Mucho se ha hablado acerca del anuncio de cierre de la Línea de Óxidos en la división El Salvador de Codelco, dado a conocer por la propia cuprífera estatal el pasado 26 de diciembre de 2013 y que acabaría con cerca de 800 empleos en marzo de 2014. Esto, luego de que la mandante argumentara que el proceso se habría tornado inviable económicamente, debido a la supuesta escasez de mineral.
Sin embargo, a la fecha Codelco aún no ha presentado los informes técnicos que fundamentarían dicha decisión, que por cierto y pese a los intentos de la actual administración, no pasó inadvertida y causó conmoción tanto a nivel local como nacional.
La conmoción no es gratuita, por el contrario, se sustenta en los antecedentes recabados por trabajadores y organizaciones sindicales, que hablan de la positiva rentabilidad del proceso Hidrometalúrgico en El Salvador, contradiciendo cabalmente la postura de la actual administración de Codelco.
El primer argumento que da cuenta de las irregularidades en esta medida se firmó en 2012; y hace alusión al contrato que la mandante visó y concesionó a la empresa contratista Santa Elvira, a cargo del proceso, hoy cuestinado.
En esa línea, ¿cómo se explica que Codelco adjudicara un proyecto viable técnicamente hasta 2016 y que a dos años del término de éste, las estimaciones bajaran al punto de tener que acabarlo con tanta premura?
Este contrato fue aprobado por la Presidencia Ejecutiva de la estatal, con un estudio de factibilidad positivo que permitía el proceso de Línea de Óxido en la zona y su óptima explotación.
Frente a este hecho, surgen nuevas interrogantes que dicen relación con una decisión arbitraria de cierre, o peor aún, de la poca prolijidad que tiene Codelco al momento de proyectar sus faenas, además de los estudios técnico-económicos que posibilitan a la mandante a concesionar y desarrollar sus proyectos.
Al margen de lo anterior y sin restar importancia a la seriedad que la principal empresa chilena tiene al momento de concesionar proyectos, existen otros cuestionamientos que Codelco deberá responder antes de propender al despido masivo de trabajadores, con la consiguiente debacle social que causaría la medida.
Y es que los costos reales operacionales de la Línea de Óxidos actualmente no superan los 2,5 US$/Lb (dólares por libra), no obstante, el cierre final de dichos costos fue fijado en 3,55 US$/Lb; más de un dólar adicional a lo pactado en un comienzo, que no son propios de este proceso o bien, que no existirían en la práctica.
Cabe señalar que los valores fueron respaldados con los estudios realizados por la mandante y que posibilitó en un momento la viabilidad de estas faenas. ¿Cómo se explica entonces este aumento adicional, que en esta ocasión se aplica a la línea Hidrometalúrgica?, ¿cuáles son los fundamentos para encarecer el costo operacional del proceso de Óxido?, ¿en qué se están ocupando dichos montos, si es que realmente se están utilizando y en qué división?
Aparentemente, la única motivación de abultar los costos del proceso en la Línea de Óxido en la División El Salvador sería bajar arbitrariamente la rentabilidad del proceso, al punto de propiciar la inviabilidad económica del proyecto y fundamentar el cierre de éste, ya que la mandante no ha explicitado el porqué de aumentar los costos a la línea Hidrometalúrgica, lo que se puede entender como el primer paso de esta estrategia que va por más.
Además del aumento de costos en la Línea de Óxidos, existen antecedentes respecto del tonelaje anual que se estaría produciendo en la división.
El programa original de Cátodos fue proyectado en 25 mil toneladas por año, sin embargo este año se planearon sólo 16 mil, manteniendo por cierto los costos adicionales anteriormente señalados.
Más allá de los argumentos esgrimidos por Codelco, la medida de cierre está en pleno proceso investigativo y ha sido cuestionada por todos los actores involucrados. Y es que la arremetida de Codelco al abultar los costos operacionales para luego apelar a la “improductividad” del proceso, ha prendido las alarmas de los todos trabajadores en la zona.
Esto, ya que en el caso de que la mandante cerrara la faena que en un momento -tanto política como técnicamente- se consideró viable, el efecto dominó estallaría de inmediato.
No existe claridad respecto de quién asumiría los costos adicionales que hoy se le están cargando a la Línea de Óxido. Por consiguiente y en el eventual cierre de este proceso, ¿quién debería asumir el abultamiento?
Todo pareciera indicar que esos costos se trasladarían a la Línea de Súlfuros, lo que generaría la “inviabilidad” de dicho proceso, el futuro cierre de esa línea por el mismo concepto. Asimismo, luego sería el turno de la Fundición, quien por asumir los costos, también sería catalogada de improductiva.
De esa manera, Codelco desmantelaría los distintos procesos productivos actualmente vigentes en la División El Salvador, propiciando un escenario de pérdidas económicas, baja productividad, y el eventual cierre de la división en su totalidad.
Algo que sería muy perjudicial para la cuprífera estatal, aunque no del todo negativo para los poderes privados inmersos en la minería, quienes asumirían y disputarían los costos de la división para hacerla “nuevamente” productiva; quedándose con la división y privatizando la industria estatal.
Lo concreto es que la “inviabilidad” del proyecto no es tal, y aparentemente estaría siendo creado por la propia Codelco de manera artificial, lo que no asegura que se suceda o se traspasen a las otras faenas, al punto de “tener que cerrarla por el bien de la empresa estatal”.
Existen muchas preguntas sin respuestas e investigaciones que aún están en desarrollo, sin embargo la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) ya se encuentra en “estado alerta”.
A su juicio, detrás de esta estrategia privatizadora, estría la usurpación de la industria estatal, por medio del debilitamiento productivo de la División El Salvador, además del escenario de inviabilidad que Codelco ha señalado en diversos medios o periódicos “expertos en economía”.
Sin perjuicio de aquello, es que la CTC ha llevado este debate hasta las más altas esferas legislativas del país, expresando su preocupación al respecto incluso en la Comisión de Energía y Minería de la Cámara de Diputados.
Así, el pasado miércoles 08 de enero, el directorio nacional de la organización sindical se presentó en la Cámara Baja, para expresar la preocupación en torno a esta estrategia de cierre.
En ese entonces, la desconfianza y ánimos de investigar de los diputados integrantes de la comisión, instaron a Codelco a exponer su decisión y argumentos técnicos al respecto, por cuanto “se trata de una faena que cuenta con todos los requisitos para continuar su explotación”.
Tal fue la necesidad de averiguar lo que se esconde tras la medida de la mandante, que los diputados Eduardo Cerda (DC) Juan Carlos Latorre (DC) y el presidente de la comisión Carlos Vilches (UDI), citaron a Codelco para exponer cuanto antes las razones de este anuncio.
Asimismo y en palabras del alcalde de la comuna Diego de Almagro, Isaías Zavala, “la CTC cuenta con todo el apoyo de las localidades afectas a esta decisión, para llegar hasta las últimas consecuencias a fin de impedir el cierre del proceso Hidrometalúrgico”.
En ese sentido, las gestiones realizadas por la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) han sido categóricas y en todos los ámbitos, recalcando que se utilizarán todas las instancias para impedir que esta decisión se efectúe, en tanto es arbitraria y aún injustificada por Codelco.
Asimismo, desde la CTC expresaron enérgicamente que “se agotarán todas las instancias para revertir esta medida, ya sea por medios legislativos y judiciales, o bien, por el derecho de Autotutela que le confieren los tratados internacionales ratificados por el Estado de Chile, entre otros, a través de la OIT”.