Corría 2004 y Néstor Kirchner logró algo importante. Convenció a su ministro Roberto Lavagna que había que terminar la central nuclear Atucha II. Representaba una esperanza en aquella Argentina que empezaba a salir de la crisis, además de continuar con algo que caracterizó al peronismo: el desarrollo de la energía nuclear. En la que no es, precisamente, una secuencia lineal, la central fue licitada en 1980 por la dictadura militar y abandonada en 1989 por Carlos Menem. Atucha II comenzó de nuevo en 2006.
Aún le faltan detalles cruciales de terminación, como probar al menos la mitad de sus válvulas. Pero el Gobierno, que la había prometido en marcha en 2010, apura nuevas fechas. Estableció que en marzo podrá operar comercialmente y que estará lista en septiembre. Hay quienes confirman con franqueza que ese cronograma es imposible de cumplir.
En 1980 el costo total de Atucha II se estimó en US$ 1.881 millones. Ahora, solo para su terminación, se cree que necesita US$ 1.000 millones y hasta 2012 la construcción absorbió US$ 2.500 millones. La central aportará 745 MW y sumada a las otras dos centrales nucleares aportarían el 5% de la oferta total de energía Jorge Bertoni, pionero en energía atómica, presenta de otra forma esa inversión multimillonaria. Señala que el 40% del presupuesto se invirtió en la reconstrucción de la infraestructura abandonada durante 16 años. Según sus cálculos, el costo de Atucha II es similar al de otras centrales como las que acaba de adquirir Hungría a los proveedores rusos de Rosatom. Bertoni dice que Argentina puede ser considerada una arquitecta industrial de centrales. “Tenemos talento y experiencia”, afirmó.
Luis Bolomo, otro experto, prefiere entrar en detalles sobre la magnitud de la obra y las internas entre los organismos responsables de la energía atómica. Bolomo concluye en la necesidad de una auditoría. Julio Acosta, de la Fundación Tea, critica la indiferencia de la oposición. Con Atucha II la historia recién comienza. Está previsto extender la vida de Embalse y Atucha I, además de una cuarta central atómica.