La Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap) informó que los subsidios del Estado nacional a sectores económicos alcanzaron $134.114 millones, un 34,3% más que en 2012.
Loss subsidios del Estado nacional a sectores económicos alcanzaron en 2013 a 134.114 millones de pesos, un 34,3 por ciento más que en el año precedente, informó este miércoles la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap).
La entidad destacó en su último informe que el incremento pudo haber sido mayor, pero en el último bimestre "el gasto en subsidios económicos mostró un comportamiento mucho más moderado que el observado en el período julio - octubre, lo cual permitió contener la suba acumulada en el período de diez meses", que había sido del 48 por ciento y, de haberse mantenido, habría llevado la partida de subsidios a más de 148 mil millones de pesos.
Datos
La información se dio a conocer en momentos en que el Gobierno señala que tiene "en estudio" la posibilidad de una reducción selectiva de los subsidios, en razón de que el gasto que representan equivale a todo el déficit financiero, más la asistencia que presta al Tesoro el Banco Central, la Anses y el Pami.
Parte de esa estrategia de "sintonía fina" -iniciada en noviembre de 2011 y abandonada casi de inmediato- se viene llevando a cabo en el sector del autotransporte de pasajeros, cuya tarifa en el área metropolitana se incrementó un 66 por ciento a principios de 2014.
Precisamente, fue el sector Transporte el que atenuó la suba global, ya que con un total de 32.265,5 millones de pesos tuvo un aumento de solo el 10,2 por ciento.
Esa alza fue notoriamente inferior a la de otros rubros, como el Energético (46,7 por ciento), o el de las otras empresas públicas fuera de la energía y el transporte (51,7 por ciento), en el que sobresalió el aumento de Arsat (75,2 por ciento).
Con 81.405 millones de pesos (casi el 61 por ciento del total), el sector Energético volvió a ser el principal destino de los subsidios del Estado nacional.
"Dichos fondos se encuentran concentrados principalmente en la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa) y en la Empresa Energía Argentina S.A. (Enarsa), las que, entre otros fines, tienen a su cargo el subsidio de tarifas de energía en el área metropolitana y la compra de combustible importado (gas) para el abastecimiento del mercado interno", señaló Asap.
Al respecto, Cammesa recibió un total de 33.897,1 millones de pesos (+ 37,9 por ciento), en tanto que Enarsa absorbió una suma levemente inferior, de 31.187,5 millones, aunque con un incremento muy superior (+ 62,4 por ciento). En el sector Transporte, los principales beneficiarios fueron las transferencias destinadas al Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte, por 13.364,7 millones de pesos, que atiende el diferencial entre costos y tarifas de las empresas de transporte automotor de pasajeros del área metropolitana.
Este sector muestra un comportamiento muy heterogéneo, con caídas interanuales del 3,6 por ciento en el autotransporte y una suba de 1.288 por ciento para Operador Ferroviario S.E.
Por su parte, Aerolíneas Argentinas cierra por primera vez un año con caída en los subsidios recibidos (- 3,1 por ciento), aunque con una particularidad: cayeron 8,8 por ciento las transferencias corrientes y subieron 119 por ciento las de capital.
La tasa de desempleo se redujo a 6,4 por ciento al cierre de 2013, lo que representa una caída de medio punto porcentual respecto al cuarto trimestre de 2012, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
En tanto, la subocupación cayó a 7,8 por ciento, contra el 9 por ciento que se había registrado en el último período de 2012.
De esta forma, 2,5 millones de personas tienen problemas de empleo sobre una población económicamente activa de 18 millones de habitantes.
En tanto, los subsidios del Estado nacional a sectores económicos alcanzaron en 2013 a 134.114 millones de pesos, un 34,3 por ciento más que en el año precedente, informó hoy la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
En el incremento se observó una incidencia mayor de los subsidios al sector energético (+ 46,7 por ciento), en gran medida por la importación de combustibles.
El sector Transporte, el segundo en importancia, atenuó la suba general al crecer un 10,2 por ciento, en parte por los aumentos en la tarifa del autotransporte de hace un año, la supresión definitiva de los aportes al subte y la disminución de las transferencias a Aerolíneas Argentinas.
Los subsidios al sector energético y al transporte , pieza fundamental del engranaje kirchnerista para contener los aumentos en los boletos y mantener congeladas las tarifas de los hogares pese a las subas de costos y la importación de combustibles líquidos, electricidad y gas, dejaron una vez más en 2013 una huella difícil de disimular en las cuentas públicas.
El año pasado, las transferencias del Estado en concepto de subsidios económicos alcanzaron los 134.000 millones de pesos, 34% más que el año anterior. La mayor parte se destinó a cubrir las necesidades del sector energético, que se llevó 81.400 millones de pesos, 46% más que en 2012.
Puestas en perspectiva, las erogaciones para la energía adquieren niveles gigantescos. Fueron, por caso, superiores a las transferencias que destinó el Estado a atender subsidios sociales -como la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo-, que se llevaron 73.400 millones de pesos; es decir, un 90% de lo que recibe el sector energético.
Son los principales números de la ejecución presupuestaria correspondientes al año pasado, que difundió ASAP, una entidad especializada en el análisis de las cuentas públicas.
Como suele ocurrir, Cammesa, la compañía que administra el mercado eléctrico, y Enarsa, la empresa estatal que se encarga principalmente de importar gas por barco y combustibles líquidos para compensar la caída en la producción local de hidrocarburos, se llevaron la mayor parte de los subsidios. La primera, que también se encarga de comprar energía fuera del país, se llevó el año pasado $ 33.900 millones, 38% más que en el período anterior, mientras que la segunda recibió $ 31.200 millones, con un incremento de 62 por ciento.
Ambas compañías son las piedras fundamentales a partir de las cuales el Gobierno sostiene el congelamiento de tarifas en la ciudad de Buenos Aires, la provincia y, en menor medida, el resto del país.
Desde lejos, lo siguió el sector de transporte, que recibió subsidios por $ 35.200 millones. La mayor parte fue al Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte, que obtuvo $ 13.365 millones. Es el fondo encargado de atender la diferencia entre la tarifa del Belgrano Cargas, así como de los trenes y los colectivos del área metropolitana, y los costos de prestar el servicio, que son mayores. También incluye los subsidios que recibe Aerolíneas Argentinas. La compañía aérea de bandera fue una de las pocas que mostraron una reducción en la cantidad de fondos que reciben del Estado. El año pasado fueron 3385 millones de pesos, un 3,1% menos que en 2012.
DÉFICIT ANUAL
Los números finales del año pasado dejaron en evidencia la enorme diferencia entre el proyecto anual que se aprueba en el Congreso y la ejecución presupuestaria concreta. ASAP destacó que el nivel de gasto en 2013 estuvo muy por encima -un 18%- de lo previsto originalmente en la ley de presupuesto. Mientras que los recursos percibidos fueron 2,3% más que lo estimado en el cálculo inicial. La evolución de ambas variables condujo a un resultado financiero con un rojo de 102.200 millones de pesos. Originalmente, el Gobierno había previsto un superávit de $ 533 millones.
Los subsidios del Estado nacional a sectores económicos alcanzaron en 2013 a $134.114 millones, un 34,3% más que en el año precedente, informó ayer la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
En el incremento se observó una incidencia mayor de los subsidios al sector energético (+46,7%), en gran medida por la importación de combustibles.
El sector Transporte, el segundo en importancia, atenuó la suba general al crecer un 10,2%, en parte por los aumentos en la tarifa del autotransporte de hace un año, la supresión definitiva de los aportes al subte y la disminución de las transferencias a Aerolíneas Argentinas.
El Producto Bruto Interno argentino calculado por el INDEC ascendió a $2,79 billones en 2012, por cuanto un incremento de la actividad económica en torno al 5% el año pasado, según las mediciones oficiales, arrojaría un PBI aproximado de unos 2,93 billones de pesos. Según estas cifras, los subsidios económicos por poco más de $134 mil millones representarían un 4,6% del Producto.
La ASAP destacó en su último informe que el incremento pudo haber sido mayor, pero en el último bimestre "el gasto en subsidios económicos mostró un comportamiento mucho más moderado que el observado en el período julio - octubre, lo cual permitió contener la suba acumulada en el período de diez meses", que había sido del 48% y, de haberse mantenido, habría llevado la partida de subsidios a más de 148 mil millones de pesos.
La información se dio a conocer en momentos en que el Gobierno señala que tiene "en estudio" la posibilidad de una reducción selectiva de los subsidios, en razón de que el gasto que representan equivale a todo el déficit financiero, más la asistencia que presta al Tesoro el Banco Central, la ANSeS y el PAMI.
Parte de esa estrategia de "sintonía fina" -iniciada en noviembre de 2011 y abandonada casi de inmediato- se viene llevando a cabo en el sector del autotransporte de pasajeros, cuya tarifa en el área metropolitana se incrementó un 66% a principios de 2014.
Sector por sector
Fue el sector Transporte el que atenuó la suba global, ya que con un total de 32.265,5 millones de pesos tuvo un aumento de solo el 10,2 por ciento.
Esa alza fue notoriamente inferior a la de otros rubros, como el energético (46,7%), o el de las otras empresas públicas fuera de la energía y el transporte (51,7%), en el que sobresalió el aumento de ARSAT (75,2%). Con 81.405 millones de pesos (casi el 61% del total), el sector energético volvió a ser el principal destino de los subsidios del Estado nacional.
"Dichos fondos se encuentran concentrados principalmente en la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA) y en la Empresa Energía Argentina S.A. (ENARSA), las que, entre otros fines, tienen a su cargo el subsidio de tarifas de energía en el área metropolitana y la compra de combustible importado (gas) para el abastecimiento del mercado interno", señaló ASAP.
Al respecto, CAMMESA recibió un total de 33.897,1 millones de pesos (+37,9%), en tanto que ENARSA absorbió una suma levemente inferior, de $31.187,5 millones, aunque con un incremento muy superior (+ 62,4%).
En el sector Transporte, los principales beneficiarios fueron las transferencias destinadas al Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte, por $13.364,7 millones, que atiende el diferencial entre costos y tarifas de las empresas de transporte automotor de pasajeros del área metropolitana.
Este sector muestra un comportamiento muy heterogéneo, con caídas interanuales del 3,6% en el autotransporte y una suba de 1.288% para Operador Ferroviario S.E.
Por su parte, Aerolíneas Argentinas cierra por primera vez un año con caída en los subsidios recibidos (-3,1%), aunque con una particularidad: cayeron 8,8% las transferencias corrientes y subieron 119% las de capital.
La conducción económica ya tiene elaborados dos o tres escenarios posibles para avanzar en la eliminación de los subsidios en las tarifas de los servicios públicos. Las diferencias entre las alternativas diseñadas se refieren al piso y al techo de los aumentos que deberán pagar los usuarios, pero ya hay consenso de que el primer paso será la reducción de los subsidios en Capital Federal y Gran Buenos Aires, para las facturas eléctricas en las áreas de concesión de Edenor y Edesur.
En la realidad, los subsidios del Estado al precio mayorista de la energía eléctrica y al costo del gas importado, tienen alcance nacional: los usuarios residenciales, comerciales e industriales de todo el país tienen el beneficio, con las quitas que se determinaron en noviembre de 2011 que incluyen los countries en todo el territorio y partes de barrios y localidades de Capital y GBA , y en el caso de las empresas a los bancos, financieras y compañías de seguros.
Lo que sucede es que en el interior los gobiernos provinciales aprovecharon los subsidios para mejorar los ingresos de las empresas distribuidoras, ya sean estatales o privadas, por lo cual las facturas son mucho más altas que en Capital y GBA donde el gobierno nacional acotó al máximo los aumentos destinados a las cajas de Edenor y Edesur.
Esa diferencia en el nivel de tarifas es lo que deja espacio ahora empezar por la electricidad en el área meropolitana. La decisión no implica un trato discriminatorio o por lo menos lo será tanto como cuando en 2011 se decidió eliminar subsidios sólo en La Horqueta, y no en todo San Isidro, o en parte de Palermo y no en todo el barrio.
La medida debe lograr no crear susceptibilidades con los intendentes del Gran Buenos Aires, por el impacto en sus electores. Por eso habrá además una diferenciación según la contribución fiscal de cada usuarios. Se presume además que aunque ya está descartado bajar subsdios a los que compraron dólares, el piso de $7.200 de ingresos mensuales que permite acceder a la compra de divisas para atesoramiento, también podría tomarse de referencia de modo que quienes ganen menos de eso seguirán plenamente subsidiados, al igual que los que cobran la asignación universal por hijo, y los jubilados con haberes menores a esa base.
A partir del piso, la reducción de subsidios se definiría por franjas de ingresos, y sería mayor cuanto más alto sea el consumo si la contribución fiscal y la valuación fiscal del inmueble lo permiten. La intención es evitar que queden entre los que más pagan, los usuarios residenciales que por razones económicas tienen gas en la puerta de su casa pero no hicieron la instalación interna y se siguen calefaccionando con electricidad.