El Gobierno quiere que las empresas tomen la divisa a $ 6,80 y no a $ 8 cuando cotizan la compra de crudo.
El Gobierno quiere que las petroleras valúen el dólar a $ 6,80 cuando compren petróleo en el país. De esa forma busca evitar que suban los precios, como hizo Shell desde el lunes. “El ministro Kicillof, por instrucción de la Presidenta, está buscando fórmulas que permitan resolver este tema a los efectos de evitar el traslado a precios”, dijo ayer Jorge Capitanich. El jefe de Gabinete ya planteó la situación a algunas petroleras. Les dijo que paguen $ 6,80 por dólar, desconociendo la devaluación de enero, que lo llevó a $ 8. Pero los contratos que las empresas tienen firmados con sus proveedores son en dólares. Si el Gobierno quiere modificarlos, se necesita una resolución.
Capitanich ayer reconoció que cada empresa tiene una situación diferente. “Algunos explotan hidrocarburos, luego pasan a las destilerías y luego los venden en las estaciones de servicio. Algunos tienen que comprar en destilerías o comprar el crudo para efectivamente procesar y distribuir en las estaciones de servicio”, señaló. Entre los que tienen producción integrada están YPF y Axion, que se pueden fijar más fácilmente un precio “interno” del crudo.
“Entiendo que esa ‘pesificación’ será para empresas del mismo dueño (por ejemplo, lo que YPF paga por su producción) pero no entiendo cómo será para empresas que no están vinculadas entre sí”, explicó un ejecutivo del sector.
Aunque Capitanich y Kicillof intentan evitar que las otras petroleras imiten a Shell –que no fue invitada a escuchar esta propuesta–, en el sector creen que están tratando de ganar tiempo y que la “pesificación” es impracticable.
“Los contratos firmados por YPF en Vaca Muerta son en dólares. No se puede modificar la cotización de la moneda porque lo dice Capitanich”, plantearon dos expertos.
En las estaciones de servicio hay cambios de planes casi todos los días. A los estacioneros de Oil les habían indicado el lunes que siguieran a Shell, pero ayer les modificaron las órdenes y les dijeron que esperen. La misma pausa en los precios fue puesta en práctica por YPF y Axion (ex Esso).
Como suele suceder con cada aumento, ayer en el interior se vieron precios más altos que en Buenos Aires. Shell está cobrando la súper a $ 10,48 (en estaciones propias) y $ 10,96 (de terceros) en estaciones porteñas y del conurbano. En Entre Ríos, está a $ 12,09. En Misiones, a $ 11,90. En Rosario, a $ 11,87 y en La Rioja, $ 11,40. En Salta estaba a $ 10,99. En Catamarca y Tucumán se la conseguía a $ 10,89. Con respecto a la nafta premium, en Buenos Aires está a $ 11,86 (propios) y $ 12,39 (terceros). En el interior, hay valores que están más cerca de los $ 13,50 (Rosario, Entre Ríos, Misiones) y otros, de los $ 12 (Salta, Catamarca, La Rioja y Tucumán).
Como informó Clarín el sábado, Oil ya había retocado los precios en Corrientes, Rosario, Entre Ríos y el interior de Catamarca. Un incremento de entre 3% y 5% también llegó a Misiones (súper a $ 11,59, “podium” a $ 12,69) y de 20 a 46 centavos en Tucumán.
En 15 meses, YPF aumentó el valor de sus combustibles “premium” en un 54%. Esa recomposición fue celebrada por los mercados. En el plan de negocios de la compañía para este año tenía previstos varios incrementos.