El presidente Evo Morales inauguró la planta de procesamiento de gas natural del bloque Itaú, que recibió una inversión de más de 100 millones de dólares. Morales confirmó que la planta procesará 5,7 millones de metros cúbicos día (MMmcd), y reveló que con ello “seguirá mejorando la producción, el procesamiento para la exportación”.
Sin embargo, analistas consideran que la inversión programada para exploración este año es irrisoriamente baja en comparación con lo que se invertirá en extracción, más aun considerando que se prioriza exportar antes de asegurar una reserva que permita a Bolivia garantizar su futuro gasífero.
La planta Itaú permitirá aumentar la producción del campo San Alberto de 12 MMmcd a 17,7 MMmcd. Es conocido que la producción del campo San Alberto, junto con la de Sábalo, alimentan la demanda de Brasil.
Según datos oficiales, Bolivia tiene actualmente una producción de 64,75 MMmcd de gas natural, pero sólo utiliza 58,47 MMmcd tanto en exportación como en el mercado interno, por lo que existe un excedente promedio de 6,28 MMmcd. A este excedente se sumará lo producido por la planta Itaú. Ayer, el presidente de YPFB, Carlos Villegas, anunció que este año se prevé llegar a producir 67 MMmcd, y que además el objetivo es “tener una capacidad de procesamiento de 97.9 MMmcd”.
Sin embargo, YPFB anunció que para la presente gestión tiene planeado invertir un total de 3.029 millones de dólares en el sector hidrocarburífero, del cual apenas 425 millones (el 14%) serán para la exploración, con la perforación de 23 pozos. En cambio, la estatal petrolera invertirá este año 1.249,2 millones en explotación (el 41% del presupuesto total).
El analista Bernardo Prado consideró que el monto destinado a exploración es irrisoriamente bajo, más aun considerando que el año 2013 ingresaron al país, sólo por exportación de gas natural, cerca de 6 mil millones de dólares. Además, debido a que los resultados de los trabajos de exploración suelen aparecer después de varios años de intensa actividad, recomendó invertir montos mayores y a la brevedad posible.
El resto del presupuesto anunciado por YPFB será invertido en otros proyectos. Se tiene planeado destinar 248,5 millones en redes de gas; 416,2 millones en industrialización; 168,81 millones en transporte; 182,88 millones de dólares en refinación y 279,6 millones en plantas de separadoras de líquidos.
Un excedente para exportación, sin reserva estratégica
En la inauguración de la planta Itaú, Carlos Villegas celebró que “vamos a tener una producción por encima de la demanda, vamos a tener un excedente de gas natural que nos está permitiendo iniciar una negociación con la república de Brasil para suscribir un contrato interrumpible de entrega de gas natural a la localidad de Cuiabá, donde está instalada una termoeléctrica”. Asimismo, indicó que se está diversificando los mercados de ventas de gas natural.
En efecto, YPFB está negociando con Brasil la firma de un contrato interrumpible para exportar 2,2 MMmcd, adicionales a los 31,5 millones de MMmcd que establece como máximo el contrato actual con Brasil. Aún no se conocen los precios a los cuales se negocia dicho contrato.
El director del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), Marco Gandarillas, advirtió que “sin saber a qué nos atenemos, yo creo que es irresponsable que el gobierno acelere o incremente los volúmenes y ofrezca y comprometa mayores mercados, porque no está garantizada la situación”.
También indicó que se debería tener una reserva de por lo menos 20 años, mientras que actualmente Bolivia tiene menos de 10 años de gas garantizados. “Antes era impensable exportar cero de nada con un ratio menor a los 20 años. Ahora tenemos ratios menores a 10 años y seguimos exportando. Lo que muestra la historia económica de los hidrocarburos es que con ratios tan pequeños luego no hay ninguna capacidad de adaptación”, indicó el investigador.
Reservas bajas, poca exploración
El misterio de las reservas podría ser resuelto entre julio y agosto del presente año. El incumplimiento (por parte de YPFB) de la Ley de Hidrocarburos respecto a la certificación anual de las reservas de gas, por cuatro años consecutivos, ha generado confusión y susceptibilidades en diversos sectores.
Por un lado, la Fundación Milenio afirma que tenemos 7,45 trillones de pies cúbicos (TCF), lo que duraría 7 años y medio más. Según la Fundación Jubileo, las reservas durarán hasta 2021. Y la estatal petrolera YPFB afirma que tenemos hasta 2023, incluso si no hubiese descubrimientos de nuevas reservas.
Finalmente se conoció hace una semana que la empresa canadiense GLJ Petroleum Consultants Ltda., entregará hasta junio su informe de cuantificación y certificación de reservas hidrocarburíferas al 31 de diciembre de 2013, y que entre julio y agosto YPFB dará a conocer los resultados de dicha certificación.
Sin embargo, con un panorama poco claro, lo cierto es que la inversión destinada a exploración este año es mucho menos de la mitad de la destinada a explotación.
De todas formas, el Ministro de Energía e Hidrocarburos, Juan José Sosa, indicó ayer en la planta Itaú que para la gestión actual se tienen cinco nuevos contratos de exploración. En Tarija se tiene el área Sunchal. En Santa Cruz las áreas Oriental, Carohuaicho 8ª yCarohuaicho 8B, y el área Carohuaicho 8D entre Santa Cruz y Chuquisaca.
Sosa mencionó que en la actualidad se están perforando dos pozos en el departamento de Tarija. El primero es el pozo Caigua, en la zona de Villamontes, sobre el cual dijo: “veremos si el potencial del pozo hace que este pueda ser rentable
El presidente Evo Morales entregó ayer la planta de procesamiento de gas de Itaú, en Yacuiba (Tarija), una obra con la que, según dijo, el país estará en condiciones de elevar la oferta de gas, tanto para el consumo interno como para atender nuevos convenios internacionales.
A su vez, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB-Corporación), Carlos Villegas, explicó que el país, por primera vez produce por encima de la demanda, lo que permite ofertar un excedente a Brasil. “Y esta planta ayuda en eso”, dijo.
Según datos técnicos presentados en el acto realizado ayer en Campo San Alberto, la nueva planta de Itaú, que demandó 136 millones de dólares, ya se encuentra en funcionamiento elevando la capacidad de procesamiento de gas natural del bloque de 1,7 a 5,7 millones de metros cúbicos por día (MMmcd), cuando la producción del bloque es aún de 3,1 MMmcd.
Además, agregó Villegas, antes de la nacionalización de los hidrocarburos (1 de mayo de 2006), el país tenía capacidad para procesar 63,4 MMmcd, pero en 2014, con Itaú, que es la undécima planta inaugurada desde entonces, el país alcanza una capacidad de 97,9 MMmcd, es decir 34,5 más de lo que se produce actualmente, lo que permite tener margen hacia futuro. “Yo creo que desde la nacionalización, el rubro de los hidrocarburos vive una época de oro. La industrialización ya no es sólo expectativa colectiva, sino realidad”, dijo.
Villegas agregó que los 67 MMmcd que el país produce actualmente permiten afirmar que por primera vez se produce por encima de la demanda, lo que le permite elevar las ofertas. Producto de ello, agregó, es que se negocia actualmente un “contrato interrumpible” con Brasil para venderle un excedente de 2,4 MMmcd, destinados a una planta termoeléctrica de Cuiabá.
Tanto Villegas como Morales, en sus respectivos discursos, invalidaron las versiones antes de 2006 de que la nacionalización de los hidrocarburos ahuyentarían las inversiones extranjeras.
De acuerdo al presidente de YPFB, desde ese entonces se invirtieron 17 mil millones de dólares, de los cuales el 40 por ciento pertenece a la inversión privada.
Morales, en tanto, recordó que desde la nacionalización, en mayo de 2006, el Estado boliviano recibe 85 por ciento de las utilidades por la explotación de los hidrocarburos, mientras que el 15 por ciento beneficia a las empresas privadas, incluyendo la devolución de su inversión o costos recuperables.
Por su parte, el ministro de Energía e Hidrocarburos, Juan José Sosa, dijo que para completar el cuadro de incremento de la oferta se trabaja en el tema de exploración. Sosa refutó las críticas de que el presupuesto actual de YPFB sólo destinara 400 millones de dólares a la búsqueda de nuevas reservas, y dijo que hay otros 200 millones más de convenios anteriores.
Producto de ello, agregó, es que se perforan dos nuevos pozos en Tarija, que han despertado mucha expectativa y de los cuales se tendrá noticia en próximos días.
La planta
La planta de Itaú demandó 136 millones de dólare.
La planta es operada por Total (41%), Petrobras (30%), British Gas (25%) y YPFB-Chaco (4%).
La planta fue construida con 99% de personal boliviano.
Se generaron 1.100 empleos.
El 84% de los equipos fueron prefabricados y ensamblados en Bolivia.