Andrés Guzmán, ex miembro y actual asesor del organismo gubernamental boliviano que presentó la demanda ante la CIJ, aseguró que "con Bachelet se abre una nueva posibilidad de retomar la agenda de los 13 puntos".
Luego del fallo entregado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) a la demanda peruana contra Chile en 2008, toma fuerza un nuevo proceso de derecho internacional que involucra a Chile, esta vez con Bolivia para obtener una salida soberana al Océano Pacífico.
La Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar) de Bolivia fue el organismo encargado de presentar el oficio en La Haya y de conformar la comisión que desarrollará la memoria que deben entregar el 17 de abril de este año. Andrés Guzmán, ex miembro de la Diremar y actual asesor externo del organismo, habló con La Tercera sobre las pretensiones de territorio, en compensación por los 120 mil km2 de territorio y los 400 km de costa perdidos en la Guerra del Pacífico.
Guzmán ve otra salida al conflicto sin tener que esperar el fallo de La Haya,"ahora con Michelle Bachelet se abre una nueva posibilidad para retomar la agenda de 13 puntos que se estaba conversando (en su gobierno anterior)" lo que podría logar que Bolivia deseche la demanda que mantiene contra Chile "si Bachelet acepta el punto seis, que Sebatián Piñera rechazó" y generó la acción legal. Por estos motivos, Bolivia no ha mantenido conversaciones con la actual administración que se muestra firme en la conservación del territorio nacional.
El punto seis de las conversaciones internacionales trata sobre la entrega por parte de Chile de un corredor soberano para el tránsito comercial boliviano y la salida al Océano Pacífico. Sin embargo, el asesor de la Diremar ve un futuro más complicado que en 2010 luego de la designación de los secretarios de estado. "La primera señal que ha dado Bachelet con el nombramiento del canciller Heraldo Muñoz no da buenas luces", lamentó por la posición que ha mostrado Muñoz con respecto a la demanda boliviana.
La acción boliviana consiste en una petición para que la Corte falle que Chile tiene "la obligación de negociar de buena fe con Bolivia un acuerdo pronto y efectivo una salida plenamente soberana al Océano Pacífico" declaró la comisión boliviana en La Haya, luego de presentar la acción.
Guzmán destaca que la Corte tiene dos caminos que revisar. En primer lugar,decidir si Chile debe mantener negociaciones territoriales con Bolivia por los compromisos que se han asumido en diversos gobiernos durante la historia de sus relaciones internacionales. De establecer este punto, deberá fallar respecto a las concesiones de superficie por parte de Bolivia, y la cantidad de territorio que debe pasar a soberanía boliviana.
La Diremar, según declaró su asesor externo "se basa en varios compromisos que ha asumido el gobierno de Chile para resolver el conflicto como en 1950 o con "El abrazo de Charaña", además de la nota del canciller Patricio Carvajal en 1975. Documentos en los cuales Chile expresa su voluntad de darle un territorio soberano (a Bolivia) al norte de Arica".
Si bien este proceso recién está comenzando, en la entrega de la memoria el equipo boliviano defenderá sus intereses sustentados en "que Chile cumpla lo que ha ofrecido", particularmente el corredor de ocho kilómetros conversado entre Hugo Banzer y Pinochet. Cuando "Chile dijo que estar dispuesto a ceder territorio sin consideraciones, y la demanda se basa más en eso por ser mucho mas consistente y está firmado por Horacio Walker, entonces canciller chileno".
Para la defensa chilena, que debe presentar su contra memoria en febrero de 2015, Andrés Guzmán cree que centrarán sus argumentos en "la poca coherencia" de Bolivia durante las negociaciones intermitentes, "y probablemente se van a escudar en Perú" y la poca disposición que ha demostrado para permitir ceder el territorio, según la cláusula establecida en el Tratado de Lima de 1929.
Con respecto a involucrar a Perú, el ex enviado comercial a Venezuela aclara que "no podemos incluir, por ahora a Perú en la demanda, tal vez en el futuro van a tener que considerarse los intereses de los tres países. Para una compensación para Chile y otra para el Perú".
También agrega que la Corte Internacional de Justicia tiene jurisprudencia en estos casos que obligan a alguna nación a negociar territorio por compromisos previos, "hay casos anteriores que países han ido a La Haya diciendo que otros países se han comprometido y no han cumplido, por eso puede decir que Chile no ha cumplido". Asegura que si han existido conversaciones que no se han concretado por lo que sí existe responsabilidad para que Bolivia reciba el territorio que busca recuperar la salida soberana al mar.
Si bien la demanda fue acogida por la CIJ dos semanas después de su presentación, las consecuencias que esto puede traer en ambas naciones aun no están claras, por lo menos hasta que se demuestren los puntos que quiere tratar Bolivia durante el proceso en La Haya.
Durante la historia, Chile y Bolivia han tenido diversos encuentros para solucionar problemas limítrofes establecidos luego de la adjudicación de la actual Región de Antofagasta durante la Guerra del Pacífico. Al finalizar el conflicto, ambas naciones decidieron firmar el Pacto de Tregua de 1884, donde se convino crear el ferrocarril entre La Paz y Arica para permitirle una salida comercial al mar para Bolivia.
Sin embargo, no fue hasta 1904, 20 años después de terminada la guerra, que los países decidieron firmar el Tratado de Paz y Amistad que dispondría las condiciones que se mantienen hasta la actualidad, y que dejaron a Bolivia definitivamente sin salida soberana al Pacífico.
Si bien se ha intentado mantener relaciones para encontrar una solución a las fronteras bolivianas, nunca se han concretado. La primera vez fue a fines de la década de 1940, el entonces presidente de Chile Gabriel González Videla, sugirió cederle un corredor a Bolivia y recibir en compensación una superficie del mismo tamaño. En esta oportunidad Perú se negó y no se pudo concretar el traspaso, puesto que según se estableció en el Tratado de Lima de 1929 se necesitaba un consenso entre Perú y Chile para cederle ese territorio a Bolivia.
Durante el periodo de Augusto Pinochet se intentó nuevamente en el encuentro denominado "El abrazo de Caraña". En 1975 Hugo Banzer firmó un acuerdo con Pinochet para buscar diversas formas de darle mar a Bolivia, donde la más llamativa consistía en ceder un corredor de 8 kilómetros. Al ser consultado Perú respondió que la mejor solución era establecer Arica como un puerto internacional para los tres y crear una carretera panamericana, pero nuevamente las tres naciones no buscaban lo mismo y las relaciones se rompieron.
Durante el gobierno anterior de Michelle Bachelet fue la última conversación territorial entre Chile y Bolivia, la ex mandataria y su par, Evo Morales, establecieron un informe que consistía en 13 puntos, donde el más llamativo era el sexto que trataba la salida al Pacífico soberana para Bolivia, sin embargo con el cambio de mando en 2010, Sebastián Piñera decidió que la soberanía del territorio nacional no estaba en duda y las conversaciones quedaron paralizadas. Luego de esto, Evo Morales y la Diremar decidieron presentar una demanda en la Corte Internacional de Justicia para que Chile retome las negociaciones