Los montos alcanzan los US$ 387 millones. Desde la empresa estatal aseguran que se enmarcan en la realidad de la minería privada mundial y que representan entre el 3% y el 4% de los excedentes que aporta la firma al fisco durante los más de tres años de duración de estos convenios.
De acuerdo con los últimos convenios colectivos firmados por la estatal y los sindicatos de sus seis principales divisiones -Chuquicamata, El Teniente, Salvador, Andina, Radomiro Tomic y Gabriela Mistral-, la empresa ha desembolsado US$ 378 millones solo por concepto de bonos.
Esto, sin considerar el pago de préstamos “blandos” -a cero interés- que ha incluido cada negociación.
Para hacerse una idea, este monto se acerca a los US$ 400 millones que demandará la central a gas que está impulsando BHP Billiton en Mejillones y que tendrá una capacidad de generación eléctrica de 540 MW.
La cifra equivale, en promedio, a $16 millones para cada uno de los 12.424 trabajadores que participaron de estas negociaciones colectivas en estas seis divisiones de la estatal.
A su vez, si este mismo ejercicio incorporara los préstamos blandos que aportó la estatal a sus empleados en los últimos cuatro años -asumiendo que todos los trabajadores lo hubieran solicitado-, la cifra desembolsada ascendería a los US$ 464 millones. Esto significa que Codelco habría aportado US$ 76,7 millones en créditos sin interés si toda su planta lo hubiera solicitado.
Individualmente, el mayor bono pagado por Codelco es el de El Teniente ($17,5 millones para cada trabajador), lo que implicó un desembolso global de US$ 135 millones, al considerar los 4.200 trabajadores de la división más productiva de la estatal. Dicho monto, aseguró la empresa, estuvo condicionado a cambios en prácticas laborales con el objetivo de aumentar la productividad y eficiencia de la división.
Sin embargo, el pago más oneroso considerando una división completa es, hasta la fecha, el de Chuquicamata, en diciembre de 2012. En esa oportunidad se entregó un bono de $16,8 millones a cada trabajador, lo que multiplicado por 5.900 beneficiarios, conllevó un gasto de US$ 182 millones.
En dicha ocasión el presidente ejecutivo de Codelco, Thomas Keller, justificó la alta cifra por la necesidad de establecer un plan de retiro voluntario de dos mil personas para viabilizar la operación futura del yacimiento cuando comience a operar como mina subterránea.
A lo anterior, se agrega que el advenimiento entre el sindicato y la empresa fue firmado por un período de 48 meses.
Ambos convenios sólo son superados por los $19,3 millones que entregó Escondida en 2013 a sus 2.500 trabajadores.
En cuanto a las demás divisiones, todas exhiben montos que no superan los US$ 30 millones. En el caso de Andina, se acordó pagar $13 millones en octubre de 2012 al Sindicato de Integración Laboral (SIL) que involucra a 580 trabajadores.
A este se suman los $11 millones que convino la empresa en la misma división con el Sindicato Unificado de Trabajadores (SUT), de 632 socios.
También destacan en el catastro los $13,6 millones que se le entregaron a los 829 trabajadores sindicalizados de Radomiro Tomic en 2012. Esta última es la división con menores costos de la empresa y la que entrega la mayor cantidad de excedentes al fisco.
Además, aparece la unidad más deficitaria de la empresa, Salvador, la cual el año pasado cerró un acuerdo por $9 millones obligando a Codelco a desembolsar US$ 18,3 millones.
En la última posición se encuentra el yacimiento Gabriela Mistral que en 2011 cerró su negociación colectiva anticipada en $8 millones, sumando con esto US$ 3,3 millones entre los 215 socios sindicalizados.
Con préstamo
Si se suman los créditos blandos entregados por la empresa el pago a trabajadores llega a los US$ 464 millones.
“Negociaciones permiten ahorros para la empresa”.
Desde Codelco aseguran que los altos bonos que se han pagado a sus trabajadores están en línea con la tendencia mundial, y conllevan beneficios relacionados con mejoras productivas y ahorros para la empresa. “Las negociaciones colectivas de Codelco se enmarcan en la realidad de la minería chilena y del mundo. Los bonos acordados por la empresa en sus últimas negociaciones colectivas son similares a los pagados por otras compañías mineras en Chile y en el exterior”, señalaron desde la minera.
Y agregan: “Todas las últimas negociaciones incorporan cambios importantes en prácticas laborales que implican ahorros para la empresa. Es decir, gran parte de los beneficios obtenidos por los trabajadores se financian gracias a estas mejoras en la productividad”.
Asimismo, desde la compañía que lidera Thomas Keller se recalca que los montos involucrados en los bonos representan entre 3% y 4% de los excedentes que aporte la firma al fisco durante el período de duración del convenio.
“Los bonos que Codelco acordó pagar a sus trabajadores como término de negociación son compatibles con los resultados del negocio y su monto debe tomar en cuenta el período en que regirá el nuevo contrato colectivo. En promedio, las últimas negociaciones colectivas incluyen un período de 40 meses, es decir, más de tres años, y su costo se debe comparar con los resultados de la empresa en este mismo período. En general, el costo anualizado de los bonos pagados al término de las negociaciones colectivas equivale a entre 3% y 4% de los excedentes que Codelco proyecta entregar al Estado durante los próximos tres años”.
Por ejemplo, agregan desde la empresa, en El Teniente el bono acordado en la última negociación colectiva cubre un período de 48 meses. ”Como se paga una sola vez, los trabajadores recibieron bonos por término de negociación y aumento de productividad equivalentes a $4,4 millones por año. Esto significa que la división debe gastar en este bono el equivalente a menos del 3% de los excedentes que proyecta generar para el Estado en los próximos cuatro años”, dicen.