Desde las cámaras que nuclean a empresarios de estaciones de servicio, advirtieron que se vienen varios ajustes hasta junio.
La devaluación, las próximas paritarias y el contexto inflacionario, entre las razones. Con estos valores, ¿cómo está ubicada hoy la Argentina?
Los aumentos en los precios de los combustibles están a la orden del día, especialmente tras la fuerte devaluación, dada la marcada dependencia de la energía importada, que terminó encareciéndose en términos de moneda local por el salto del dólar.
Esto se vio reflejado en los surtidores, con una suba promedio del 7% en enero y del 6% en febrero, esta última, con el aval del Gobierno.
De este modo, el incremento acumulado durante el primer bimestre del año ya es del 13%.
Cabe destacar que durante las últimas semanas, desde el Ejecutivo comenzaron a negociar acuerdos con las petroleras para avanzar con un “ajuste ordenado”. Y las perspectivas no son positivas para los bolsillos de los argentinos, dado que las alzas continuarán en los próximos meses.
Fuentes de Cecha, la cámara que reúne a los empresarios de estaciones de servicio de todo el país, confirmaron a iProfesional que sobrevendrán más retoques en los surtidores.
Los incrementos ya acordados se darán en forma escalonada: el gasoil y la nafta aumentarían 6,1% en marzo, 5,4% en abril y 3,8% en mayo.
En este sentido y según detalló a este medio Raúl Castellano, directivo de Cecha, los combustibles se elevarán casi un 16% hasta mayo. De este modo, la suba acumulada durante los cinco primeros meses del año será del 28%.
Así las cosas, el precio del litro de la súper de YPF -que hoy se paga $9,49 en casi todas las estaciones de servicio de Capital Federal- pasará a costar $10,06, $10,60 en abril y unos $11 en mayo. En tanto que en el Conurbano y en el interior del país los valores serán superiores.
En paralelo, la premium, el producto más selecto, escalará en los próximos tres meses de los casi $11,00 actuales hasta los $12,39.
Cabe destacar que YPF provee el combustible a las estaciones de bandera, en general pertenecientes a empresarios Pyme que operan bajo el formato de consignación. En estos casos, los precios los fija sólo la petrolera.
En otros, en los que las bocas de expendio funcionan bajo la modalidad de preventa, el dueño de la estación es quien decide el valor final, por lo que los aumentos pueden registrar mayores variaciones.
Preocupación en el sector
“Estamos en un contexto inflacionario en el que hay que dar por descontado nuevas subas”, comentó a iProfesional Raúl Castellano, de Cecha.
“El alza en los costos, que afecta a la actividad, obliga al Gobierno a escuchar los reclamos de las petroleras”, agregó.
Desde la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI) su titular, Manuel García, también dio por hecho que llegarán nuevos aumentos en los próximos meses. Y anticipó incrementos más fuertes hacia mitad de año, por efecto de las paritarias.
“En breve se abrirán las discusiones salariales para el sector de los estacioneros. Esto incidirá en los precios que se fijen en los surtidores, más allá de lo que acuerden las petroleras con el Ejecutivo”.
“Aunque todavía no se habla de porcentajes, hay rumores de que los reclamos gremiales estarán en el orden del 35%. De acordarse ese nivel, los valores de las naftas necesariamente van a tener que subir por encima de lo negociado entre el Gobierno y las petroleras. Por eso es muy probable que hacia mitad de año, los combustibles acumulen una suba de más del 30% frente al mismo período de 2013″, recalcó.
¿Cómo está la Argentina en el ranking?
Estos cambios de precios aplicados en el primer bimestre de 2014 inducen a revisar cómo quedó posicionada la Argentina en el ámbito regional.
En base a un relevamiento que comprende diferentes países de América latina, iProfesional constató que el litro de la súper -tomando como parámetro la cotización del dólar oficial- es más barato en Argentina que en Uruguay, Chile o Perú, en tanto que cotiza en un nivel más elevado respecto de Brasil, Colombia, Paraguay, México, Bolivia y Ecuador.
En el plano local, existen algunas particularidades que marcan diferencias respecto a lo que sucede en otros países de América latina.
La vigencia de subsidios estatales y políticas energéticas tendientes a impedir la fluctuación de las cotizaciones -como así también el precio “techo” fijado por el kirchnerismo para el barril exportable- son algunas de las variables que deben tenerse en cuenta al querer comparar lo que sucede en las distintas naciones.
Esto marca diferencias respecto a las políticas que se aplican en territorios como Uruguay, Chile o Perú, que sí ajustan sus tarifas de acuerdo con lo que pase en el contexto externo.
Como se observa en la anterior infografía, si se considera el tipo de cambio oficial -precio de referencia para el comparativo internacional- el litro de súper se vende en Capital Federal a u$s1,30.
En la región, Uruguay continúa ocupando el primer lugar del podio en cuanto a precio máximo. En ese país, el litro cotiza a u$s1,92, al cambio oficial.
Esta diferencia aparece como el principal argumento para explicar por qué -desde 2012 a esta parte- ha venido incrementándose la compra de nafta por parte de uruguayos en ciudades limítrofes.
Según consultoras como SEG, otra de las causas que explicitan la diferencia de valores reside en que la nación oriental no otorga subsidios a los expendedores.
Otro país que mantiene diferencias con la Argentina es Chile, en cuyo mercado el valor del litro de la súper promedia los u$s1,36.
En tanto, Perú aparece como otra de las plazas con precios más elevados que en la Argentina. En los puntos de expendio de Lima, la súper cuesta, en promedio, u$s1,34.
Paralelamente, en ciudades como San Pablo o Río de Janeiro, en Brasil, el litro cotiza cerca de los u$s1,24.
Hasta hace poco más de un año, en ese país el combustible era más caro que en la Argentina, pero los sucesivos incrementos en el plano local terminaron por modificar las posiciones relativas en el mapa regional.
Descendiendo en el ranking se ubican Colombia y Paraguay, con cotizaciones que se mueven entre los u$s1,23 y u$s1,21 respectivamente.
¿Qué ocurre en la Venezuela de Maduro? La unidad de “gasolina” continúa sin moverse desde hace años, valiendo menos que una botella de agua mineral: u$s0,02 el litro.
Esto hace que la nación bolivariana posea la cotización más barata del planeta.
En dicho país, el precio nunca ha estado vinculado a factores fiscales sino a políticas electorales. Así, desde hace 17 años se ha mantenido casi congelado.