“Estamos absolutamente comprometidos con nuestras inversiones en Rusia”, aseguró desde Londres el director general de BP, Bob Dudley. La petrolera británica es el mayor accionista privado de Rosneft (19,75%), compañía que le aportó 2.058 millones de dólares de beneficios el año pasado.

El gigante ruso tiene otros tres socios estratégicos, ExxonMobil, Eni y Statoil, con los que ya comparte proyectos en las plataformas continentales de sus costas norte y sur y además tiene planes de trabajar en yacimientos de Siberia Occidental y del Volga.

“Estamos pendientes de la situación y vamos a dar los correspondientes pasos en caso necesario”, dijo a Vedomosti el portavoz de la compañía noruega, quien afirmó que por el momento no habido cambios en las operaciones de Statoil en Rusia.

Por su parte, el director general de Eni, Paolo Scaroni, señaló que con las enormes reservas de gas son un instrumento de presión que tiene Rusia. “El gas ruso es importante para Europa y su importancia aumenta. El peor de los escenarios sería la total suspensión de las exportaciones rusas”, manifestó, al agregar que no cree que eso llegue a suceder. En estimaciones de Gazprom, Rusia acapara actualmente un 30% de las importaciones europeas de gas.

El director general de Total, Christophe de Margerie, prometió ayer mismo seguir invirtiendo en el proyecto de gas natural licuado en la península de Yamal. “Estamos allí por mucho tiempo. Total y Yamal sobrevivirán seguramente a esta y a las demás crisis que, espero, no serán demasiadas”, dijo.

La multinacional Shell tampoco tiene planes de marcharse. “Rusia es un país de importancia estratégica para el futuro de los negocios de Shell. Continuamos nuestras operaciones en Rusia con total normalidad”, aseguró a Vedomosti un portavoz de la petrolera.

“Rusia es una de las regiones clave para nosotros. Los mayores de nuestros proyectos allí, los gasoductos North Stream y South Stream, son importantes para toda Europa, ya que están destinados a garantizar la seguridad de los suministros energéticos”, afirmaron a su vez desde la alemana Wintershall.