El ejecutivo de la generadora eléctrica declaró ante el regulador ambiental por cerca de 40 minutos y manifestó su disposición a colaborar.
Por cerca de 40 minutos declaró ayer el gerente general de Endesa Chile, Joaquín Galindo, ante la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) en el marco del proceso sancionatorio contra la unidad II del proyecto termoeléctrico Bocamina, ubicada en Coronel, VIII Región.
Previo a reunirse con la fiscal instructora del caso, Andrea Reyes, el ejecutivo sólo manifestó: "Hemos venido a colaborar con la autoridad", sin ahondar en sus declaraciones. En tanto el regulador presentó una serie de cargos contra la segunda unidad de la carbonera, por incumplimientos en su RCA.
Además del proceso sancionatorio de la Súper de Medio Ambiente, sobre Bocamina II pesa un recurso de protección presentado por pescadores artesanales de la Región del Biobío -tramitado en la Corte de Apelaciones de Concepción- y que obligó a paralizar este proyecto el 17 de diciembre del año pasado.
Pero eso no es todo, Endesa también tuvo que paralizar Bocamina I, debido a un recurso presentado por organizaciones ambientales y pobladores de la Bahía de Coronel. Sólo la primera semana de febrero, la empresa logró revertir dicha paralización, ya que envío una serie de documentos que acreditaban la implementación de medidas de mitigación en la zona.
A fines de enero, la eléctrica cuantificó pérdidas producto de la paralización temporal de Bocamina II, y precisó que estas ascendían a los US$ 31 millones en concepto de margen de contribución.
Endesa señaló que mientras esté vigente la suspensión a Bocamina II continuará evaluando e informando los efectos financieros por ella producidos.