El Fondo Monetario Internacional instó a los bancos centrales a tener en mente las consecuencias que tienen sus acciones sobre otros países, reiterando llamados recientes a una mayor coordinación en materias de política monetaria.

“En este mundo cada vez más interconectado, las acciones de un país obviamente tienen impactos y consecuencias para otros”, dijo a los periodistas el portavoz del FMI, Gerry Rice.

El gobernador del banco central de la India, Raghuram Rajan, dijo la semana pasada que Estados Unidos en particular debería concentrarse en el impacto global que pueda tener la reducción de su enorme estímulo monetario.

Sin embargo, Rice afirmó que la Reserva Federal de EE.UU. comunicó claramente su reciente decisión de comenzar a reducir sus compras mensuales de compras de bonos.

Sobre los mercados emergentes, Rice señaló que el reciente aumento de las turbulencias no necesariamente apuntan a los débiles fundamentos de todos los países afectados. “Hay una serie de países que han adoptado medidas para reforzar sus políticas, reducir la vulnerabilidad y reforzar la confianza. Hay otros países, sin embargo, que necesitan una acción política para mejorar sus fundamentos”, dijo Rice. “Estimo que los signos tangibles de estos esfuerzos ayudarán a reducir la volatilidad del mercado actual y las vulnerabilidades a shocks futuros., añadió.

Sobre EE..UU., el portavoz indicó que “lo último que necesita la potencia económica es otro shock a su confianza, como un prolongado debate sobre si debe pagar o no” sus obligaciones financieras.

Añadió que la economía norteamericana tiene “muchas cosas a su favor actualmente”, destacando el fortalecimiento del crecimiento y el reciente acuerdo presupuestario. No obstante advirtió que existen síntomas de debilidad, y que el nivel de desempleo está cayendo principalmente porque la gente está dejando de buscar trabajo.

LA PRIORIDAD ES IMPULSAR PBI

El retiro gradual de la medida de estímulo monetario en Estados Unidos viene generando un retiro de capitales en los países emergentes, el mismo que se ha acentuado por temores sobre la economía y finanzas de China y crisis políticas en otros mercados emergentes referentes. Sin duda, hace falta una mayor coordinación entre los grandes bancos centrales, pero, por lo pronto, esta no se aprecia y cada entidad emisora de los países ricos está más abocada en apoyar el impulso a sus economías locales, como es el caso de la eurozona y Japón. En ese contexto, desequilibrios que antes se pasaban por alto en países emergentes ahora se han hecho muy notorios, desplomando monedas y haciendo urgente una toma de medidas para corregirlas.