Mientras que Copec del grupo Angelini controla por sí sola cerca del 60% del negocio minorista y mayorista de combustibles local, ENAP cubre más del 70% de la demanda nacional de las distintas bencineras.
Este imperio ha afectado a las compañías de menor tamaño como Santa Elena, que a través del presidente de Adico, Fernando Rodríguez, acusan que los precios de los productos serían manejados por estos grandes actores, no estando solamente influenciados por los valores internacionales del petróleo.
Una serie de distorsiones son las que detectó la Fiscalía Nacional Económica en el mercado de distribución de combustibles local, cuyas ventas superarían los US$15.000 millones al año. Hoy este sector está en el ojo del huracán, dado que los precios de las bencinas han subido fuertemente en el país, superando la barrera de los $1.000 por litro, provocando molestias en los transportistas y también en los usuarios finales, dado que son valores récord y seguirían subiendo.
Concentración en Alza
Una de las distorsiones es la alta concentración en la distribución minorista y mayorista de combustibles, que conlleva riesgos tales como la mantención de barreras de entrada para nuevos competidores –de hecho, en los últimos años se han retirado varios- y una eventual colusión de precios entre las bencineras de mayor magnitud.
Sólo entre Copec del grupo Angelini y Enex de los Luksic –conformada tras la fusión Shell-Terpel-, concentran más del 80% de estos canales –el primer holding suma por sí solo más del 60% de las ventas-, afectando la solvencia financiera de las firmas más pequeñas, como es el caso de Santa Elena, según afirma el presidente de Adico, Fernando Rodríguez.
Y eso no es todo, porque la compañía estatal ENAP está distribuyendo combustibles directamente en el mercado de clientes industriales, desarrollando el 90% de esta actividad en la zona central de Chile, principalmente en productos tales como diésel y fuel oil, lo que ha sido criticado por firmas como Shell, la que en el pasado incluso ha concretado denuncias ante la FNE.
El poderío de Copec y ENAP
Asimismo, más del 70% de la demanda de combustibles local es cubierta por ENAP, por lo que los distribuidores de menor tamaño acusan que esta firma estatal manejaría los valores de las bencinas que se venden a los clientes minoristas –los establece de forma semanal y los publica-, y que no solamente influirían las fluctuaciones de los precios internacionales del petróleo.
El poderío de ENAP se refleja en que abastece el 53% de la demanda interna de combustibles con producción propia. El 47% restante es suministrado a través de importaciones, realizadas tanto por la firma estatal como por las diversas distribuidoras como Copec, Enex y Petrobras, donde la participación de estas últimas se encumbra a aproximadamente el 29% del consumo nacional.
Mientras que ENAP suma más del 17% en materia de importaciones de combustibles líquidos, y cabe agregar que es la única compañía a nivel nacional que se dedica a la producción de éstos por medio de sus refinerías de Aconcagua, Bio-Bío y Gregorio, donde esta última se ubica en la Región de Magallanes. Punto que da a conocer la dependencia profunda de las distribuidoras locales con la petrolera estatal, en relación a la compra del suministro.
Y nada más que las grandes distribuidoras pueden importar combustibles líquidos, ya que para firmas pequeñas como JLC, Cabal, Hugo Najle, Santa Elena y Enersur es imposible por el alto costo económico que ello conlleva. Es más, Copec es la que cuenta con más capacidad en este ítem, con el 93% del total, constituyéndose como el cliente con menor dependencia de ENAP para su abastecimiento –razón por la cual se habla del imperio formado por el conglomerado de Angelini y la petrolera estatal-, en comparación a Enex y al gigante brasileño Petrobras.
En tanto, las mayores distribuidoras de combustibles cuentan con almacenamiento propio, pero la que tiene más peso es ENAP, seguida por Copec. Lo mismo sucede en materia de transporte, que es dominada por la petrolera estatal y Sonacol, consorcio en el cual participan las firmas que venden bencinas a nivel minorista y mayorista.
Cambios en Contratos Anticompetitivos
Ante este dominio de ENAP, y tras una denuncia efectuada por Shell, la FNE detectó diferencias en los contratos de la petrolera estatal en cuanto a las condiciones de comercialización de sus productos, lo que podría incentivar conductas exclusorias para mejorar su posición competitiva. Con lo que la firma fue obligada a cambiar sus exigencias.
Así las cosas, a futuro los contratos de ENAP de acuerdo a la FNE deben contener parámetros que aseguren que esta compañía no pueda obtener ventajas competitivas ajenas a razones de eficiencias, y que sean transparentes las distintas condiciones para no caer en discriminaciones sino que los tratos sean equitativos con las distribuidoras de combustible.