La mesa de la corporación revisará la semana que viene el estudio de perfil del proyecto, que costará unos U$3.000 millones, y definirá si avanza al estudio de prefactibilidad.
El plan de la compañía para resucitar su división El Salvador registrará un nuevo hito la próxima semana.
En la próxima reunión del directorio, la mesa de la corporación recibirá los resultados del estudio de perfil del proyecto Rajo Inca, los que en caso de ser aprobados darán paso a los estudios de prefactibilidad de la iniciativa.
Esta nueva etapa involucra recursos por US$96 millones para continuar los estudios de prefactibilidad del proyecto Rajo Inca, sustentar las actuales operaciones de minas y planta concentradora en Salvador y además impulsar iniciativas para modernizar la fundición y refinería de Potrerillos.
“El Salvador enfrenta una situación muy compleja, como es de público conocimiento. De eso dan cuenta los resultados que hemos informado. Claramente la proyección futura de esa división pasa por desarrollar los recursos que ahí existen. Eso requiere de completar los estudios de Rajo Inca”, explicó Thomas Keller, presidente ejecutivo de Codelco.
Si bien la activación de Rajo Inca podría tomar cerca de dos años, Keller aseguró que ya están avanzando en esa línea. “Hemos completado el estudio de perfil de Rajo Inca, que esperamos someter a consideración del directorio la próxima semana para ojalá pasar a la etapa de prefactibilidad lo antes posible”, agregó.
La ampliación de Salvador es un viejo anhelo de la corporación, pues hasta ahora la única división minera que no tiene un proyecto de continuidad operacional es Salvador, lo que obedece a su vez a múltiples factores como la falta de energía a precios competitivos en dónde se emplaza (a 2.600 metros de altura y a 1.100 kilómetros al norte de Santiago) y la baja ley de mineral de la división, lo que a su vez se explica por la antigüedad de la operación, entre otros puntos.