Lingoro.com, plataforma de ahorro e inversión, a través de su informe Perspectivas en el mercado oro 2014, ha recopilado 7 motivos que hacen de 2014 un buen año para diversificar las carteras e iniciar, o ampliar, la inversión en este metal.
En palabras de Lizette Paternina, directora general de Lingoro.com, “ver el descenso del valor oro de 2013 como un factor negativo, podría hacer perder la oportunidad de invertir en un activo tangible con margen de plusvalía a precios más que razonables, en un momento especialmente favorecedor para la inversión en este metal”.
El mejor momento para invertir en décadas. El oro está atravesando una etapa de corrección y en 2014 continuará en esa dinámica. Un momento de ligera oscilación pero con un suelo estimado en torno a los 1.100 dólares. Esta previsión de corrección y crecimiento conforman la tormenta perfecta para entrar en el mercado oro, o para que aquellos que llevan tiempo en él, puedan reforzar su inversión.
La historia se repite. Si comparamos el comportamiento del valor oro en la situación actual de corrección, tras etapa alcista de la última década, con el comportamiento del oro tras la etapa alcista de la década de los 70, la onza de oro podría volver a superar los 2.000 dólares por onza en 2016.
Valor refugio por excelencia. Desde las antiguas civilizaciones hasta los bancos centrales de hoy, el oro físico no ha perdido su valor intrínseco a lo largo de los siglos. Valor refugio ante la devaluación de las divisas, inflación o deflación, cuenta con valor por unidad de peso, es divisible, intercambiable, estable, difícil de falsificar, fácil de reconocer, y aunque escaso, está presente en todo el planeta.
Economía estadounidense. La retirada de los estímulos de la Fed se producirá de forma paulatina, y la primera fase anunciada por Bernanke, se trata más bien de una cifra simbólica de 10.000 millones menos inyectados a la economía americana. De momento estas cifras de activación no supone un riesgo que pudiera devaluar el valor del oro.
Aumenta la demanda se reduce la oferta. En primer lugar, la demanda de oro en la industria y en la joyería no cesa de aumentar representando alrededor del 70% de la demanda mundial de oro y mantienen una progresión anual del 5 al 8%. Además, debido al interés de los bancos centrales chino y ruso, que se encuentran en pleno proceso de diversificación de sus reservas, apostando fuertemente por la compra de oro. Por otro lado, el oro se agota, y son muchas las minas que en 2013 se han visto obligadas a cesar su actividad.
Basilea III. Paulatinamente entrará en vigor la decisión tomada en los Acuerdos de Basilea III (Basilea III) promovida por el Foro de Estabilidad Financiera y el G-20, por la que el oro tendrá la consideración de activo de riesgo cero. Una de las consecuencias será que los bancos deberán tener un porcentaje de sus fondos invertidos en oro físico para reducir el nivel de activos respaldados por hipotecas, o deuda, y evitar que se repita una nueva crisis financiera.
Oro físico vs ETFs. Para el pequeño inversor y el inversor novato el oro físico es lo ideal, ya sea en gramos de oro o en monedas de oro. Por un lado, reduce el riesgo de contrapartida ya que al comprar un producto de oro físico este existe al 100%, mientras que al comprar oro papel, se está comprando una promesa a futuro respaldada solamente por un porcentaje, en muchos casos tan solo del 15%. Por otro lado, es una inversión más fácil de gestionar y la asesoría en este tipo de productos es más asequible que en los ETF’s. Además, hay poco oro físico en circulación debido a que muchos inversores no desean vender, sino seguir comprando ahora que se presenta el momento propicio, mientras se deshacen de todo el oro papel, el que actualmente se encuentra en circulación y cuya contrapartida es bastante dudosa.