El alza de 31% en las ganancias de BHP Billiton, pisándole los talones al retorno de Rio Tinto a ganancias anuales, les está dando a los inversionistas la esperanza de que lo peor ya pasó.
Las mayores mineras del mundo están recuperando su presencia gracias a una caída en los costos, un alza en la producción, y a que el efectivo está empezando a fluir.
El alza de 31% en las ganancias de BHP Billiton, pisándole los talones al retorno de Rio Tinto a ganancias anuales, les está dando a los inversionistas la esperanza de que lo peor ya pasó para los dos grupos de minería más valiosos. BHP informó que podría entregar más efectivo a los accionistas cuando entregue sus resultados anuales en agosto.
Los accionistas perdieron la fe en las mineras porque estas buscaban crecer gastando en proyectos exagerados, quedando expuestas a bajas del precio de los commodities cuando el crecimiento chino desacelerara.
Andrew Mackenzie, director ejecutivo de BHP, dice que si las mineras han salido de su agujero, no es simplemente porque el pronóstico económico se ve mejor. “No estamos en el punto más alto del ciclo. Este resultado es producto de nuestra propia auto-ayuda y de nuestra propia productividad”, dijo.
El programa de arranque al que se refiere es claro y común a BHP, el grupo de recursos naturales más valioso del mundo, y a Rio. Primero, aliviar un poco la meta de buscar crecimiento: el gasto de capital ha caído bruscamente en ambas compañías. Segundo, si invierten, sacar lo más posible de cada dólar: Rio y BHP han alardeado de su habilidad para expandir las minas de hierro a un costo relativamente bajo.
“Ambas están en la misma parte del ciclo, que apunta a reducciones en los gastos de capital y en los costos de operación, y concentrarse en menos proyectos de mayor retorno”, dice Tony Robson, de BMO Capital Markets.
BHP dice que la mejora de su productividad es de casi US$5 mil millones en comparación a la de hace dos años, cerca de dos tercios por reducir los recortes de exploración y operación y cerca de un tercio por mayores volúmenes.
Mackenzie dice que se puede alcanzar más. “Solo estamos empezando”, dice. Rio también alcanzó su objetivo de recorte de costos para el año pasado. Dado que las recientes caídas en los precios de los commodities ha sido más o menos balanceada en cada compañía por movimientos de monedas en los países donde operan, el resultado ha sido un fuerte aumento en el flujo de caja.
Albert Minassian, analista de Investec, lo llama un “conjunto de resultados inspiradores de confianza”. Robson, de BMO dice que el flujo de caja de BHP debiera subir a US$12.500 millones al fin de su año financiero, mejorando aún más el año siguiente, y aumentando la probabilidad de que haya retornos para los accionistas.
Pero algunos analistas dicen que BHP está avanzado en el camino a poder considerar oportunidades de crecimiento. Mackenzie habló positivamente de Spence, un proyecto cuprífero en Chile.