En tres semanas, el mercado del oro de Shanghái ha comprado y vendido 57 toneladas de oro, muy por encima de la producción global en una semana. En los primeros 24 días de enero, el mercado ha contabilizado movimientos por un montante de 216 toneladas de oro.
En el siguiente gráfico puede verse la evolución del oro transado en las cámaras de Shanghái en comparación con la producción mundial de oro.
Gráfico 1: Evolución de las compras y ventas en Shanghái en comparación con la producción mundial (2009-2014)
Fuente: ingoldwetrust.ch
Estas salidas explosivas se justifican por el tirón de la demanda en China con motivo de la entrada del Año Nuevo que comenzó el pasado 31 de enero y que este año estará dedicado al caballo. En estas fechas es muy común hacer regalos y comprar ornamentos hechos en oro. Una de las cualidades de los tenedores de este oro es, sin duda, la falta de miedo a la pérdida de valor del oro. Consideran que es un activo refugio de valor a lo largo del tiempo y a pesar de las fluctuaciones a corto plazo.
La cultura del oro se transmite de padres a hijos y se convierte, en la mayoría de los casos, en el objeto que se transmite por excelencia entre generaciones. En este momento con la caída de los precios en 2013, el apetito por invertir en oro se fortalece. Por ello, varios bancos han puesto en marcha un negocio de cámaras de custodia para almacenar dicho oro. Estos bancos son, por ejemplo, HSBC, Banco de China Dah Sing, ANZ (Banco de Australia y Nueva Zelanda) o Citibank.
El incremento de la demanda provoca el aumento de las primas por compra de oro físico con respecto al mercado de Londres. En el siguiente gráfico puede verse:
Gráfico 2: Primas por compra de oro físico en Shanghái 2013