La multa de 300 mil pesos que el Departamento General de Irrigación le aplicó a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) por ocultar un reservorio de agua contaminante en el complejo Sierra Pintada dejó muchos interrogantes, principalmente con lo que tiene que ver con las responsabilidades. Uranio, radio y otros elementos cayeron al río Diamante, generando preocupación en la población por ser quien nos aporta el vital elemento para nuestra zona, aunque Irrigación señaló que los estudios hechos en el Diamante no daban cuenta de la presencia de contaminantes.
No obstante, poco se habló de las responsabilidades de los funcionarios generadores del conflicto, de los controles internos de la CNEA, y los de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) que es el organismo competente en el tema. La remediación de pasivos en Sierra Pintada siempre fue un tema de discusión y el haber descubierto estas irregularidades con riesgos para la población y medio ambiente, genera descreimiento en la institución, CNEA y los entes que la controlan.
En este sentido, es preciso preguntarse qué responsabilidad le cabe a la ARN. Según figura en la página web del organismo, “la ARN es la institución del Estado argentino dedicada al control y fiscalización de la actividad nuclear. Nuestra misión es proteger a las personas, el ambiente y las futuras generaciones del efecto nocivo de las radiaciones ionizantes. Tenemos como objetivo principal establecer, desarrollar y aplicar un régimen regulatorio para todas las actividades nucleares que se realicen en la República Argentina".
Sin embargo, la irregularidad detectada por Irrigación en el complejo minero parece no haber sido advertido. Este mismo organismo considera en su documentación regulatoria, Instalaciones Radiactivas Clase 1 (son las más importantes por su relevancia) a: Reactores Nucleares de Potencia, Reactores Nucleares de Producción e Investigación, Conjuntos Críticos, Instalaciones nucleares con potencial de criticidad, Aceleradores de Partículas con E>1 MeV (excepto los aceleradores de uso médico), Plantas de Irradiación, Plantas de producción de fuentes radiactivas abiertas o selladas, Gestionadora de Residuos Radiactivos (PRAMU), Instalaciones Minero Fabriles que incluyen el sitio de disposición final de los residuos radiactivos generados en su operación (Sierra Pintada).
Como puede verse, un complejo minero febril como el de Sierra Pintada está al mismo nivel que un depósito de material nuclear, o un área de gestión de residuos radiactivos entre otras. Por ello, cabe preguntarse si contará con las mismas instalaciones de seguridad.
Además, las instalaciones radiactivas deben contar con la llamada "licencia de operación", que para un complejo minero se renueva con períodos prestablecidos. Según la página web de la ARN, ni el Complejo Minero Fabril San Rafael ni el PRAMU figuran como instalaciones autorizadas.
Cabe recordar lo ocurrido en 2012 en relación a la filtración por las membranas en uno de los diques de remediación en Sierra Pintada. La misma fue corroborada por las autoridades de la CNEA a través de un comunicado enviado al Concejo Deliberante de San Rafael.
El control de todo ello corre por cuenta de la ARN, la cual hasta el momento no se ha pronunciado.
OTROS CONTROLES
A través de un decreto de agosto de 1996 se creó eel Consejo de Seguimiento de la Actividad Nuclear "con el objeto de considerar y evaluar la ejecución de los compromisos que rigen la explotación, manejo y gestión de los residuos de la actividad nuclear en la provincia de Mendoza".
Entre las principales funciones tendría: "considerar los informes técnicos relativos al tratamiento y gestión de los residuos de uranio. Sugerir medidas de control. Solicitar explicaciones complementarias en torno a los estudios realizados por organismos nacionales, entre otras".
Y estaría integrado por “un representante de Ambiente y Obras Públicas; uno Desarrollo Social y Salud; y uno de Irrigación". Por parte de los "municipios: se invita a formar parte a los intendentes de Malargüe y San Rafael". Y representantes de organismos del Estado como la UNCuyo; y legisladores nacionales y provinciales.
Lo cierto es que hasta el momento no hubo pronunciamiento del Consejo.
Por su parte, en 2006 en San Rafael se presentó un proyecto de Ordenanza para "declarar de interés departamental la apertura en nuestro departamento de la delegación Regional Oeste de la Autoridad Regulatoria Nuclear que realice inspecciones y control regulatorio a la actividad minera de uranio del Complejo Minero Sierra Pintada".
El objetivo que perseguía la iniciativa era que la ARN tenga a cargo la función de "regulación y fiscalización de la actividad nuclear en todo lo referente a los temas de seguridad radiológica y nuclear, protección física y fiscalización del uso de materiales nucleares, licenciamiento y fiscalización de instalaciones nucleares y salvaguardias internacionales, así como también asesorar al Poder Ejecutivo Nacional en las materias de su competencia". Esta iniciativa no logró su cometido y nunca se instaló una representación de la ARN en el departamento.
A LA ESPERA
Lo que queda claro es la necesidad de hacer algo en relación a lo que ocurre en Sierra Pintada. La preocupación principal es que si se descubrió este reservorio contaminante cuando el complejo hace casi 20 años que no funciona, qué hubiese pasado si aún estaba en marcha. La necesidad de un mayor control es inminente, principalmente porque el riesgo es para toda la población sanrafaelina. Las autoridades correspondientes deben tomar medidas antes de que sea tarde.