Con estándares cada vez más exigentes para el cuidado del medio ambiente, las empresas comenzaron la carrera para desarrollar y comercializar productos ecológicos y menos nocivos para la atmósfera, que no destruyan la capa de ozono ni contribuyan al calentamiento global.
Aunque la Secretaría de Ambiente prohibió el gas denominado R 22 -como en todo el mundo-, en su reemplazo se empezó a utilizar el llamado 410A, "un gas que sigue teniendo flúor y sólo llega a generar un ahorro de energía del 10%", describió Alberto Bidart, responsable técnico de producto de la firma EcoAhorroEnergía, que comercializa en el país los gases refrigerantes ecológicos Eco22 y Eco134.
A diferencia de sus antecesores, el producto ecológico "es una mezcla de gases naturales que se adapta a cualquier equipo, sin realizar cambios, y la carga la puede llevar a cabo un técnico con una mínima instrucción de la empresa. Es un gas líquido, no tiene cloro ni flúor", detalla.
Para el especialista, el reemplazo de los gases que se utilizan para la carga de acondicionadores de aire es vital porque "son los que causan mayor daño a la capa de ozono". Los análisis para verificar la eficiencia e inocuidad de los gases, informa, fueron realizados por la Universidad Tecnológica Nacional, en sus laboratorios de la ciudad de Córdoba.
El cuidado del medio ambiente también obligó a repensar las cantidades de energía que se consumen. El doble beneficio de los gases ecológicos está centrado en su conformación saludable para el medio ambiente y su ahorro de electricidad. "Permiten entre un 17% y un 35% de ahorro, dependiendo del diseño del equipo", aseveró Bidart.
El gasto energético, sobre todo en el sector industrial, es una de las principales preocupaciones en el país y el mundo, lo que llevó a la Secretaría de Energía a implementar su "Proyecto de Eficiencia Energética". Su objetivo: incrementar el uso de la energía en forma eficaz para posibilitar un servicio "sustentable".
En la región, México (donde se fabrican los productos) y Panamá lideran la tabla de países con mayor adopción de los gases ecológicos. Su uso también se está multiplicando en Europa.
La firma EcoAhorroEnergía se orienta "a los grandes consumidores, como industrias y empresas, tambos, frigoríficos, hospitales, también a gobiernos provinciales y a la Nación", explicó Bidart. Y anticipó: "En la Argentina recién estamos empezando, pero ya presentamos un ensayo y los estudios nos dieron un gran resultado. Incluso iniciamos tratativas para fabricar el producto en el país".