A $ 894 por litro llegaría el precio de la bencina en estaciones de Punta Arenas, luego del alza generalizada en los precios del combustible anunciada ayer por ENAP.
Se trata de la cuarta semana consecutiva de alzas, que, en promedio, suman $ 42 de avance, pese a lo cual el Gobierno no ha implementado el Sistema de Protección de los Precios del Combustible (Sipco).  Ayer, el ministro de Economía, Felipe Larraín, explicó que el Sipco no se implementará esta semana, porque ninguno de los mecanismos que han existido en el país desde 1990 para mitigar las fluctuaciones en el valor de los combustibles responden al tipo de cambio, principal factor que ha llevado a este fuerte incremento en las últimas semanas. Así, los costos de llenar el estanque alcanzan niveles históricos en Magallanes.
Según lo anunciado por ENAP, las alzas serían de $16,1 para la bencina de 97 octanos, mientras que la de $ 93 subiría en $ 10,6. En tanto, el diésel registrará una baja de $ 1,2 y el kerosene de $ 12,3.
Según los precios publicados por el Sistema de Información en Línea de la Comisión Nacional de Energía, De acuerdo con los precios del sistema información en línea del Ministerio de Energía, el alza llevaría los precios de la bencina de 97 octanos a $ 1014 por litro en Porvenir y $ 1013 en Cabo de Hornos. 

La petrolera informó que las variaciones se deben a las temperaturas extremas y tormentas de nieve en EE.UU. y el alza de demanda que eso provoca, y a una menor producción por mantenimiento de las refinerías en el mismo país.

Camioneros

La noticia fue mal recibida en el gremio del transporte. El presidente de la Asociación de Dueños de Camiones de Magallanes (Asoducam), Miguel Cárdenas, dijo que “si continúan las alzas sostenidas en el precio de los combustibles, entonces es hora de subir los fletes”.
Según el dirigente, “si seguimos danzando al compás de lo que se nos ha impuesto, van a quebrar muchos transportistas pequeños. La única forma es subir el valor de los fletes”, cosa que, aseguró, “no ocurre desde hace al menos tres años”.

Frente a la subida sostenida de los precios, entre camioneros hay molestia con los distribuidores, a quienes culpan de aprovecharse del contexto de alzas.
“Tenemos que hacer que los distribuidores dejen de poner precios monopólicos. Deben dejar de llenarse los bolsillos de plata”, dijo Cárdenas. “Debemos llegar a un acuerdo en que ese precio sea razonable para todos los usuarios.”.

El dirigente gremial también acusó poca efectividad del Sipco para proteger a los contribuyentes de las alzas. “Siempre hemos dicho que el Sipco no es una herramienta que haya funcionado”, dijo.
El dirigente explicó que, para que el Sipco se haga efectivo, es necesario que haya un alza violenta, “pero las subidas siempre son muy graduales”, sostuvo.

En el gremio también resienten los cobros del impuesto específico: “Deberían pagarlo todas las empresas, no sólo los transportistas”, dijo el Cárdenas, enumerando a empresas de las industrias “mineras, energéticas, lineas aéreas, que son las que más gastan combustible y no pagan el impuesto”. Agregó que, producto de ello, “hay una descompensación gigante” en los precios.