En una jugada de ajedrez, YPF cerró la compra de todos los activos de Apache en el país por 800 millones de dólares y además le vendió una porción de Vaca Muerta adquirida a la estadounidense a Pluspetrol por 271 millones de dólares, con la que además se asociará en un plan piloto que incluye siete áreas no convencionales.
Hasta el momento no hay detalles precisos de los planes conjuntos entre YPF y Pluspetrol, ya que recién en 30 días la nacionalizada teminará de pagar su flamante adquisición que la convertirá en la principal productora de gas del país. Fuentes de la firma que dirige Miguel Galuccio confirmaron que se trataría de un proyecto de shale oil que incluye el área La Calera, cerca de Añelo, en el corazón de Vaca Muerta y, según dicen los expertos, uno de los perímetros más productivos.
Fuentes de Pluspetrol, que estuvo interesada en los activos de Apache desde un pricipio, pero nunca cerró por los diferendos que la estadounidense mantenía en varias de sus áreas, confirmaron que éste sería su "de alguna manera". Ésa fue la frase utilizada por un directivo cuando evaluaban lo que le interesaban las áreas de la petrolera vendida pero no querían el adicional del "conflicto".
También desde YPF reconocen el grado de conflictividad que deja abierto la firma norteamericana. Uno de los casos emblemáticos es el diferendo que mantiene con la comunidad Gelay Ko en la zona del Anticlinal Campamento. También hay antecedentes en la Estación Fernández Oro donde debieron realizar reparaciones ambientales por la actividad de pozos de tight gas. Algo similar ocurre con los reclamos por la producción en zonas de chacras.