Tres proyectos en el norte del país serían los causantes de que Besalco, la constructora ligada a la familia Bezanilla, esté pasando por un momento complejo, con menores ganancias y con la advertencia por parte de una de las clasificadoras de una probable rebaja en su nota.

Besalco se mantenía hasta hace un tiempo casi indemne entre las constructoras e inmobiliarias al momento complejo que estaba viviendo la industria. La compañía era vista como aquella que a pesar de lo que ocurría a su alrededor, lograba tener buenos números.

Sin embargo, al cierre de 2013 Besalco acusó el golpe. En noviembre del año pasado, en una presentación para inversionistas indicó que dos de sus proyectos presentaban desvíos presupuestarios: el hospital de Copiapó y la ruta Chañaral-Portofino. En la primera, dijo la firma, el resultado reconocido hasta ese mes era de una pérdida de US$ 0,9 millones; mientras que en el segundo alcanzaba mermas por US$ 5,3 millones.

A fines de enero, Besalco comunicó que reconocería en sus estados financieros una probable pérdida por $ 6.020 millones (US$ 11,4 millones) producto del retraso del mall de Copiapó, tal como adelantó Diario Financiero a mediados de enero. Así las cosas, entre los tres proyectos, las mermas suman US$ 17,7 millones durante 2013.

Besalco también informó en noviembre que el resultado histórico que reconoce en el hospital de Copiapó son pérdidas por US$ 8 millones, más otros US$ 10 millones en el caso de la ruta mencionada.

Efecto en los números

Con estos reconocimientos, Besalco cerró el año con un Ebitda de 
$ 42.785 millones, afectado principalmente por la filial Construcción –la que más ingresos genera-, que perdió en este indicador 219%. Según dijo la firma en su análisis razonado, esto se explica “principalmente por los mayores costos incurridos en contratos de construcción (...) que no consideraron apropiadamente los mayores valores asociados a la mano de obra”.

A nivel consolidado, el margen Ebitda de Besalco pasó de 16,7% en diciembre de 2012 a 10,9% en diciembre de 2013. El Ebitda generado al cuarto trimestre de 2013, cuando se reconocen las posibles pérdidas por el mall de Copiapó, disminuyó en un 44,9%, respecto del mismo período del año anterior.

Con este menor Ebitda, más las inversiones que la firma realizó para fortalecer sus filiales de maquinarias y energía -además de compras de terrenos para el área 
inmobiliaria-, los niveles de endeudamiento subieron, arrastrando el cambio en la perspectiva que realizó Fitch el lunes. La clasificadora advirtió “un fuerte deterioro en el perfil financiero de la compañía al cierre de 2013”, producto de la caída en los márgenes operacionales del segmento construcción, sumado al cambio en los indicadores crediticios. El nivel deuda/Ebitda llegó a 6,4 veces, contra los 2,3 que tenía al cierre de 2012.

Según analistas, el peso del reconocimiento de las posibles pérdidas de Copiapó se arrastrarán por los próximos 12 meses, puesto que los ratios de endeudamiento se calculan en base a la deuda actual sobre el Ebitda de los 12 meses móviles.

El analista de CorpResearch, Martín Antúnez, señala que debido a la naturaleza de la caída de los márgenes, “esperamos que durante 2014 éstos permanezcan en niveles bajo el 5%. Una sorpresa nos podrían traer la filial de Energía Renovable durante el 2014, con mayores ventas que podrían ayudar a mejorar los márgenes de la compañía”.

Los atrasos de Copiapó

El centro comercial estaba previsto para abrir en diciembre de 2013; sin embargo, se retrasó para fines de este trimestre. Respecto al origen del retraso, fuentes de la constructora señalaron hace un par de semanas que se debería a los ajustes que habría realizado Mall Plaza en el proyecto total, los que se pidieron luego de iniciar la construcción. Entre estos cambios, estaría que originalmente el proyecto era de un piso y luego pasó a ser de dos niveles. Además, se incorporó la construcción de un edificio de cinco pisos para un centro médico.