YPF difundió ayer sus resultados de 2013, los mejores desde que la empresa está bajo la gestión del Gobierno. Los números más resonantes estuvieron bajo tierra. Según la empresa, el año pasado incorporó a su cartera más reservas de crudo y gas que las que utilizó para volcar al mercado. Pasó de 979 millones de barriles equivalentes de petróleo (Mboe, crudo más gas) a 1083 Mboe, es decir, 11% más, con un factor de reposición del 158%, el más alto en 14 años. En otros términos: aunque extrajo más hidrocarburos, tiene más para seguir produciendo. Es uno de los factores que definen el devenir de la compañía.

Hay otros números que apuntalan la gestión de Miguel Galuccio. El año pasado, YPF aumentó su facturación en 34,1% -arroja un resultado positivo incluso si se le resta la inflación-, hasta los $ 90.113 millones; subió 2,2% la extracción de petróleo, en 1,5% la de gas -cuya caída durante el kirchnerismo ocasionó el déficit energético- y creció en inversiones. El resultado fue una suba de 45,6% en su utilidad neta, de $ 5681 millones.

"Son resultados económicos nominales interesantes y alentadores. Me parece positivo tomar conocimiento de que en 2013 hubo un índice de reemplazo de reservas así en un contexto donde a nivel nacional siguen cayendo. Es también positivo que se haya incrementado la producción propia con un indudable esfuerzo en la inversión en perforación", explicó el ex secretario de Energía Jorge Lapeña, habitualmente crítico del Gobierno. "Veo, sin embargo, que la generación de caja creció en 2013 un 21% en pesos, por debajo de la inflación real, algo que puede impactar en el plan de inversiones", completó.

"Lo más destacable es el índice de reposición de reservas. Es cierto que YPF viene haciendo un fuerte aumento de la inversión, pero para consolidarlo con autonomía de gestión en el futuro deberá depender menos del apoyo estatal y recurrir a los mercados internacionales como lo hacen otras empresas. El gran desafío es que sus precios no queden entrampados cuando el Gobierno haga nuevas correcciones cambiarias", explicó Daniel Montamat, ex secretario de Energía y ex titular de la petrolera estatal.

Una ayuda oficial

Los buenos resultados fueron apadrinados por la política oficial. Una parte de los mayores ingresos se debió al aumento de 2% en dólares en el precio del petróleo. El caso del gas es aún más evidente: YPF terminó 2013 con un precio de 3,94 dólares por millón de BTU, 77,5% más que el año anterior. La mejora se debe a un programa oficial para favorecer inversiones en el sector.

Algo similar ocurrió con los precios de los combustibles, que treparon 60% en 12 meses, en gran medida empujados por la devaluación.

YPF no sólo aumentó sus ganancias. La deuda financiera neta alcanzó los $ 21.177 millones. "El costo promedio de la deuda nominada en pesos al cierre del cuarto trimestre de 2013 fue de 21,53%, mientras que el costo promedio de la deuda nominada en dólares fue de 6,05 por ciento", explicó la empresa en un comunicado enviado a la Bolsa.

Los especialistas coincidieron en que es difícil hacer estimaciones más precisas sobre balances expresados en pesos en un país con una de las inflaciones más altas del mundo.

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Las ganancias de YPF pegaron un salto de 45,6% el año pasado, de la mano de un aumento en los precios del gas y de las naftas. La petrolera, que ayer presentó su primer balance completo en manos del Estado y bajo el comando de Miguel Galuccio, tuvo en 2013 una utilidad neta de $ 5.681 millones.

El resultado operativo también pegó un salto del 52%, hasta los $ 12.015 millones, gracias principalmente a un fuerte avance del negocio que en el sector denominan downstream y que engloba la refinación y venta de combustible. Esta rama subió 64% y dejó atrás a la división de upstream o producción de petróleo y gas, que “apenas” tuvo un incremento del 25% en sus ganancias operativas.

En downstream , la empresa se vio beneficiada por los aumentos de precios avalados por el Gobierno. En el último trimestre de 2013, las ventas crecieron 35,3%, básicamente porque aumentaron un 34,7% las naftas y un 30,6% el gasoil. El volumen apenas se incrementó 7,1% en naftas y cayó 1,2% en gasoil, detalló la petrolera. Durante el año, la suba promedio de las naftas fue de 29,8% y del gasoil 25,4%.

En cuanto al área de producción, los mayores incrementos llegaron por los aumentos de precios. Por ejemplo, las ventas de crudo en el cuatro trimestre subieron 52,4% gracias al alza de un 36,1% en el precio y de 6,3% en la producción. Con relación al gas pasó algo similar: la producción subió 10,2% y el precio promedio de venta, 47%. “El impacto del Programa (oficial) de Estímulo a la Inyección Excedente de Gas fue de $ 983 millones en el trimestre”, dijo la petrolera. El precio del crudo en dólares en el mercado local aumentó 7,8%, agregó.

Además de los buenos resultados para mostrar a los inversores, en la empresa ayer festejaban que YPF había logrado el mayor aumento de producción de gas y petróleo de la década y el más alto “índice de reemplazo de reservas” en 14 años, de 158%. Esto quiere decir que por cada barril que la compañía extrajo, incorporó 1,58. En total, las reservas de la empresa subieron el año pasado un 11%, hasta alcanzar los 1.083 millones de barriles de petróleo equivalentes.

En cuanto a la producción, depende la metodología que se tome. Si es la de la empresa, aumentó 2,2% la extracción de crudo y 1,5% la de gas. En el último trimestre, los avances fueron de 6,3% y 10,2%, respectivamente.

Si se usa el criterio de la Secretaría de Energía, que contabiliza solo los campos en los que la empresa es operadora, la producción de crudo subió 3,4% y de gas, 2,2%, las mayores alzas en la última década, según destacó la propia YPF.

Las ventas de todo el año totalizaron los $ 90.113 millones, un 34,1% más que en 2012. En tanto, las inversiones aumentaron un 81,1%, hasta totalizar los $ 29.848 millones, principalmente destinados a la producción, incluidos los desarrollos no convencionales.

La compañía estatal también sufrió el alza de costos y se benefició con la devaluación, según contó en su presentación a la Bolsa. Los costos aumentaron 56% solo en el cuarto trimestre.