IAPG ENCABEZADOPAN AMERICAN ENERGY (CABECERA
WEGTGN
SECCO ENCABEZADOALEPH ENERGY ENCABEZADO
KNIGHT PIÉSOLD ENCABEZADO
SACDE ENCABEZADOINFA ENCABEZADO
RUCAPANELMETSO CABECERA
Induser ENCABEZADOSAXUM ENGINEERED SOLUTIONS ENCABEZADO
GSB CABECERA ROTATIVOFERMA ENCABEZADO
METROGAS monoxidoMilicic ENCABEZADO
PIPE GROUP ENCABEZADGRUPO LEIVA
cgc encabezadoGenneia ENCABEZADO
EMERGENCIAS ENCABEZDOPWC ENCABEZADO ENER
WIRING ENCABEZADOWICHI TOLEDO ENCABEZADO
OLADE ENCABEZADOCRISTIAN COACH ENCABEZADOCINTER ENCABEZADO
OMBU CONFECATJOFRE
NATURGY (GAS NATURAL FENOSA) encabezadoSERVICIOS VIALES ENCABEZADO ENER
ANÁLISIS
Guillermo Kohan: "Scioli promete a inversores levantar el cepo si ayudan a Cristina con el ajuste"
13/02/2014

Scioli promete a inversores levantar elcepo si ayudan a Cristina con el ajuste

El Cronista. Por Guillermo Kohan

Daniel Scioli se presenta estas horas en Nueva York ante banqueros e inversores de EE.UU. en el Council of Américas para pedirles confianza y paciencia. Cuida, naturalmente, sus propios intereses. Anticipa una transición difícil hasta las próximas elecciones, pero con Cristina terminando su mandato sin riesgo de una corrida financiera terminal. Promete, si él llega a la Casa Rosada, normalizar la situación económica en la Argentina y regenerar las condiciones para una nueva oleada de inversión privada en el país, tanto de empresarios nacionales como extranjeros. Ofrece abrir una nueva agenda de inversión para el largo plazo, terminar con el absurdo del cepo cambiario, y supone que con tanto apoyo podrá volver a la flotación libre de la moneda sin generar una explosión financiera. Imagina un escenario que le permitiría sobrevivir políticamente hasta 2015 y llegar finalmente a la presidencia con el apoyo de buena parte del peronismo, sectores empresarios y sindicales, y una masa de electorado independiente y moderado que en estos años se alejó claramente de las opciones oficialistas.

Es obvio que las ilusiones y el mensaje de Scioli incorporan la voluntad y el pronóstico que le acercan sus asesores económicos: el ajuste que a la fuerza tiene que administrar hoy el Gobierno ante la sangría de reservas, posiblemente no alcance para que la Presidenta recomponga su relación con la sociedad. Pero tampoco parece tan probable anticipar una crisis financiera descontrolada que termine con el gobierno de Cristina antes de tiempo. En particular sobre esta dinámica conversó mucho Scioli en EE.UU. con un nuevo asesor que incorporó a su equipo: el reconocido economista Guillermo Calvo.

Para optimistas y cautos, conviene sacar conclusiones de la crisis de confianza que se profundizó en enero y que obligó al gobierno a devaluar y subir fuerte las tasas de interés. Por lo pronto es evidente que Cristina decidió no suicidarse. Con apenas unos u$s 20.000 millones reales de libre disponibilidad en las reservas, si continuaba la sangría de dólares a razón de 200/300 millones por día su mandato terminaría de la peor manera.

En verdad, quienes no simpatizan con la Jefa de Estado deberían agradecer que Cristina comprendiera dos años tarde que tenía que administrar el ajuste y la devaluación. Coinciden la mayoría de los especialistas en que si en noviembre de 2011, con 54% de los votos, la Presidenta tomaba la mitad de las medidas de ajuste que está autorizando ahora, hubiera arrasado en las elecciones del año pasado, tal vez con Sergio Massa como su candidato en la Provincia. “Por suerte después de ganar con el 54% le hizo caso a Guillermo Moreno, a Kiciloff y a Carta Abierta”, bromea en estos días un economista radical. “Compró las teorías de la conspiración, se embarcó en el vamos por todo y puso el cepo cambiario. Si ajustaba y devaluaba un poquito en 2011 no se iba más”, concluye.
Como en todos los órdenes de la vida, tarde o temprano llegan las consecuencias de lo que se construye, y los problemas que no se ajustan a tiempo terminan derivando en mayores zozobras y sufrimientos cuando la realidad los hace explotar inexorablemente.

Mirando lo que ha comenzado a hacer ahora el Gobierno, y también prestando atención a las propias palabras de la Presidenta, todo indica que Cristina decidió desoír por ahora los consejos de los sectores de izquierda que, como los abuelos de Carta Abierta, le reclaman más radicalización, prohibir el dólar, llevar a empresarios a la cárcel, estatizar los bancos, el comercio exterior y las principales empresas del país. Nada de eso: pretende administrar el ajuste sin que nadie se dé cuenta ni la denuncie, pisando salarios y jubilaciones, quitando subsidios y enfriando a fondo la economía con la devaluación y la fuerte suba de las tasas de interés. Al punto que llegó en enero, otra no le quedaba.

Para no desairar del todo a la minoría de izquierda que la sigue a todas partes, está el cuento de los precios cuidados, la prosperidad que derrama el Estado y la inclusión que supuestamente generan los planes sociales. Por cierto, una prosperidad cada vez más miserable por el modelo inflacionario que se eligió desde 2007 y que ahora se agrava.

El problema es claramente político. Es cierto lo que anticipó y una vez más acertó el sagaz Miguel Bein, cuando hace 10 días vaticinó que la corrida de enero se había terminado. Pero también es cierto lo que advierte el riguroso Carlos Melconián: se terminó la corrida, hasta la próxima corrida, si el Gobierno no logra un ajuste fiscal sostenible.

El plan de Cristina podría cerrar en el corto plazo con el dólar más/menos quieto hasta que lleguen los dólares de la soja a fines de abril. Incluso es posible que logre una relativa tregua sindical, con acuerdos salariales que se anuncien en torno al 25% que pretende el Gobierno. Pero todo sujeto a una revisión semestral, en función de los números de la inflación real que comiencen a aparecer en marzo. Los índices reales de precios del segundo semestre definirán la suerte del ajuste que comenzó a fines de enero. Con un ingrediente adicional, que políticamente no resultará sencillo de transitar. Hasta ahora, el Gobierno practica un ajuste sobre toda la sociedad, empresarios, trabajadores estatales y privados, jubilados, contratistas de obra pública, etc. Pero no parece dispuesto a discutir el gasto estatal, mucho menos el gasto político. Ni hablar de bajar impuestos a los que trabajan o dan empleo. No contribuye mucho el Estado a cuidar los precios, en un escenario en que solo se genera más inflación, más devaluación y más impuestos. Con una economía que en el mejor de los casos caería este año 2%, efecto natural de toda devaluación. Por exitoso que resulte el ajuste de Cristina, parece difícil que logre recuperar la economía lo suficiente, mirando 2015.

Los banqueros e inversores que escuchan a Scioli estas horas en Nueva York quisieran ser tan optimistas como él. Por las dudas, como los gremios, prefieren revisar los pronósticos cada tres meses. Y eso incluye más reuniones políticas con los que puedan heredar a Cristina. Quieren escuchar a Sergio Massa y a Mauricio Macri. Y más que nunca estos días, a la doctora Elisa Carrió. Les interesa su nueva movida de incorporar a Macri al acuerdo radical-socialista para 2015, un espacio orientado a los muchos que, según las encuestas, se revelan como hartos del peronismo en el poder.


Vuelva a HOME

;