El precio del cobre cerró estable el viernes, ante una perspectiva incierta para su demanda, que hizo que los precios se movieran en un rango estrecho tras mensajes dispares sobre la salud económica de China, el mayor consumidor mundial.
El cobre referencial a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres terminó el día a 7,155 dólares por tonelada, la misma cotización de cierre del jueves.
La actividad en las fábricas de China se contrajo nuevamente en febrero, reforzando temores sobre una moderada desaceleración en la economía del gigante asiático.
Enturbiando el cuadro, sin embargo, datos de las aduanas chinas divulgados el viernes mostraron que las importaciones de cobre refinado subieron casi 25% en enero respecto del mes anterior, alcanzando su segundo más alto nivel histórico.
En tanto, un informe de la firma de servicios de información financiera Markit, que mostró sólidos datos de manufacturas estadounidenses, impulsó a los mercados de acciones y al dólar, lo que a su vez pesó sobre las materias primas.
Manteniendo un piso para los precios, datos de la Bolsa de Metales de Londres mostraron una ampliación en la caída de las existencias de cobre, lo que indica una disponibilidad ajustada del metal rojo a corto plazo. Los inventarios de cobre de la LME están en sus niveles más bajos desde fines del 2012.
Datos del Grupo Internacional de Estudios del Cobre mostraron que el déficit en el mercado global de cobre se amplió a 129,000 toneladas en noviembre, debido mayormente a la demanda por cobre refinado desde China.