Comentó que “nosotros estamos trabajando en Esquel con la gente. Informando. Lo que más nos interesa es que la gente tome decisiones propias sobre el asunto en base a información. Nosotros vamos a estar siempre disponibles para cualquier tipo de diálogo, para cualquier mesa de debate. Porque estamos convencidos de que se puede hacer bien, responsablemente y que pude haber beneficios para todas las partes involucradas”.

Luis Rivera, es el geólogo que cumple el rol de Gerente Técnico del proyecto minero por galerías subterráneas Suyai que la empresa Minas Argentinas propone para extraer los recursos minerales (auríferos) en el Cordón Esquel.

Entrevistado en el ciclo “Hablemos de Minería”, Rivera explicó aspectos que diferencian el actual proyecto de explotación por galerías subterráneas, respecto al original que era a cielo abierto. 

“Básicamente, las minas a cielo abierto son canteras, algunas más chicas otras más grandes. Hay muchos tipos de minas o canteras a cielo abierto, no sólo las metalíferas. Hay canteras de ripio; de arcillas; de caolín; de calizas para cemento. Esas son las que tienen mucha similitud a lo que es una mina a cielo abierto”, comenzó explicando el geólogo, “son minas que mueven mucho material para obtener el mineral que buscan y se ven claramente en el paisaje”. Como ejemplo, mencionó que, “podemos ver inmensas canteras para ripio a los costados de las rutas”.

Entonces explicó las principales características de una mina subterránea, “se especializa en ir detrás del mineral que se busca, sacando muy poca cantidad de estéril a la superficie. Su entrada es a través de un túnel, que no es más grande de cuatro metros de alto por cinco de ancho, como si fuera un túnel carretero. Eso es lo que se ve de una mina subterránea”. Por ello, Rivera remarcó que visto desde el exterior, y salvo la entrada al túnel, no cambiaría el aspecto de la montaña, “que es inmensa y esa entrada sería un pequeño punto. Si uno pasara con un avión, desde arriba se verían algunas edificaciones como las oficinas. Pero todo eso se saca cuando la mina se levanta. Todo queda como estaba”.

EL RUIDO NO LLEGARÍA A ESQUEL

Uno de los aspectos criticados por quienes mantienen una posición contraria a la actividad minera en Esquel, es que por la cercanía con la ciudad se escucharían las explosiones dentro de la mina. Incluso hay quienes aventuran que hasta se podrían sentir vibraciones y que estas afectarían la infraestructura urbana, como por ejemplo las viviendas. Rivera dijo que, “si bien en línea recta son pocos kilómetros (poco respecto a lo que estamos acostumbrados en Patagonia), las explosiones no se van a escuchar. Principalmente porque son pequeñas explosiones”. Explicó que, “estamos hablando de túneles de 4 por 5 metros, en los que se avanza de a tres metros o tres metros y medio. Son explosiones muy pequeñas”. Planteó que a medida que va ganando en profundidad la mina y con ello se aleja de la superficie, “uno puede estar parado en la boca del túnel y no percibir las explosiones. Es decir que en Esquel no se escucharían las voladuras”. 

POLVO EN EL AIRE

La gran diferencia entre una mina a cielo abierto y una subterránea, además de lo estrictamente visual, que planteó el geólogo fue el de la generación de polvo durante las explosiones y manejo del mineral. “Si bien se logra reducir el polvo con riego para lo cual se usa agua reciclada, las minas open pit  producen polvo no tanto por las explosiones sino por el movimiento de los equipos, dado que allí hay topadoras, maquinas cargadoras, camiones, motoniveladoras”, sosteniendo que como contra cara en las minas subterráneas, “una vez que la mina avanzó los primeros tres metros, se puede descartar la emisión de polvo al aire. Y la primera voladura no tendrá más polvo que el paso de una camioneta por un camino polvoriento”.

MATERIAL ESTERIL

Respecto al material estéril (sin minerales de interés para su explotación), Rivera explicó que se lo acopia en la boca del túnel, “y luego se lo vuelve a poner adentro de la mina para hacer el sostenimiento de las minas. Es decir que retorna adentro de la mina, y el impacto es mínimo”.

CHARLAS ABIERTAS CON LOS VECINOS

Rivera invitó a los vecinos a informarse, recordando que Minas Argentinas S.A. “viene realizando charlas abiertas las que se desarrollan sin inconvenientes”, diciéndole a quienes tienen dudas, “que pierdan el miedo a preguntar. Muchas personas van a las charlas. Yo les diría que se acerquen, que consultan a los vecinos que saben cuándo se realizan las reuniones. Que se informen y luego de informarse podrán por su propia cuenta su opinión y no porque se la digan los demás”. Destacó en ese sentido que “hay muchos vecinos que se juntan por su cuenta”.

CONTROLES PARTICIPATIVOS.

Una característica que ha destacado a Minas Argentinas S.A. es su programa de controles participativos allí donde desarrolla emprendimientos mineros, tal el caso de Gualcamayo en San Juan. Luis Rivera aseguró que la empresa replicará ese programa en Esquel llegado el caso de que se avance con el proyecto. “Ese es uno de los pilares de gestión integral de nuestra empresa. Uno de los pilares es el cuidado del medioambiente. Lo hacemos nosotros y lo hacemos también a través de los monitoreos participativos que es la comunidad que viene a nuestras minas, ya sea en Gualcamayo como en Chile, Brasil o México. La comunidad va a la mina, saca muestras y esas muestras las manda a sus propios laboratorios”.

“Nosotros no podríamos operar una mina si no tenemos muestreos participativos comunitarios”, concluyó el geólogo

Como mensaje final, Luis Rivera dijo que, “nosotros estamos trabajando en Esquel con la gente. Informando. Lo que más nos interesa es que la gente tome decisiones propias sobre el asunto en base a información. Si después se da el proyecto, perfecto. Si no se da, no se da; pero nosotros vamos a estar siempre disponibles para cualquier tipo de diálogo, para cualquier mesa de debate. Porque estamos convencidos de que se puede hacer bien, responsablemente y que pude haber beneficios para todas las partes involucradas”.