Las reservas sufrieron su caída más fuerte en lo que va de febrero. La merma de u$s 98 millones de ayer superó la pérdida de u$s 70 millones del martes. Si bien el Central terminó con leve saldo comprador en el mercado cambiario (unos u$s 10 millones), en realidad el stock de divisas fue afectado por la necesidad de hacer frente a vencimientos de factura de energía, correspondientes a deudas de 2013. Desde el BCRA aclaran que estos compromisos atrasados se mantendrán hasta marzo, aunque a partir de allí se deberá empezar a pagar la cuenta del este año.
El nivel de reservas cerró ayer en u$s 27.672 millones, con lo cual la evolución en lo que va de febrero empezó a mostrar saldo negativo. De todas formas, la comparación con enero es altamente favorable, teniendo en cuenta que el mes pasado la pérdida había superado los u$s 2.000 millones.
Claramente, la necesidad de cubrir el déficit energético con divisas es el principal aspecto que erosionará la evolución de las reservas a lo largo de 2014. Otras variables que jugaron negativamente a lo largo de 2013 se sentirán con menor rigor este año. Este es el caso del sector turístico, que el año pasado arrojó un déficit cambiario superior a los u$s 8.000 millones. Este año caería a menos de la mitad. Algo parecido sucedería con las automotrices, que arrojó un saldo negativo similar a 2013, pero que también impactaría menos en el balance cambiario por las menores ventas que se proyectan para 2014. Prácticamente el único sector que generará más obligaciones en dólares será el energético, con un déficit proyectado que superará largamente los u$s 6.000 millones de 2013.
La apuesta del Gobierno es suavizar todo lo posible la caída de reservas al menos hasta marzo, a la espera de la liquidación de dólares de la cosecha gruesa que se producirá a partir de abril, pero que se volverá mucho más abundante en mayo y junio. La suba del dólar en el mercado oficial y el aumento de la tasa de interés serían incentivos claros para que las cerealeras apuren las liquidaciones.
En febrero el Central está consiguiendo su objetivo a través de dos medidas puntuales: en primer lugar, el compromiso asumido por las grandes cerealeras para liquidar u$s 2.000 millones (se está cumpliendo a rajatabla), y la norma que obligó a los bancos a reducir su exposición en activos dolarizados, lo que también está generando una mayor oferta en el mercado cambiario.
Una situación parecida podría mantenerse en marzo, especialmente porque los vencimientos de deuda continúan siendo muy bajos. El mes próximo sólo habrá que hacer frente al pago de intereses por u$s 80 millones de organismos multilaterales y otros u$s 175 millones correspondientes al bono Par. Los dos meses que se presentan más pesados en materia de deuda son junio y diciembre, particularmente por el vencimiento de bonos Discount en dólares, ya que impacta plenamente el cupón de 8,28% anual (hasta ahora una parte del mismo se capitalizaba). Nuevamente, el mes próximo habrá que monitorear qué sucede con la factura energética.