por Flor Vásquez
Ya era una tradición. Desde hace 3 décadas, la División El Teniente, a través de Extensión Cultural (Extecu) organizaba un evento musical para amenizar el verano rancagüino, descubrir y promover los nuevos talentos y ofrecer a la comunidad la posibilidad de disfrutar de un buen espectáculo.
La entrada era gratuita y las jornadas semifinales y finales contemplaban un show con destacados artistas nacionales. Durante varios años, el festival “El Verano canta en el Cobre” se realizó en el parque de la Casa de la Cultura, donde hoy está ubicado el Teatro Regional. El año pasado, la versión número 30 del evento, se realizó en el estadio El Teniente y fue un éxito.
Sin embargo, este año Rancagua no tendrá festival. La Dirección de Comunicaciones de la empresa minera señaló que una de las razones de que se haya decidido no realizar el certamen musical corresponde a la política de reducción de costos. Además, explicó que la estrategia de la División es impulsar “proyectos de valor compartido”; agregando que actualmente los esfuerzos se están focalizando en proyectos de educación y en iniciativas ambientales, como el plan “Puro O'Higgins”.
En el tema de reducción de costos, la Dirección de Comunicaciones indicó que el año pasado Codelco pidió que las diversas gerencias de El Teniente redujeran sus presupuestos en un 20 por ciento. La meta que se puso a la División era conseguir un ahorro de 55 millones de dólares, cifra que fue superada, ya que logró un ahorro de 69 millones de dólares.
Comunicaciones no precisó a cuánto alcanzaba el costo del festival ni por qué éste no es un proyecto de valor compartido. Cabe recordar que el año pasado, Flavio Angelini, gerente de Sustentabilidad y Asuntos Externos de El Teniente, señaló que “el festival se enmarca en el objetivo que tiene la División de trabajar en conjunto con los vecinos, para mejorar su calidad de vida. Actividades como la cultura, el arte y la entretención, aportan al bienestar del entorno con el cual convive la empresa. Es por eso que El Teniente apoya y realiza toda acción a favor de los habitantes”.
Así, mientras en diversas ciudades se consolidan los festivales de verano, Rancagua y sus habitantes se quedan sin el que “cantó” durante 30 años. Quizás el municipio deberá ahora continuar con la tradición.