Especialistas en energía coincidieron en que el acuerdo con Repsol normaliza una situación irregular que restaba recursos para financiar al sector, pero que el mercado aún tiene problemas de fondo por falta de previsibilidad legal y de horizontes de precios.

Daniel Montamat, ex secretario de Energía y ex presidente de YPF, dijo que “había que levantar el aplazo porque (la petrolera argentina) estaba floja de papeles. Pero el país tiene más problemas para que vengan inversiones, por la situación del sector energético y de la economía en general”.

“YPF ya ha estado invirtiendo y ha logrado revertir un poco la curva declinante de explotación en gas y petróleo, pero las demás empresas tienen 65% de la oferta de gas y petróleo en promedio”, remarcó.
Montamat consideró que el mercado petrolero necesita un plan estratégico; reglas de juego que no cambien permanentemente y un programa de recomposición de precios con una tarifa social.

Jorge Lapeña, otro ex secretario de Energía y ex presidente de YPF, dijo que, gracias al arreglo con Repsol “queda un sector energético más normal”.

“Se deja atrás la locura de hace 2 años en la cual la expropiación fue llevada a cabo de modo intempestivo, sin debate, de forma poco cortés, creando numerosos litigios que provocaron falta de recursos para revertir la situación de dependencia y deterioro del sector energético”, expuso Lapeña.
Respecto de los u$s 5.000 millones del pago en bonos, dijo que “habrá que analizar la tasación, aunque el valor de libros de la compañía tiene un orden de magnitud parecido”.

Sobre la situación del mercado petrolero, dijo que “la solución no puede pasar exclusivamente por Vaca Muerta (yacimiento de gas no convencional). Se necesita una estrategia que contemple también la exploración y desarrollo en las cuencas convencionales, continentales y marítimas, donde Brasil, por ejemplo, tuvo excelentes resultados”.

Lapeña también consideró que el Congreso debe sancionar una ley de hidrocarburos que otorgue previsibilidad, para que se produzca un boom de inversiones extranjeras.

Gustavo Calleja, ex subsecretario de Energía y vicepresidente del MoRENO (Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora), criticó el acuerdo, por considerar que fue “un regalo a Repsol”, que hubiera aceptado por menos, impulsada por Pemex y “para participar en el festín de las reservas petroleras de México”. En cuanto a recursos para YPF, dijo que “van a salir de nuestros bolsillos” con aumentos de los combustibles y subsidios.