La primera prueba que Janet Yellen enfrentará como presidenta de la Reserva Federal se producirá el martes, cuando se presente frente a los legisladores de Estados Unidos que querrán conocer su compromiso con la reducción de los estímulos que el banco central ha estado inyectando a la economía.
Ante la mirada atenta de los mercados financieros del mundo, Yellen, que sucedió a Ben Bernanke la semana pasada, mostraría un tono en general optimista y podría hacer hincapié en los indicios de un progreso económico sostenido, pese a que últimamente se han visto algunos baches en el camino.
La Fed se ha embarcado en quizás su cambio más difícil de rumbo tras cinco años de inyectar dinero a la economía. El banco central ha empezado a reducir su programa de estímulo económico, pero a un paso moderado que podría frustrar a algunos republicanos que no ven lógica en las medidas ultra expansivas.
Esas preocupaciones se verán el martes, cuando Yellen se presente en la Cámara de Representantes - de mayoría republicana -, ante la Comisión de Servicios Financieros, para testificar sobre el reporte monetario semestral de la Fed.
Su testimonio será divulgado a las 1330 GMT, aunque la audiencia no empezará sino hasta las 1500 GMT.
El jueves, Yellen testificará ante la Comisión Bancaria del Senado, cámara en la que los demócratas son mayoría.
Desde diciembre, la Fed ha recortado sus compras de activos dos veces, alentada por el impulso en la economía registrado a fines del año pasado.
Pero dos meses de débil crecimiento en el mercado laboral estadounidense, una caída en la actividad manufacturera y la reciente liquidación en los mercados financieros ahora complican las cosas para la nueva presidenta de la Fed.
Yellen, la ex vicepresidenta de la entidad, es la primera mujer en dirigir el banco central estadounidense en sus 100 años de historia.
En la audiencia, la presidenta de la Fed podría apuntar tranquilamente a una tendencia de largo plazo hacia la mejora en el mercado del trabajo, y a una inflación baja pero estable como las razones para el cauto optimismo y para las reducciones sostenidas en los estímulos monetarios.
Ante la aflicción que provocó a los trabajadores estadounidenses la recesión entre 2007 y 2009, Yellen probablemente asegure que las tasas de interés cercanas a cero por ciento probablemente no serán elevadas en el corto plazo.
"No creo que haya algo para lo que ella no esté preparada", dijo Paul Ashworth, economista jefe para Norteamérica de la firma de investigación Capital Economics.
"A veces estas cosas son teatro político", sostuvo. "Es algo de año de elecciones de mitad de período", agregó.
(Reporte de Jonathan Spicer; Reporte adicional de Patrick; Temple-West en Washington, y Ann Saphir en San Francisco. Traducido por Janisse Huambachano. Editado en español por Marion Giraldo)