Plantean, sin embargo, que es necesario seguir la evolución del índice, para poder implementar una política antiinflacionaria. Dirigentes de la mayoría de las fuerzas se hicieron eco de la inflación de 3,7% en enero que anunció el ministro Kicillof en base al nuevo sistema de medición
Los economistas que suelen hacer seguimientos de precios coincidieron -ayer- en que la presentación del nuevo indicador oficial de la inflación, IPCNu, merece un voto de confianza por ser “el primer paso hacia el reconocimiento” del principal problema de la economía. Sin embargo, advirtieron que es necesario seguir la evolución del índice, sobretodo para poder implementar una política antiinflacionaria.
Dante Sica, economista jefe de la consultora Abeceb, opinó que “el Gobierno parece estar en la dirección correcta, desde el momento en que reconoce la inflación real”. “ Habrá que ver cómo será la evolución de este indicador. P or ejemplo, si aparecen los precios promedio, como sucedía antes de la intervención del INDEC. Cuanto más transparente hagan el índice, más confianza va a generar”, resumió.
“Me reconforta profesionalmente después de tantos años de persecución ”, describe el economista Carlos Melconián, aludiendo a la embestidas del ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, contra las consultoras que difunden sus relevamientos de precios.
“Evidentemente nuestro dato no era tan mamarracho”, ironizó respecto de la última apreciación del jefe de Gabinete Jorge Capitanich sobre los indicadores privados.
También para Melconián, el reconocimiento de la inflación real (hacia el pasado y hacia el futuro) “es indispensable pero dura unos segundos. Ahora hay que ver qué política antiinflacionaria piensa implementar el Gobierno frente a una inflación del 32% anual”, desafió el analista.
Según Juan Pablo Paladino, de la consultora Ecolatina, “a priori el foco está puesto donde debe estar, en la inflación. Es el primer paso para reconstruir las estadísticas oficiales. De todas maneras, es prematuro para reconstruir la confianza ”. En la misma sintonía, el economista Jorge Todesca, de la consultora Finsoport, opinó que la cifra oficial de 3,7% para enero, “es realista” y es el “comienzo de un sinceramiento”. Explicó que “hay una fuerte motivación detrás de este sinceramiento y es el compromiso del Gobierno con el FMI de hacer una revisión de las estadísticas”. “Cumplir con ese paso sería un avance en la negociación con el Club de París ”, añadió.
También los economistas sumados al Frente Renovador opinaron sobre el tema. Ricardo Delgado dijo: “Reconocer la inflación es un buen avance pero hacen falta políticas de fondo que ataquen el problema. Con 194 precios cuidados no se resuelve el problema inflacionario”. En tanto Marco Lavagna calificó el 3,7% de “razonable” e instó a “monitorear los próximos comunicados”. Según Miguel Peirano, “el índice conocido es un paso positivo, e implica un cambio de la tendencia que se venía observando”. Y finalmente, Martín Redrado sentenció: “Con el nuevo índice de precios, el Gobierno reconoce que no sabe cómo bajar la inflación”.
Los economistas que suelen hacer seguimientos de precios coincidieron -ayer- en que la presentación del nuevo indicador oficial de la inflación, IPCNu, merece un voto de confianza por ser “el primer paso hacia el reconocimiento” del principal problema de la economía. Sin embargo, advirtieron que es necesario seguir la evolución del índice, sobretodo para poder implementar una política antiinflacionaria.
Dante Sica, economista jefe de la consultora Abeceb, opinó que “el Gobierno parece estar en la dirección correcta, desde el momento en que reconoce la inflación real”. “ Habrá que ver cómo será la evolución de este indicador. P or ejemplo, si aparecen los precios promedio, como sucedía antes de la intervención del INDEC. Cuanto más transparente hagan el índice, más confianza va a generar”, resumió.
“Me reconforta profesionalmente después de tantos años de persecución ”, describe el economista Carlos Melconián, aludiendo a la embestidas del ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, contra las consultoras que difunden sus relevamientos de precios.
“Evidentemente nuestro dato no era tan mamarracho”, ironizó respecto de la última apreciación del jefe de Gabinete Jorge Capitanich sobre los indicadores privados.
También para Melconián, el reconocimiento de la inflación real (hacia el pasado y hacia el futuro) “es indispensable pero dura unos segundos. Ahora hay que ver qué política antiinflacionaria piensa implementar el Gobierno frente a una inflación del 32% anual”, desafió el analista.
Según Juan Pablo Paladino, de la consultora Ecolatina, “a priori el foco está puesto donde debe estar, en la inflación. Es el primer paso para reconstruir las estadísticas oficiales. De todas maneras, es prematuro para reconstruir la confianza ”. En la misma sintonía, el economista Jorge Todesca, de la consultora Finsoport, opinó que la cifra oficial de 3,7% para enero, “es realista” y es el “comienzo de un sinceramiento”. Explicó que “hay una fuerte motivación detrás de este sinceramiento y es el compromiso del Gobierno con el FMI de hacer una revisión de las estadísticas”. “Cumplir con ese paso sería un avance en la negociación con el Club de París ”, añadió.
También los economistas sumados al Frente Renovador opinaron sobre el tema. Ricardo Delgado dijo: “Reconocer la inflación es un buen avance pero hacen falta políticas de fondo que ataquen el problema. Con 194 precios cuidados no se resuelve el problema inflacionario”. En tanto Marco Lavagna calificó el 3,7% de “razonable” e instó a “monitorear los próximos comunicados”. Según Miguel Peirano, “el índice conocido es un paso positivo, e implica un cambio de la tendencia que se venía observando”. Y finalmente, Martín Redrado sentenció: “Con el nuevo índice de precios, el Gobierno reconoce que no sabe cómo bajar la inflación”.
Sorprendidos por el 3,7% (esperaban menos) y la posibilidad de volver a confiar en el INDEC. Entre estos estados osciló la manera en que economistas recibieron el dato ayer por la tarde, luego de que Axel Kicillof anunció que el IPC era del 3,7%, el número más elevado anunciado por el organismo oficial desde mayo de 2002. Sin embargo, en vísperas de las paritarias, reconocieron que esta cifra los sindicatos la adoptarán para negociar los aumentos salariales. Y un punto no menor: ahora que se reconoció oficialmente la inflación, la discusión sobre cómo se la morigerará.
"Fue una sorpresa agradable el dato del IPC que sorprende al mercado. Pensaba que la inflación iba a dar apenas arriba de un 3%, pero no un 3,7%", sostuvo Miguel Kiguel, de Econviews. Resaltó que las medidas de política económica adoptadas en las últimas semanas van hacia una mayor credibilidad. Entre éstas mencionó la suba en las tasas de interés, del tipo de cambio y el acercamiento al Club de París. "Son todas medidas que tienden hacia la razonabilidad", dijo y si bien consideró que todavía no se podrá tomar este IPC, es un avance hacia la transparencia. "Hasta ahora se venía en un realismo mágico, ahora se sale hacia un realismo", ironizó.
Por su parte, el exdirector del Banco Central Arnaldo Bocco destacó otro dato de ayer que pasó inadvertido: que la inflación mayorista arrojó para enero un 4,9% en la comparación con diciembre, también una cifra más elevada que la difundida en los últimos años. "En una economía que pasó una devaluación, esto empieza a establecer un piso y un techo entre el IPC y el índice de precios mayorista. Es una tasa con un grado de realidad importante", reconoció. "Este sinceramiento va a tener un impacto importante: para el tiempo que se inicia, es un paso que establece una nueva forma de vincular el mecanismo de precios con la percepción que tiene la gente", señaló.
Luego de 7 años en los que los datos de IPC no fueron creíbles y no coincidían ni con las estimaciones de las provincias ni con las de consultoras privadas, "la discusión va a ser ahora qué se hace con la inflación", dijo Bocco. Con respecto a la confianza en el nuevo IPC, sostuvo que el INDEC es un viejo organismo que tuvo altísima crediblidad, y que, con el dato de ayer se recupera parte de la credibilidad. Orlando Ferreres dijo que si bien el 3,7% es confiable, la confianza se irá ganando a medida que pasen los meses.
Otro de los puntos en los que tendrá una repercusión inmediata es en las paritarias. "Seguramente el Estado va a tener que hacer gran esfuerzo para mantener poder de compra de asalariados, pero también el costo del trabajo, el empleo y la producción; tiene que haber una armonía", asintió. Coincidió Ferreres que "un poco de lío habrá con los sindicatos".
Los analistas destacan el hecho de que el Gobierno, finalmente, haya reconocido la alta inflación que sufre la Argentina, pero advierten que para recuperar la confianza en las cifras oficiales es necesario que en los próximos meses el nuevo índice de precios nacional urbano (IPC-NU) siga mostrándose "consistente" con la realidad.
"En principio, yo le daría a este nuevo índice un voto de confianza, pero hay que ver la consistencia que muestra en los próximos meses", dijo el director de abeceb.com, Dante Sica, quien añadió que el 3,7% de inflación que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) calculó para enero "ya es un reconocimiento del problema [de inflación]".
Algo similar opinó el economista jefe de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina: "Por lo menos el primer resultado del nuevo IPC muestra un reconocimiento de la inflación, ya que hasta antes de diciembre la variación mensual no pasaba del 1%", dijo. Y añadió: "Vamos a ver qué pasa en los meses siguientes, la confianza [en las estadísticas oficiales] se debe ir recuperando gradualmente. Esto es sólo un paso".
"El número final cumplió con las expectativas", afirmó, en tanto, la ex directora de Precios del Indec Graciela Bevacqua. "Pero hay que esperar la metodología y por lo menos seis meses", agregó la especialista, quien resaltó que, a diferencia de lo que dijeron ayer las autoridades del Indec, éste no es el primer IPC nacional que publica el organismo. "Se publicó uno que discontinuó esta administración. Además, este IPC nacional no tiene los datos desagregados por provincias ni regiones [como sí los tenía el anterior], por lo que no se puede comparar con lo que se venía haciendo".
"El 3,7% de enero parece más realista que lo que venía dando el Indec", dijo el director de Finsoport, Jorge Todesca, que añadió: "La diferencia de 0,9 puntos con el resultado del IPC Congreso (ese índice subió 4,6% el mes pasado) no es poca, pero ya no da para polemizar como en los meses anteriores".
Para el economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Juan Luis Bour, el Gobierno "se ha movido en la dirección correcta" al reconocer una inflación más alta. Sin embargo, añadió que en los próximos meses habrá que ver si el nuevo índice "sirve o no sirve", ya que, según explicó, una medición de inflación que sólo se aproxime a la realidad no permite a los agentes económicos tomar decisiones.
También Sica destacó que un índice confiable "ayudaría a anclar las expectativas, que por ahora son dispersas" y, en especial, daría un marco claro a las negociaciones paritarias, ya que se tendría una referencia cierta sobre lo que sucede con los salarios reales. Para que el nuevo índice sea más confiable, añadió Sica, el Indec debería publicar los precios de los productos.
Lo mismo señaló el ex director de Estadísticas Económicas del Indec Víctor Beker, para quien el nuevo índice "sigue siendo en su elaboración tan misterioso como el anterior". Si bien Beker señaló que "al parecer el Indec está tratando de aproximarse a la realidad" y que con el 3,7% de enero "ya nadie puede negar la inflación", aún se muestra escéptico con el tratamiento que se dé a las estadísticas oficiales en los próximos meses. En ese sentido, mencionó que "hay una continuidad en las autoridades del Indec que publicaban el índice anterior" y que el nuevo IPC aún parece estar subordinado a intereses políticos.
Tras conocer los resultados del nuevo IPC, Carlos Melconian, director de M&S Consultores, dijo: "Me siento reconfortado, porque después de 7 años de persecución el resultado del Indec es muy cercano al que nosotros estimamos para enero". Melconian añadió que, si bien el reconocimiento de la inflación es importante, lo más relevante es saber qué medidas va a tomar el Gobierno para enfrentar la suba de precios. En su opinión, "la madre del problema" es la política fiscal, que, sin embargo, no muestra cambios en su manejo.
También algunos empresarios destacaron los resultados del nuevo IPC. "Esto demuestra que vamos a cierto sinceramiento", dijo el presidente de Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi, que añadió: "Entre este 3,7% y 4,6% que le dio al Congreso no hay tanta diferencia. Tampoco podemos asegurar que el Congreso lo esté midiendo a la perfección. Pero este valor se acerca más a algo lógico, eso es positivo".
En tanto, José Urtubey, accionista de Celulosa Argentina, dijo: "Un 3,7% no es poco. Clarifica tanto al sector público como al sector privado sobre el aumento de precios que tenemos. Ahora, debemos trabajar en un plan contra la inflación".
El Fondo Monetario Internacional no dejó pasar ni una hora del anuncio sobre el nuevo IPC que hizo el ministro de Economía, Axel Kicillof, para dar una señal de que el cambio de rumbo que decidió dar el Gobierno fue registado.
En un breve comunicado, Gerry Rice, vocero del FMI, indicó: "Tomamos nota del nuevo índice de precios al consumidor en Argentina hecho público hoy". Y agregó, respecto al pedido del Fondo de que el país emprolijara sus estadísticas, que "la publicación de un nuevo IPC nacional a finales de marzo 2014 era una acción especificada en la decisión del Directorio Ejecutivo del FMI de diciembre 2013 con respecto a la provisión de datos de la Argentina al Fondo".
El Directorio Ejecutivo del FMI examinará de nuevo este tema de acuerdo con el calendario especificado en diciembre de 2013 y en conformidad con los procedimientos establecidos en el marco legal del Fondo." La metodología del IPCNu fue discutida con el FMI.
La Nación
El Fondo Monetario Internacional (FMI) produjo una reacción protocolar ante la difusión del nuevo índice de inflación en nuestro país. "Tomamos nota" y "examinaremos", anunció la entidad que lidera Christine Lagarde.
El examen demandará por lo menos un año. "Hasta febrero de 2015", anticipó, días atrás, el director para el Hemisferio Occidental del Fondo -y principal negociador con la Argentina en la materia-, Alejandro Werner.
Mientras tanto, sigue vigente la "moción de censura" que el FMI aplicó hace ya un año como advertencia por la falta de fiabilidad de los números que informa el Gobierno.
"Creerle o no. Ése es el dilema", fue, en términos más irónicos, la expresión que utilizó The Washington Post para dar cuenta del nuevo instrumento. "La Argentina enfrenta ahora una prueba de confiabilidad", dijeron otros. La idea apuntaba a que un fracaso en la materia sería muy duro.
El Fondo también juega parte de su prestigio en esto. "Hemos tenido intercambios intensos con la Argentina en el segundo semestre del año pasado", dijo Werner. El nuevo indicador surge de un compromiso acordado entre la conducción del organismo y el gobierno de Cristina Kirchner hace ya más de tres años.
Su consecución se logró luego de que mediara la inédita "moción de censura" a la que tuvo que apelar la entidad como reacción a los recurrentes incumplimientos del Ministerio de Economía para llevarlo adelante.
Ahora, tras el debut, da tiempo hasta el próximo febrero antes de dar una palabra definitiva sobre su calidad.
Antes de que eso llegue, el cronograma de trabajo contempla una nueva entrega de material "a mediados del mes próximo" que será "examinada" por el directorio del organismo en mayo.
El mismo procedimiento se repetirá con un nuevo aporte de información en septiembre y una evaluación -que podría ser la definitiva- hacia febrero.
Ésos fueron los pasos que explicó Werner. El documento que ayer difundió el Fondo no abunda en ellos. En muy pocas líneas, se limita a señalar que la entidad "toma nota del nuevo índice de precios al consumidor en la Argentina", cuya publicación formaba parte de las "acciones específicas" que el directorio requirió al país en diciembre pasado, como parte de su compromiso de "provisión de datos".
Anticipa que el directorio "del organismo examinará" el tema de acuerdo con el calendario ya citado y "en conformidad con los mecanismos legales" con los que opera el Fondo.