry Dolan, jefa de redacción adjunta de Forbes. En efecto, la sociedad final por la cual los Luksic manejan todo su patrimonio se encuentra en el principado de Liechtenstein y en ella participan todas las generaciones del clan Luksic, de acuerdo a un diseño elaborado hace años por el fallecido patriarca Luksic Abaroa.

A Horst Paulmann, el presidente del grupo de retail Cencosud, le sigue en el famoso listado Forbes la chilena María Luisa Solari, quien lidera una de las siete ramas controladoras del grupo Falabella, a través del que participa en el negocio de retail , retail financiero e inmobiliario. Ella además tiene su propio family office (Auguri), desde el que participa en otras compañías: Clínica Las Condes, la constructora Moller & Pérez Cotapos, Enaex, y en el rubro de las concesiones de carreteras (las rutas Concepción-Cabrero y Acceso a Iquique). ¿Por qué solo ella aparece en el ranking y no las otras ramas Solari, si estas manejan fortunas similares? Porque María Luisa comparte sus acciones solo con su hija. Los otros grupos familiares tienen tres o más miembros de un mismo grupo de acciones, precisan en Forbes.

Tras los hermanos Bernardo, Eliodoro y Patricia Matte -que aparecen en la misma posición en el listado-, sigue el Presidente Sebastián Piñera. En su caso no hay empresas que controle, ya que entre 2009 y 2010 y como parte de sus compromisos para asumir la presidencia, se desligó de los negocios. Vendió sus participaciones en LAN, Chilevisión y Blanco y Negro, y los negocios accionarios quedaron entregados a mandatos de administración “ciegos” a bancos de inversión, es decir, sin información al mandante. ¿Cómo Forbes calcula su fortuna, entonces?

“Con la mejor de nuestras capacidades, (calculamos) en cuánto Piñera vendió cada uno de estos activos y hemos aplicado desde un incremento porcentual conservador en los años en que el mercado de valores de Chile tuvo un buen desempeño, y un ligero descenso cuando no fue así. Así es como hemos llegado a nuestra estimación de su valor neto. Forbes no tiene contacto con las personas que manejan el fideicomiso ciego del señor Piñera”, explicó Dolan.

La novedad de este año corrió por cuenta del empresario Julio Ponce, que por primera vez apareció en este encumbrado ranking mundial, gracias a SQM, la firma productora de fertilizantes (salitre y nitratos) que hace meses ha estado en la palestra del mercado chileno por el conflicto que se desató en el llamado caso Cascadas.

En el séptimo puesto entre los chilenos está Álvaro Saieh, empresario con intereses en el rubro financiero (a través del banco Corpbanca, entidad que tiene anunciada una fusión con el brasileño Itaú), supermercadista (SMU), telecomunicaciones (VTR), hoteleros (Hyatt), inmobiliarios (como malls bajo la marca Vivo) y en el mundo periodístico (Copesa).

Roberto Angelini, líder del grupo AntarChile y Empresas Copec -y que por esa vía participa en empresas como Arauco, Copec, Corpesca, Minera Invierno, Can-Can y la eléctrica Guacolda, entre otras-, sigue en el ranking Forbes. Y este, a su vez, es procedido por Luis Enrique Yarur, presidente del banco BCI, pero que también tiene presencia en otros negocios como las farmacias Salcobrand y el Grupo Belén, en el negocio vitivinícola.

Patricia Angelini Rossi, la hermana de Roberto Angelini, completa el listado chileno, a una “distancia” de su hermano de unos US$ 250 millones en la fortuna que les contabiliza Forbes. Esto puede atribuirse a que en el accionariado de Inversiones Angelini y Compañía Limitada -la sociedad “aguas arriba” que controla el holding AntarChile- hay una pequeña diferencia en las participaciones que ambos ostentan.