El presidente de Shell, José Luis Aranguren, rechazó las acusaciones lanzadas por Jorge Capitanich; advirtió que la suba del 12% fue porque "los costos aumentaron 23%" por la devaluación.
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Shell anunció que a partir de este lunes incrementará los precios de sus naftas un 12% y la reacción del gobierno nacional no se hizo esperar. "Es contraria a los intereses del país. La actitud de Shell y de su más alto directivo es conspirativa, atentatoria contra los intereses del país", apuntó esta mañana el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Sin embargo, el titular de la filial argentina de la petrolera, Juan José Aranguren, salió a justificar el aumento.
"Nuestros costos aumentaron un 23% y sólo hicimos un traslado parcial a los precios del 12%", alegó el empresario, en diálogo con Jorge Lanata en radio Mitre. La razón de tal incremento, explicó, es la última devaluación de en torno al 20% que aplicó el gobierno nacional en las últimas semanas.
Aranguren alegó además que las subas responden a "la necesidad de mantener un desarrollo sostenible del negocio" de la petrolera holandesa y aprovechó para responder a los cuestionamientos de Capitanich: "Si con un (aumento de) 12% estamos conspirando, imagínese qué estaríamos haciendo con un 23 por ciento".
El titular de la petrolera recordó además que durante el gobierno de Néstor Kirchner el propio Guillermo Moreno les impuso 83 multas por un millón de pesos y "ya hay 37 de esas multas en las que la Justicia falló a favor de Shell". "Al mismo tiempo que tratamos de cumplir nuestras obligaciones tratamos de exigir que se cumplan nuestros derechos", apuntó.
Consultado respecto a la posibilidad de que otras petroleras de la Argentina apliquen también aumentos por una suba en sus costos, Aranguren explicó: "En mayor o menor medida les ha pasado lo mismo, pero no todas las compañías compran toda su producción (como Shell). Hay quienes tienen producción propia, como YPF, pero ellos tienen otros problemas, como los costos de financiación".
Consultado sobre la polémica suscitada hace diez días, cuando Shell compró dólares a $8,40 y fue acusada por el Gobierno de provocar la devaluación, explicó que la decisión fue adoptada desde Río de Janeiro, en donde se encuentra una oficina de la petrolera que coordina las operaciones de la región.
"El Gobierno aseguró que dejó flotar la moneda. Nosotros estamos en un mercado libre y recibimos la cotización de ese momento, que era de $8,40. Yo lo que tengo que decir es lo que nos dice el banco. El Gobierno está investigando la situación y es un insulto a la inteligencia de cualquiera suponer que nosotros podíamos pagar $7,14 por dólar y terminamos pagando 8,40", analizó.
El presidente de la filial argentina de Shell, Juan José Aranguren, salió al cruce de las acusaciones que lanzó el Gobierno contra esa petrolera, admitió sentir "zozobra" por las críticas oficiales y defendió el ajuste del 12 por ciento de los precios de los combustibles que comercializa.
"No es bueno despertarse acusado de conspirador", indicó el empresario, al evaluar los cuestionamientos que este lunes lanzó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, lanzó sobre Shell, a la que acusó de tener una actitud "conspirativa y atentatoria contra los intereses del país".
"Yo creo que cuando se utilizan palabras como conspiración se está abusando. Son palabras muy fuertes. Se nos acusó de codicia. Si el proveedor aumenta el costo un 23 por ciento y nosotros aumentamos el mes siguiente un 12, ¿eso es codicia?", se quejó Aranguren.
En declaraciones radiales, el directivo defendió el aumento dispuesto por la petrolera: "Hemos hecho un traslado parcial del 12 por ciento del costo de nuestros proveedores. Pero si para el Gobierno con un 12 estamos conspirando, no me quiero imaginar que sería si fuera un 23 por ciento".
Aranguren justificó entonces el ajuste, al sostener que responde a "la necesidad de mantener un desarrollo sostenible del negocio".
El empresario evaluó, asimismo, que a otras petroleras "les pasa lo mismo en mayor o menor medida, pero no todas las compañías compran toda su producción (como Shell). Hay quienes tienen producción propia, como YPF, pero ellos tienen otros problemas, como los costos de financiación".
Además, recordó que durante el gobierno de Néstor Kirchner, el exsecretario de Comercio Interior Guillermo Moreno le impuso a Shell 83 multas por un millón de pesos, y puntualizó que "ya hay 37 de esas multas en las que la Justicia falló a favor de la empresa".
"Al mismo tiempo que tratamos de cumplir nuestras obligaciones, tratamos de exigir que se cumplan nuestros derechos", enfatizó.
El presidente de la filial argentina de la petrolera angloholandesa Shell, Juan José Aranguren, se defendió de las acusaciones realizadas esta mañana por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien lo tildó de tener una actitud "conspirativa y atentatoria contra los intereses del país". Anoche, en esas estaciones de servicio los combustibles aumentaron un 12 por ciento.
"No es bueno despertarse acusado de conspirador", sostuvo Aranguren en diálogo con radio Mitre, y admitió "zozobra" por la actitud del Gobierno.
El presidente de Shell rechazó las acusaciones y argumentó que el aumento "unilateral" se debe a que los costos de sus insumos aumentaron "un 23 por ciento" durante el último mes y que la suba de anoche responde al traslado de solo una parte de ese incremento.
"Yo creo que cuando se utilizan palabras como conspiración se está abusando. Son palabras muy fuertes. Se nos acusó de codicia. Si el proveedor aumenta el costo un 23 por ciento y nosotros aumentamos el mes siguiente un 12, ¿eso es codicia?", expresó Aranguren, quien se definió como "un empleado de cuarta categoría" en la multinacional.
El presidente de Shell refutó los argumentos de Capitanich en relación a la "razonabilidad técnica" de la medida, e insistió: "hemos hecho un traslado parcial del 12 por ciento del costo de nuestros proveedores. Si con un 12 estamos conspirando, imaginate con un 23..."