La expansión reciente de la demanda de oro físico en el gigante asiático se explica de forma directa por la acción de los llamados consumidores “dama women” o mujeres de mediana edad que compran oro no sólo para celebraciones, regalos o eventos sino también para propio atesoramiento. Éste es el retrato robot del consumidor minorista que está detrás del crecimiento en un 41% de la demanda de oro físico en 2013 según publica la agencia de noticias local Xinhua.
El perfil que recoge también el semanario Shanghai Securities Journal (se publica en chino) posee las siguientes características: mujer entre 40 y 60 años casada, madre de familia y de posición económica media. La mujer es la principal consumidora de oro no sólo por una cuestión cultural sino también por cualidades humanas y personales.
La entrada del Año Nuevo chino ha arrojado unas cifras espectaculares en lo que a compra de oro se refiere. Según Xinhua, en diez días se han vendido 300 toneladas de oro con un valor de 100.000 millones de yuanes, aproximadamente 16.000 millones de dólares. Varios medios han recogido las opiniones de cientos de comerciantes, los cuales coinciden en el prototipo de consumidor de oro descrito anteriormente y “deseando de invertir”.
Hace tres semanas conocimos los datos de demanda de oro dados por la Asociación China del Oro, los cuales revelaron que la demanda había excedido las 1.000 toneladas en 2013 hasta alcanzar 1.176,4 toneladas. En cambio, el consumo en 2012 fue de 832,2 toneladas. Con estas cifras se muestra que China se ha convertido en el primer consumidor mundial de oro desbancando a India.
Uno de los factores que ha contribuido decisivamente a la compra masiva de oro por parte de estas “dama women” es la caída de los precios. Dentro de este mercado, la mayoría del oro que se transa es de 24 quilates, el cual escasea en muchas ciudades por la masiva demanda.