La petrolera estatal brasileña Petrobras y sus socias planean abandonar el importante yacimiento marítimo Bem-Te-Vi para concentrar la inversión en un descubrimiento más grande cerca del lugar, dijo a Reuters una fuente con conocimiento directo sobre la decisión.
Ubicado en el bloque BM-S-8 de la Cuenca de Santos, en el sur de Río de Janeiro, Bem-Te-Vi volvería a manos del ente regulador de la industria petrolera brasileña, la Agencia Nacional de Petróleo (ANP), junto a por lo menos una parte del yacimiento Biguá, que está en el mismo bloque.
Los socios de BM-S-8 planean concentrarse en otro pozo de prospección del bloque, Carcará, un descubrimiento que muchos creen sería uno de los más grandes en la historia de Brasil.
"El descubrimiento de Carcará es bueno y los esfuerzos en el bloque se van a concentrar allí", dijo a Reuters la fuente, en condición de anonimato. "Bem-Te-Vi y Biguá no representan tanto para los socios".
Sin embargo, la devolución del descubrimiento significa que Petrobras y sus socios, la brasileña QGEP Participações SA y Barra Energia y la portuguesa Galp Energia SGPS, no obtendrán nada de los millones de dólares que han invertido en perforaciones y evaluaciones del área.
Aunque la devolución de Bem-Te-Vi liberará efectivo para desarrollar el recientemente descubierto Carcará, en caso de no lograr vender el área a otra empresa o grupo, la atribulada Petrobras y sus socias tendrán dificultades para reducir pérdidas y recaudar dinero para el desarrollo, dijeron expertos de la industria.
Si Bem-Te-Vi es tan grande como sugirieron autoridades de Petrobras en el 2008, el Gobierno brasileño renunciará a los miles de millones de dólares en regalías, impuestos y empleos que se suponía que el pozo generaría.
Petrobras es dueña de un 66 por ciento de BM-S-8 y es el operador. QGEP Participações SA y Barra Energia tienen el 10 por ciento y Galp Energia SGPS, en sociedad con la china Sincopec, poseen el 14 por ciento.