El titular Fábrega no quiere repetir otro enero, en el que se perdieron u$s 2.500 millones de reservas: subes tasas, corta importaciones y dialoga con exportadores
La misión de Juan Carlos Fábrega para este mes de febrero es la de limitar al mínimo indispensable la caída de reservas. Ayer, el titular del Banco Central volvió a subir las tasas de las letras con las que regula la masa monetaria 300 puntos básicos para tentar a exportadores y limitó al extremo las operaciones en el mercado mayorista para contener la sangría. Así y todo, las reservas cayeron casi u$s 100 millones en el día por pagos de facturas energéticas y vencimientos de organismos internacionales. El mayorista quedó a $ 8,005.
Fábrega monitoreó ayer la rueda cambiaria, participó de una reunión con cerealeras y decidió subir tres puntos porcentuales las tasas de las Lebac a 91 días hasta los 28,80% tras haberlas subido casi 6 puntos porcentuales la semana pasada. Todos ellos movimientos para cuidar las reservas que no evitaron una caída de u$s 97 millones hasta u$s 28.003 millones.
Según operadores, el BCRA solo autorizó un 10% del volumen diario de compras de importadores y pagos al exterior de los que permitía en el mes de enero. Como resultado, el volumen operado fue de u$s 147 millones en el mercado spot y de u$s 13 millones en el de futuros.
En lugar de salir a vender para contener al precio, el BCRA optó ayer por regular el flujo operado. Con llamados y postergaciones, redujo con fuerza las compras autorizadas.
Cerraron todos los pagos por importaciones y los giros de utilidades los autorizan sólo calzados (en la jerga, sólo se calza cuando se hace entrar un dólar por cada dólar que sale), comentaron en una mesa. Incluso a aquellas empresas que no son exportadoras, que recaudan en pesos y no tienen la más mínima posibilidad de calzar las operaciones, agregó la misma fuente.
En bancos y corredurías de cambio señalan que la asfixia a los pagos al exterior arrancó la semana pasada. Primero, fue un castigo a empresas de electrodomésticos y ensambladoras que necesitan importar componentes, como una forma de presionarlas por la remarcación de precios. Luego, se extendió a las importaciones en general y, ayer, llegó también al giro de dividendos.
Suben más las tasas
Así como busca reducir al mínimo la salida de reservas por compras mayoristas, el BCRA fuerza también la suba de tasas a toda marcha para tratar de atraer divisas y limitar el impacto de la devaluación en precios.
En su licitación de Lebac y Nobac de hoy ofrecerlas letras a 70 días al 28,5% y la de 91 días al 28,8%, tres puntos porcentuales por encima de su nivel de la semana pasada (cuando las subió 6 puntos porcentuales) y 13 puntos porcentuales arriba del inicio de año.
Mañana se viene una buena absorción de pesos y la segunda acelerada de tasas: plazos fijos se van a ir a 32%; se la está jugando con todo el Gobierno, dijeron en un banco.
La semana pasada absorbió $ 5.100 millones a través de Lebac y la suba de esta semana promete que en la colocación de hoy se anote otro número grande de contracción de la base monetaria.
El exceso de pesos en el sistema es visto como una de los combustibles para precios y cotizaciones paralelas del dólar. Hasta el 24 de enero, la masa monetaria se redujo en $ 20.000 millones por colocaciones de Lebac, pases y venta de divisas.
Tientan a cerealeras
La jugada de Fábrega para contener la caída de reservas se completó con su participación en la reunión que organizó ayer Jorge Capitanich en la Jefatura de Gabinete, con la presencia del ministro de Economía, Axel Kicillof. En la reunión, los funcionarios trataron de convencer a los exportadores de que defenderán el dólar a $ 8 para incentivar liquidaciones de exportaciones.
El foco de Fábrega y el resto del Gabinete económico estuvo puesto en las liquidaciones de exportaciones que se harán este mes (la semana pasada entraron apenas u$s 21 millones al día). Pidieron previsiones de entrada de divisas para febrero, que las cerealeras entregarán en otra reunión que tendrá lugar esta misma semana.
En enero, las reservas perdieron al menos u$s 2.500 millones y una caída similar en febrero podría dejar al Gobierno sin margen de maniobra.
El Central volvió a aplicar ayer una nueva dosis del antídoto que eligió para atenuar la presión sobre sus reservas y el dólar "blue". Tras haber perdido más de u$s 1.200 millones en una semana, y sufrir una suba del dólar paralelo hasta los $ 12,55, el organismo resolvió ayer ajustar otros 300 puntos básicos las tasas de interés que paga a los bancos en las Letras en pesos de 70 y 91 días (al 28,5% y un 28,8% respectivamente), con el objetivo de que las entidades puedan trasladar ese mismo aumento a los retornos que pagan por sus plazos fijos a los ahorristas. La suba acumula ya 900 puntos básicos desde que el martes pasado decidió profundizar este mecanismo.
El ajuste que se ve obligado a digerir ahora el Gobierno pone en riesgo la marcha de la economía en un momento en que los empresarios temen por la caída de la actividad, la inversión y el empleo. Pero es, con todo, el método que ve más acorde para evitar el drenaje de divisas. La Badlar, que es la tasa de referencia que rige para los ahorros más grandes a 30 días del sistema financiero, volvió a subir 75 puntos básicos y superó el 25%. Fue el efecto inmediato que provocó la fuerte suba decidida en los rendimientos ofrecidos en la última licitación de Letras y Notas del BCRA del martes pasado, de 600 puntos básicos a niveles de más del 25% anual.
En el sistema hay quienes consideran que la tasa de referencia deberá llegar al menos al 30% anual para descomprimir la situación. Pero reconocen, a la vez, que aun en ese caso habrá que ver si el BCRA logra restablecer confianza y captar liquidez.
En la última licitación de Lebac, el BCRA absorbió $ 5.100 millones y en las tres primeras semanas de enero la base monetaria cayó casi $ 21.000 millones, de los cuales cerca de $ 16.000 millones eran tenencias de billetes y monedas en poder del público. En este contexto hay otra señal del nivel de preocupación del mercado que se reflejó en el significativo aumento de los pases pasivos (colocaciones de corto plazo de los bancos en el BCRA a tasas del 9% al 11,5% según el plazo) que pasaron de $ 5.000 millones semanas atrás a casi $ 18.000 millones al 24 de enero pasado. Esto es una especie de reaseguro de los bancos por si acaso la gente se inquieta por sus depósitos.
En la consultora Economía y Regiones consideran que "el incremento de tasas del BCRA estaría contrarrestando la aceleración inflacionaria de los últimos meses, sin alcanzar un aumento significativo (y positivo) de las tasas en términos reales". Y dado que las tasas siguen siendo negativas tanto contra las expectativas de inflación como contra las de devaluación, no alcanzan a estos niveles para apuntalar la demanda de dinero ni para contener la presión contra el dólar oficial ni contra el paralelo. "La tasa debe ser mayor que la expectativa de inflación y devaluación para que los agentes económicos reaccionen frente al estímulo monetario, dejen de demandar dólares y refuercen su demanda de pesos. Si las expectativas del público fuesen adaptativas, que implica que el público basa su comportamiento futuro en función del pasado reciente, la tasa debería subir por encima de las expectativas de devaluación, es decir, debería ubicarse por arriba del 45%", sostiene el informe más reciente de E&R.