El presidente de Enagás, Antoni Llardén, ha abogado este viernes por una normativa común europea que regule la técnica de la fracturación hidráulica de rocas, denominada 'fracking', para permitir la explotación del gas no convencional o 'shale gas' como una fuente más de energía.
El presidente de Enagás, Antoni Llardén, ha abogado este viernes por una normativa común europea que regule la técnica de la fracturación hidráulica de rocas, denominada 'fracking', para permitir la explotación del gas no convencional o 'shale gas' como una fuente más de energía.
En una conferencia en Esade sobre las tendencias de futuro del sector energético en España, ha sostenido que todas las fuentes de energía serán necesarias, porque no hay una única que aúne los criterios de ser abundante, barata y sostenible, y además la demanda mundial de energía sigue creciendo.Ha explicado que EE.UU. ha reducido a un tercio el precio del gas en los últimos años gracias a la explotación del 'shale gas', con la que ha pasado de ser país dependiente a plantearse exportar gas, aunque ha reconocido que su extracción es problemática si se plantea en territorios densamente poblados.
Por este motivo, Llardén ha considerado que la explotación del 'shale gas' será "inviable" en Europa si no va acompañada de un marco normativo preventivo en materia medioambiental, y que es imprescindible una normativa europea común con criterios claros y estrictos para evitar el rechazo ciudadano.Y es que, ha repasado, la extracción del 'shale gas' mediante el 'fracking' es intrusiva, ya que requiere de torres de perforación y de tráfico de camiones de gran tonelaje, necesita abundante agua, y presenta riesgos de sismicidad y contaminación de acuíferos, ya que se rompen las rocas que contienen el gas mediante la inyección de agua a presión mezclada con productos químicos.
Llardén ha opinado que se puede encontrar una solución equilibrada para poder aprovechar el 'shale gas' y respetar el medio ambiente, como ya se hizo en el pasado con la industria, que salió de las ciudades y vio limitadas sus emisiones contaminantes.Respecto a la política energética de la UE, ha reconocido que por el momento falta un marco común coordinado porque no ha habido una política energética propiamente dicha --que queda en manos de cada Estado--, sino que la UE "ha entrado en las políticas energéticas por las puertas laterales" ligadas a los ámbitos de la competencia, la seguridad de suministro y la lucha contra el cambio climático.
DESCARBONIZACIÓN
Llardén también ha extrapolado la necesidad de políticas coordinadas a España, ya que ha señalado como incoherente que aumenten a la vez el consumo de renovables y el de carbón, y ha defendido las bondades del gas natural como energía que proporciona seguridad de suministro, eficiencia de costes --y por tanto mayor competitividad-- y sostenibilidad."La descarbonización de una economía no se puede hacer saltándose pasos y pasando directamente del carbón a las renovables", sino que debe haber una evolución gradual y con el gas en el punto intermedio, ha argumentado.